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OEV: nos encontramos ante intimidaciones contrarias a las normas legales

El Observatorio Electoral Venezolano (OEV) advirtió este sábado que Venezuela se encuentra ante "intimidaciones" que son contrarias a la normativa nacional, específicamente la que consagra el derecho a la libre manifestación.

A través de un comunicado, la organización señaló que dirigentes de la revolución "en tono amenazante" han manifestado su rechazo a la "Toma de Caracas", pautada para el próximo 1° de septiembre por la oposición con el objetivo de exigir al Consejo Nacional Electoral (CNE) que se fije la fecha para recolectar el 20% de las firmas requeridas para activar el referendo revocatorio presidencial.

"La violencia es la hipótesis bajo la que actúa el Gobierno, descalificando de ante mano una manifestación que se convoca de manera pacífica, realizada bajo las reglas establecidas para ello, y que lo que busca llevar a cabo es una consulta que permita a los ciudadanos dirimir en paz los desencuentros que polarizan a la sociedad venezolana", añade el texto difundido por el OEV.

A continuación el comunicado íntegro emitido por el OEV: 

El OEV: Referendo, movilización y despidos

Hace pocos días el CNE comunicó al país que autorizaba a la MUD a promover la recolección del 20% de las firmas requeridas para solicitar la activación del referéndum revocatorio presidencial. En ese anuncio, sin embargo, nuevamente estuvo ausente la precisión en cuanto a fechas y cronogramas. Con la información siendo suministrada a cuenta gotas, el Poder Electoral continúa dejando muchas dudas en el aire. Mientras tanto, la crisis evoluciona y en buena parte del país domina la sensación de que se traban las vías pacíficas y democráticas para encararla.

En este contexto sectores de la oposición han anunciado una movilización nacional para el 1º de septiembre con el propósito de presionar a las autoridades para que precisen, con fechas y plazos, los restantes pasos para que dicho referéndum tenga lugar conforme a lo pautado en la Constitución Nacional, cuyo cumplimiento, cabe advertir, no debería ameritar movilización ciudadana alguna.

Por otro lado, varios dirigentes importantes del oficialismo han señalado, siempre en tono amenazante, que se oponen y obstaculizarán la realización de dicha movilización. El propio Presidente Maduro llegó a declarar que la respuesta que daría su gobierno, dejaría al Presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan, cuya arbitrariedad represiva es bien conocida por la opinión pública mundial, como un “niño de pecho”.

De nuevo, nos encontramos ante intimidaciones contrarias a la normativa legal venezolana, en este caso la que consagra el derecho a la libre manifestación, mediante el alegato no probado de que se pretende con ello desestabilizar al país e, incluso, esconder intenciones golpistas. La violencia es la hipótesis bajo la que actúa el Gobierno, descalificando de ante mano una manifestación que se convoca de manera pacífica, realizada bajo las reglas establecidas para ello, y que lo que busca llevar a cabo es una consulta que permita a los ciudadanos dirimir en paz los desencuentros que polarizan a la sociedad venezolana.

Adicionalmente, cabe destacar que varios líderes del PSUV han denunciado que en los niveles más altos de distintas dependencias gubernamentales se ha comprobado, a pesar de que la opinión de los ciudadanos debería ser secreta, que muchos funcionarios firmaron la solicitud del Referéndum Revocatorio y que, por lo tanto, deben ser despedidos. Se argumenta en este caso, una deslealtad para con el Gobierno en el que prestan sus servicios, cuando en realidad lo que han hecho es ejercer un derecho explícitamente consagrado en la Constitución.

Estas amenazas transgreden abiertamente el artículo 89 de la Constitución, que habla de la protección que el Estado debe al trabajo, que en su numeral 5 dice: Se prohíbe todo tipo de discriminación por razones de política, edad, raza, sexo o credo o por cualquier otra condición. También vale recordar que, en principio, ser partidario del referéndum no es pronunciarse por ninguna opción política. Es escoger un modo constitucional para resolver nuestros conflictos. Se trata de un derecho de todos, de los partidarios del Presidente y de los que no lo son, incluidos, por supuesto, los altos funcionarios que trabajan en las dependencias oficiales.

Caracas, 27 de agosto, 2016.

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