El diario plural del Zulia

Políticos espantan por su doble discurso

Alumnos de la cátedra Marketing Político analizan el comportamiento de nuestros líderes

En la sección “Habla la gente” de esta semana, Versión Final volvió a compartir con estudiantes de Ciencias Políticas de la Universidad Rafael Urdaneta (URU) para debatir: ¿Cuáles son las cosas que más le gustan de los políticos venezolanos? y ¿cuáles son las cosas que menos le gustan de los políticos venezolanos?

Para este foro, en el que se destaca el valor de quienes se forman para analizar, asesorar y dirigir el funcionamiento del sistema político nacional e internacional, se cuenta con el respaldo de la profesora Ruth Guerrero, líder de la cátedra de Marketing Político, de esa institución.

A Tonny Carruyo, estudiante del octavo semestre, le agrada el sentido de pertenencia que tienen los políticos nuestros en el discurso que practican y a la hora de presentarse en los procesos electorales. El alumno, sin embargo, les critica la falta de seriedad y la incoherencia en sus discursos luego de resultar electos por el pueblo.

La profesora Guerrero califica como positiva la oratoria de los políticos nacionales y también destaca su capacidad de crecerse ante los obstáculos propios de una campaña electoral.

Pese a lo que muchos puedan pensar, cree que son hombres acostumbrados a crecerse. “No he visto hasta ahora un candidato que en medio de una campaña electoral diga: “¡No puedo con esto, me voy! Al contrario, son hombres y mujeres que van hacia adelante”.

En una campaña electoral, recuerda, surgen obstáculos. No todo está previsto. Salen imponderables donde los políticos venezolanos se crecen, reitera.

A la experta lo que más le molesta de los dirigentes nacionales “es el irrespeto al elector”. Considera que
tratan de venderle una imagen y un mensaje “que conlleva a una estafa, porque no van a cumplir eso que han ofrecido en la campaña electoral”.

En el calor del debate entre los alumnos en relación con los cuestionamientos planteados, Guerrero coincide con sus discípulos en que quienes ejercen la carrera política en Venezuela "se venden muy bien. El marketing político que han venido utilizando ha sido exitoso", acota.

Sin embargo, al igual que a los aspirantes a politólogos, le salta la duda: ¿Por qué utilizan un discurso durante la campaña electoral y un discurso luego que son electos para el cargo que van a ejercer? “Es decir, no hay, a pesar de que está en la ley, una forma en la que se obligue al candidato electo
a que cumpla lo que dijo que iba a hacer en la campaña electoral y es lo que se conoce como un doble discurso o incoherencia en su ejecutar”.

"Me gusta el discurso y la coherencia, en el sentido de que se puede aplicar en el momento y podría generar cambios. Lo que menos me gusta de nuestros políticos es que en el futuro su discurso no suele cumplirse. También vienen con falsas promesas", dice Carlos Gallardo.

"Apoyo la alta capacidad que tienen para absorber el contexto sociológico en la construcción de su discurso y de su accionar. Lo que más me disgusta es la escasa formación política y ética y su alta pragmaticidad a la hora de elaborar sus propuestas", expresa Alfonsina Sibiru.

"Veo bien su forma de hacer campaña. La hacen colorida y llaman la atención de la gente. Lo que no me gusta es que no tienen coherencia en lo que hablan, dicen que van a mejorar todo en pocos meses y en realidad en pocos meses empeoran todo", señala Jeremín Sánchez.

"Me gusta su experiencia y eficacia en los momentos más apremiantes. Me disgusta la manera de hacer campaña, está conectado con la incoherencia, un día habla de ser justo y otro día dice que hay que encerrar a ciertas personas y lo que logra es dividir a la sociedad", expone Christian Valecillos.

"Elogio en ellos, que a pesar de las dificultades que tenemos en Venezuela, algunos conservan la esperanza de ver una Venezuela libre, otra Venezuela. Me disgusta que pretendan a través del populismo comprar mi voto, es algo que me disgusta muchísimo", asevera Omar Urdaneta.

"Me gusta la capacidad que tienen de crear empatía con las personas, es lo que hace que la política venezolana no sea fría, como la de otros países. Detesto que han logrado convertir la política en un negocio en la cual el voto se ha convertido en una divisa", dice Diego Vargas.

"Reconozco en ellos la capacidad que tuvieron en un momento de movilizar a las masas y tenerlas en su poder. Lo que menos me gusta es que perdieron el control que tenían de las masas por la falta de integración y no hicieron el cambio que se esperaba", indica Mariagni Méndez.

"Celebro que una buena cantidad de ellos tienen la capacidad de ser líderes para la población. Lo que menos me gusta es que han perdido la credibilidad por la falta de coherencia en sus discursos en relación con las acciones que llevan a cabo", puntualiza Daniela Pérez.

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