Precio de la carne a nivel de productor no ha aumentado
El precio de la carne a nivel de productor no ha sido incrementado, así lo defendía el viernes el presidente de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga), Carlos Albornoz, quien explicaba que hace tres meses el kilo tenía un valor referencial de 0,85 centavos de dólar y ahora están recibiendo 0,40.
“El valor de la carne no se ha incrementado, disminuyó más de 45%”, afirmó en una entrevista con El Mundo, Economía y Negocios. “Lo que ocurre es que hay un conjunto de políticas macroeconómicas que tienen destruido no solo al sector ganadero sino a la economía nacional”, dijo al explicar la espiral inflacionaria que empuja el costo de todos los bienes y servicios del país.
Caída del consumo
Albornoz explicaba que el poder adquisitivo se vino abajo y el venezolano no encuentra cómo consumir proteína. Dijo como referencia que en 2012 cada habitante consumía 23 kilos de carne al año, mientras que el 2016 cerró con siete kilos por habitante, de acuerdo a las cifras de la Federación.
Por lo tanto, al haber una caída del consumo pueden abastecer el mercado nacional con menos animales. Dijo que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En Colombia consumen 21 kilos y al productor le pagan tres veces más que en Venezuela. En el caso de Paraguay y Uruguay, los ganaderos reciben 3,37 centavos de dólar por kilo y cada habitante consume 44 kilogramos por año, detalló Albornoz.
Especulación
La caída del consumo podría ser la causa del aumento que se registra desde el comerciante al consumidor, pues, de acuerdo al monitoreo del equipo de Versión Final, la carne de res de primera, subió de 7 mil a 9 mil bolívares en las primeras semanas del año.
En la última semana del 2016, Albornoz aseguraba que el precio de la carne se mantenía entre Bs. 4 y 6 mil por kilo, siendo así “5 veces más barata que lo que le pagan al productor de carne de Colombia”, sin embargo, el consumidor termina cada día, más alejado de la carne de primera.
Para Fedenaga, uno de los problemas es el poco abastecimiento de semillas de pasto. Asegura que el año pasado no les fue entregado ni un kilo de este insumo. Los pastos cultivados le permiten al ganado ganar condición corporal, mejorar la reproducción y la producción láctea, entre otros beneficios.
