El diario plural del Zulia

Militares que participaron en alzamiento revelan detalles de la Operación Libertad

Para los oficiales, los hechos del 30 de abril en La Carlota generó una brecha en el Gobierno. "El militar venezolano tiene que alzar la voz y perderle el miedo a los corruptos, para avanzar y recuperar el país", dicen

Dos de los oficiales que participaron en la acción de respaldo militar del 30 de abril a la que Juan Guaidó llamó «Operación Libertad», sostienen que en la mesa de negociaciones que llevó a ese día estaban Maikel Moreno (TSJ), el ministro Vladimir Padrino López, el Mayor General, Iván Hernández Dala (Dgcim y Casa Militar) y el general de División, Manuel Cristopher Figuera (Sebin).

Un artículo publicado por la periodista especializada en el área militar, Sebastiana Barráez, en Punto de Corte reveló que, en vista de que la negociación salió de lo que estaba establecido, se separaron de ella Maikel Moreno y Padrino López.

«Y es ahí donde el grupo, a quien nos tocaba iniciar el movimiento, decidimos adelantarnos e irnos hasta el sitio (autopista a la altura de la Base Aérea La Carlota) porque iban a tomar acciones contra la persona que estaba dirigiendo la negociación que era el general Cristopher«.

Al consultarlos sobre qué pruebas hay que eso que están diciendo sea cierto, respondieron que «tenemos una documentación fotográfica donde los comandos del Sebin estaban con sus brazaletes azules, antes de retirarse«, al no llegar sus jefes al lugar.

Explicaron que dentro de los acuerdos que se hicieron para llevar a cabo la Operación Libertad hubo la obligación de liberar a los presos políticos que estaban en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).

Aseguraron que el 30 de abril la tropa salió alegre, motivada y moralizada por la Operación Libertad.

«Ninguno de esos muchachos fueron engañados. Lo que sucedió es que como vieron que la Operación no se terminó dando como estaba planificada, se asustaron y cuando empezaron a ser llamados de los comandos fueron manipulados. Les ofrecieron que si declaraban en contra de sus superiores, no los iban a meter presos, pero aun cuando lo hicieron igual los detuvieron, los torturaron y los maltrataron porque cayeron en su juego».

Sobre cuántos militares estaban comprometidos, sacan la cuenta de un destacamento con 200 hombres, además de unas unidades militares que no se plegaron, además unos 120 comandos del Sebin, así como unas unidades que no llegaron porque estaban en espera del desarrollo de los acontecimientos, además de las unidades policiales.

«Este movimiento generó una brecha. El militar venezolano tiene que alzar la voz y perderle el miedo a los corruptos, para avanzar y recuperar el país».

Les pregunto qué los impulso a ellos a dar ese paso del 30A, a riesgo de perder su carrera, la amenaza contra ellos y sus familias, de correr el riesgo de perder la libertad e incluso la vida.

Respondieron que «había una negociación de alto nivel que garantizaba un alto porcentaje de que la operación iba a ser exitosa y se garantizaba una negociación en paz«.

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