Reconversión monetaria continúa “aislada” de las soluciones económicas a un mes de vigencia

A un mes de mantenerse como una política económica aislada, la reconversión monetaria parece no detener la espiral inflacionaria ni la escasez de efectivo.  Lo que el Gobierno calificó como “un gran proceso histórico de recuperación económica" el pasado 20 de agosto, hoy luce como un pequeño fósforo en  medio de un incendio económico.

Con una velocidad inflacionaria diaria del 4 % y una escalada de precios sin límites, la inclusión de diez nuevas piezas monetarias y la reducción de cinco ceros a la moneda quedaron alejadas de ser una solución para los problemas económicos del país. La llamarada provocada por la reconversión crece, según los expertos, al no estar acompañada por otras políticas que incentiven el aparato productivo.

Aunado a una reexpresión monetaria, los anuncios de un aumento salarial al 6000 % y la fijación de “precios acordados” fueron las cartas de presentación que utilizó el Gobierno  para “estabilizar” la economía.  Pero en la cotidianidad de los venezolanos la especulación y la escasez toman fuerza conforme pasan los días.

“La reconversión aislada no tiene ningún fundamento ni ningún resultado positivo”, comenta el economista José Güerere, quien asegura que la sustitución de la familia de billetes refleja los resultados que se esperaban: “absolutamente nada”.

Güerere  refiere: “Desde el punto de vista económico no ha logrado, por ejemplo, que se frene el proceso inflacionario. Al contrario, empeoró. No se ha incrementado la producción, muchos productores van a tener que cerrar, por el decreto de aumento de salario”.

Considera que, aunque la capacidad de compra de los trabajadores aumentó tras el ajuste salarial, es cuestión de tiempo para que la inflación se coma el incremento y, por ende, el valor del papel moneda.

Precios al alza

Uno de los efectos más significativos durante un mes de vigencia de la reconversión es el alza descontrolada de los precios a más de 100 o 150 % de lo establecido por el Gobierno. Por ejemplo,  un cartón de huevos se consigue Bs.S 215, mientras que su valor acordado está en los Bs.S 120 e igual sucede con el valor de la carne que, además de escaseada, se encuentra tres veces más costosa, a Bs.S 300.

Para Güerere aunque los precios se triplicaron, pero el aumento considerable del salario no deja que se perciba, son necesarias otras políticas para contrarrestar el efecto del cambio monetario ante una elevada tasa inflacionaria.

Hay que reformular también los aspectos cambiarios, fiscales, petroleros, industriales, es decir, una política integral. Y eso es lo que no se hizo, sino que se focalizó netamente a una política monetarista, muy simple como es cambiar el cono monetario, pero que no tiene ningún efecto de mejoramiento de la sociedad”, dice el economista.

Cuestiona que más de 25 alimentos hayan sido realmente “acordados”, pues sostiene que quien fija realmente el valor de un producto es el comerciante luego de haber pasado por una larga cadena de distribución.

“Mientras la escasez no se solucione va a continuar la especulación y el proceso inflacionario. Ninguno de los problemas que se pretendió mejorar a través de la reconversión, se le observa algún mejoramiento”, añade.

Güerere pronostica un nuevo aumento salarial dentro de uno o dos meses y, con la pérdida del poder adquisitivo en caída libre, una nueva reconversión monetaria sería necesaria para marzo del siguiente año.

Sin embargo, el economista Carlos García considera que el aumento de las pensiones, misiones, y bonos de la renta petrolera que se está entregando a la gente generan un ingreso “exponencial” que tiene dos efectos: que el comerciante especule para hacerse de ese ingreso, lo que considera debe controlarse con prisión, para así  “aumentar la inversión para incrementar la oferta de productos y satisfacer la mayor demanda. Eso obligatoriamente hace que las magnitudes económicas se expanda y la economía crezca”.

Sin efectivo

Al cierre de la primera semana de la reconversión, el 24 de agosto, se registró el aumento nominal de efectivo más grande del que se tiene registro: se introdujo más de un millardo de bolívares soberanos en una sola semana, haciendo crecer el efectivo en 288%.

Aunque dos familias de billetes legalmente circulan en conjunto, en el menudeo de los venezolanos la realidad es otra. Incluso, los billetes de 100.000 bolívares fuertes del antiguo cono no son aceptados en algunos comercios informales y en el transporte urbano. Y conseguir los soberanos, bien sea en billetes o monedas, requieren de permanecer varias horas en kilométricas filas de personas.

El economista y diputado a la Asamblea Nacional, José Guerra, atribuyó el pasado 28 de agosto la falta del papel moneda al Banco Central de Venezuela. “Acuñar monedas en hiperinflación es un grave error. Pierden valor muy rápido y además cuesta mucho el transporte, por el peso. Otro costoso error”, dijo.

Por su parte, el también diputado y miembro de la Comisión de Finanzas del Parlamento, Ángel Alvarado, resaltó: “La reconversión no hizo que apareciera el efectivo, por lo que queda claro que ese no es el problema. No era el billete viejo, sino que el Gobierno ha promovido una hiperinflación que hace que el Banco Central emita dinero y esto hace que el dinero empiece a cambiar tarde o temprano, como ya vemos que está pasando”.

Contracción

El parlamentario agrega que la reconversión de la mano con el aumento salarial solo generó una contracción económica en el país, acentuada por el cierre de comercios ante la “persecución” del Gobierno.

“El Gobierno terminó de cavar su propia tumba porque evidentemente esto es contractivo e inflacionario, las medidas lo que hicieron fue acelerar y profundizar más la crisis, que requieren un modelo radical del modelo económico”, especifica Alvarado.

Explica que el orden ideal es resolver la hiperinflación y luego implementar una reconversión y una reforma monetaria. “Quitarle ceros a la moneda mientras los precios van sumando ceros, no tiene sentido”.

Prevé que para finales de año la moneda vuelva a tener tres ceros más y para el siguiente año, llegar a cinco ceros nuevamente. “No tiene ningún sentido  si no se para la hiperinflación”, precisa.

“Ninguna de las medidas anunciadas han resuelto el problema de la hiperinflación que, en definitiva, es de origen fiscal. Es un Gobierno que se queda sin dinero y termina recurriendo a la emisión de dinero del Banco Central para pagar sus cuentas”, destaca.

Dinámica de percepción

Domingo Sifontes, economista de la Universidad de Carabobo, señala que lo único concreto que ha dejado la sustitución del cono monetario es la dinámica de percepción de los consumidores. Expone que es un tema psicológico, donde los consumidores están más dispuestos a soltar dinero para gastos mínimos.

“No es lo mismo que te digan un millón de bolívares a que te digan 10 bolívares, a pesar de que básicamente es lo mismo”, comenta el profesor universitario, quien asegura que la dinámica de precios, por el contrario, sigue siendo la misma.

El catedrático continúa: “La dinámica de precios sigue el curso de la inflación, nada indica que la inflación vaya ceder en el corto plazo. Adicionalmente, entramos en el último trimestre del año, donde hay más dinero circulando, si nosotros venimos acumulando una inflación gigantesca en los primeros tres trimestres para el último no se espera algo diferente a lo que ha ocurrido en lo que va de año”.

Mayor inflación y más aumentos salariales injustificados es lo que prevén los expertos para los siguientes meses. Mientras tanto, las piezas monetarias desaparecen una a una.