Pagar en Maracaibo se convierte en un martirio

José Mendoza se levanta en la mañana. Toma la taza de café de todos los días, pensando en qué le espera en la o cina. Llega a un puesto de frituras cerca de su trabajo a pagar una deuda que tenía pendiente de tres pasteles ados que le compró a su hija el n de semana. Al pasar la tarjeta de débito por el punto de venta, las letras negras impresas en el pequeño recibo decían: “transacción rechazada”.

“Pásala otra vez”, grita el encargado mientras atiende otros clientes en el mostrador. La cajera obedece y en el recibo se lee el mismo mensaje, luego de esperar aproximadamente diez minutos a que el dispositivo emitiera respuesta.

José se desespera, sus manos comienzan a sudar y el estrés se apodera de su mente. Sin el suficiente efectivo en su cartera para resolver el pago de 900 bolívares, pide disculpas a la cajera y le dice cabizbajo: “te pago otro día”, mientras miraba el reloj y se daba cuenta que llegaba media hora tarde al trabajo por querer realizar un pago, que normalmente, le habría costado cinco minutos de su mañana.

Este es el día a día de los tarjetahabientes, que para no cargar con grandes cantidades de billetes, deben hacer sus pagos con dinero plástico; tarea que se di culta cada vez más, por inconvenientes y problemas en los sistemas de puntos de venta. En vísperas de las épocas decembrinas, los pagos simples se convirtieron en una engorrosa tarea de realizar.

La liquidez de dinero aumentó por los pagos de utilidades y bonos navideños, pero simultáneo a esto, se incrementa la escasez de bolívares de alta denominación.

Emmanuel Borgucci, experto en banca y finanzas, indicó que el problema no recae con mayor peso en la deficiencia de los sistemas de internet y telecomunicaciones que provoca que las redes se congestionen.

“Si bien es cierto que estas fallas incomodan a los clientes bancarios, el trasfondo del problema es el alto índice de inflación que sufre la economía venezolana”.

El economista comentó que la banca por internet y el dinero plástico, son medidas que paulatinamente se fueron implementando por las entidades bancarias para tratar de arreglar el problema de los ciudadanos desde que los billetes de alta denominación se comenzaron a quedar cortos: tener mucho efectivo en las calles y correr el riesgo de ser víctima de la inseguridad, además de las incomodidades que presentan los cajeros para contar grandes cantidades de efectivo.

“Entonces se trasladaron los inconvenientes monetarios a los sistemas computarizados, pero no arreglan el problema de fondo. Hacen pagar a las empresas y clientes por los errores de una situación que no debió ocurrir nunca”, expresó el experto quien además agregó que los ciudadanos están acostumbrándose a vivir con una alta inflación.

Aunado a esto, indicó que la falta de inversión a los sistemas de telecomunicaciones del Estado provoca fallas en las plataformas en las que los puntos de venta y dispositivos de pago operan.

“Habría que preguntarse qué ha hecho el Gobierno para invertir y ampliar las redes. Si se está trabajando con ese sistema, tiene que colapsarse. No se invierte nada en mejorar y crear una infraestructura comunicacional que sea ágil”.

Las ventas también sufren

La presidenta de la Cámara de Comercio, Amaya Briner, expresó a Versión Final que los problemas son dobles para este sector. “El ciudadano común tiene menos capacidad de compra, entonces cuando logras vender, tienes el problema del pago con el punto y terminas perdiendo el cliente”.

En un recorrido por negocios y comercios se constató con trabajadores y encargados, la complicada situación con los dispositivos que últimamente provocan molestias y quejas en los compradores.

Los propietarios destacan que la velocidad de las transacciones varía, lo que convierte los pagos por puntos de venta en una lotería. Algunos indicaron que según personal técnico que se dedica a reparar las averías, las tardanzas en las operaciones se deben a que los consorcios están cambiando los sistemas y mudando los servicios a otras plataformas.

“Eso es lo que los técnicos encargados nos han participado a raíz del problema con los puntos”, expresó Derly Moncada, vendedor de una farmacia.

Sin embargo, Mayerlin Castellanos, quien trabaja en un expendio de comida rápida ubicado en la avenida La Limpia, comentó que el punto de venta del negocio se dañó de forma repentina.

“No cumplimos ni tres meses con el punto, cuando la semana pasada dejó de funcionar, las tarjetas no quieren pasar bajo ninguna circunstancia. Llamamos al banco y no nos dan respuesta ni vienen a resolver el problema, como la mayoría de las cosas en este país; y no somos los únicos; en el negocio de al lado las tarjetas tampoco quieren pasar”, expresó con resignación.

Castellanos resaltó que el inconveniente provoca que la clientela se ausente del negocio progresivamente. “Todo el mundo a donde sea, llega y pregunta si hay punto, porque a la gente ya no le gusta andar con las pacas de efectivo en la calle”.

“Los problemas con los puntos solo provocan que el cliente pierda tiempo. La mayoría de ellos en Maracaibo están lentísimos”, indicó por su parte Alicia Rodríguez, encargada de pagos en una ferretería.

Briner sentenció que urgen soluciones por parte del Ejecutivo nacional y el sistema bancario. “Esto tiene que ver con políticas nacionales y se debe llegar a un acuerdo, porque es un asunto que afecta a todo nivel nanciero; todas las operaciones se están haciendo vía electrónica en vista de la escasez de dinero en efectivo”.