¿Por qué Nicolás Maduro no ordena encarcelar a Juan Guaidó?

La cautela del presidente, Nicolás Maduro, frente a los desafíos que le ha planteado Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y quien se autoproclamó presidente interino de Venezuela, el pasado 23 de enero, no tienen precedente en los 20 años de historia del chavismo en el país.

A un mes de que Guaidó se proclamara como primer mandatario encargado de Venezuela y ante el aumento del reconocimiento a su mandato por parte de medio centenar de países, Maduro, hasta ahora, solo ha amagado. Amenazó, el pasado 05 de febrero, que podría terminar en la cárcel "por mandato del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)".

"¿Qué va a pasar el 23 de febrero, cuando se cumpla un mes como manda la Constitución? ¿Va a continuar en su mandato virtual? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta el 2025? ¿O hasta que termine en la cárcel por mandato del TSJ?", dijo en un mensaje ante sus seguidores.

El 30 de enero, el Tribunal Supremo de Justicia prohibió a Guaidó salir del país y congeló sus cuentas, mientras es investigado por "usurpar" las funciones de Maduro, y el 11 de febrero, Elvis Amoroso, Contralor General de la República, ordenó el inicio de un procedimiento patrimonial”.

Pese a las amenazas legales del gobierno de Maduro, Guaidó sigue sumando provocaciones al Gobierno.

Hasta el 11 de febrero ha designado doce representantes y embajadores de Venezuela en diferentes partes del mundo y este sábado 23 de febrero avanza, pese a todos los pronósticos del Gobierno, en la colocación de la ayuda humanitaria dentro del país.  Ante esas acciones decididas y retadoras, más de uno se pregunta ¿Por qué no lo ponen preso?, si el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, está en prisión por liderar manifestaciones en contra del Gobierno. Tres politólogos y analistas políticos nos dan la respuesta.

Gobierno sin margen de maniobra

Ricardo Ríos, analista político, considera que “es un tema de perdida de margen de maniobra política que ha tenido el Gobierno”.

“Para el Gobierno sería un precio demasiado alto apresar a Guaidó, desde el punto de vista  internacional e incluso desde el punto de vista interno por la movilización que ha logrado  Guaidó, al cohesionar los diferentes sectores opositores, incluso sumar gente descontenta del chavismo. Todos esos elementos hacen que el Gobierno no tenga un margen de maniobra para apresarlo y si lo hiciera el costo sería demasiado alto”.

Ríos hace un paralelismo con la detención del líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, en el año 2014, quien actualmente cumple arresto domiciliario con una pena de 14 años de cárcel por encabezar “La salida”, movimiento que pretendía, según el Gobierno, derrocar a Maduro.

El Gobierno, en el 2014, estaba apenas iniciando la crisis económica severa, recuerda, había una situación social y económica mucho menos aguda que la que hay ahorita, eso lo mantenía más cohesionado, tenía más apoyo popular, tenía más capacidad institucional e incluso mas capacidad desde el punto de vista material y eso le permitía avasallar con mas facilidad a la disidencia, afirma el experto.

“Ese tipo de catástrofe económica, producto de los desaciertos económicos del Gobierno, le han pasado factura en lo social, en lo político, en lo institucional, en las alianzas y lo deja sin margen de maniobra frente a un adversario, en esta ocasión mucho mejor estructurado”.

Desde su punto de vista, Guaidó tiene una ruta política muy clara, muy bien trazada, muy bien delineada. Cree que por primera vez en muchos años la oposición tiene un plan tan estructurado, tan claro y sobre todo tan transparente en término de agenda pública; cese de usurpación, gobierno de transición y elecciones libres, refirió.

 “Es decir, ahí hay tres columnas abiertas completamente a la opinión pública  y además, está planteado desde un poder legítimo del Estado, como lo es la Asamblea Nacional, que fue electa con la mayor participación de la historia electoral del país. Son elementos de mucho peso desde el punto de vista de la legitimidad del poder público y de la agenda política bien planteada”, recordó.

También inclinan la balanza a favor del ingeniero de 35 años, de acuerdo con el analista político, el apoyo internacional. Más de cincuenta países, liderados por Estados Unidos, lo han reconocido como presidente interino de Venezuela.

 “El apoyo con que ha contado Juan Guaidó y el movimiento opositor venezolano, es mucho más determinante en esta ocasión. Estados Unidos tiene una posición abiertamente adversa al Gobierno, aunque normalmente ha sido así durante muchos años, en esta ocasión es mucho más activa. En todo caso, desde el punto de vista político, este resuelto apoyo, es uno de los elementos que le da más fortaleza a Guaidó”, dijo.

Se pelotean la aprehensión de Guaidó

Para Luis Angarita, internacionalista, analista político y profesor universitario, el Gobierno, en esta oportunidad, “muestra una debilidad enorme en comparación con los años anteriores cuando apresó a Leopoldo López o cuando ha apresado a otros dirigentes políticos y militares, por cuestiones menos significativas o menos importantes”.

“El gobierno nacional muestra una debilidad porque en efecto está cuestionada su legalidad, su legitimidad y tomar pasos en contra de Juan Guaidó, como presidente encargado, alteraría su reconocimiento internacional que es lo que está en juego”.

Angarita cree que si la mitad de la comunidad internacional y los países más importantes del mundo occidental han reconocido a Juan Guaidó, como Ejecutivo Nacional, pareciera que actuar en contra de esta figura, sería drásticamente censurada por la comunidad internacional.

Suma que a nivel interno pareciera que las instituciones no tuviesen la fortaleza para dar el paso de quién toma la decisión de apresarlo, en su opinión, se pelotean o se juegan la toma de decisiones; la Fiscalía General de la República, el Tribunal Supremo de Justicia, los órganos de aprehensión “y pareciera que no hay nadie quien termine de ejecutar una orden y eso, por supuesto, es una muestra de debilidad del gobierno de Nicolás Maduro”.

No quieren echarle más chispa a la candela

María Alexandra Semprún, politóloga y profesora de la Universidad Rafael Urdaneta, opina que Juan Guaidó se moviliza libremente por el territorio nacional e internacional, “porque no le quieren echar (el Gobierno) más chispa a la candela, porque (Guaidó) tiene el reconocimiento de muchos organismos internacionales.

 “Definitivamente todas esas naciones están contra del Gobierno y el ir preso, agravaría la situación, estaríamos más en la mira”.

La catedrática recuerda que, el pasado enero, el también presidente de la Asamblea Nacional fue interceptado, bajado de su camioneta y por unos minutos detenido, “pero creo que fue una especie de acto fallido, una orden que se dio y después se dieron cuenta de las consecuencias que iba a tener y echaron para atrás”.

“Porque tener la prensa internacional amenazando y siguiendo cada paso, no es fácil, en un día en que las redes y las noticias en quince minutos están diseminadas por el mundo”.

Semprún afirma que en otros países, donde hay separación de poderes y mayor respeto a las leyes, “se diría que están respetando su inmunidad parlamentaria, que él la tiene de hecho, pero si la han roto en algunos casos, no tendría sentido que aquí no la rompieran. Con una orden express del Tribunal Supremo de Justicia, Juan Guaidó, estaría preso en quince minutos”.