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Mendoza Potellá: “Son inviables nuevos proyectos en la Faja del Orinoco”

El especialista en hidrocarburos recomienda al Gobierno priorizar en los yacimientos de gas natural por encima de los campos petroleros.

En un artículo de opinión titulado Apuntes de política petrolera, publicado este martes en aporrea.org, Carlos Mendoza Potellá, experto en temas petroleros, desmonta la tesis de que Venezuela es una potencia petrolera y que el destino energético de la nación será siempre ese, extractor de un material precioso y generador de una inmensa y eterna renta.

 

“La posición de nuestro país en esa historia y en el desenvolvimiento futuro de una industria condenada a minimizarse en el largo plazo, por los cambios tecnológicos en curso universalmente y por su propio papel en la generación de gases responsables del efecto invernadero”, asegura Mendoza Potellá, quien explica que las política de producción y desarrollo de la industria petrolera venezolana tiene que formularse dentro de un panorama global en donde se enfrentan los intereses de muchos centros de poder y en especial el del capital financiero internacional.

 

“Las perspectivas, a mediano plazo, son de un difícil estancamiento de los niveles de producción y una tendencia indetenible a su disminución, tanto por la declinación de los campos convencionales que ubicaron al país como fuente principal de petróleo a nivel global desde 1925 hasta nuestros días, como por la inviabilidad en el mediano plazo, en términos de precios y costos, de un relevo garantizado por la expansión de los campos de la Faja de Orinoco”, añade.

El especialista refiere que  aunque esta pueda ser una visión pesimista, son variados los retos que debe enfrentar una política económica que pretenda construir un país realmente productivo, creador de valor y no beneficiario o parasitario de una renta producto de la fertilidad petrolera del suelo venezolano.

En definitiva, y a su juicio, no se trata de una simple política petrolera, de expansión a todo trapo de la producción, independientemente de las restricciones que imponen los mercados, entre las cuales la principal es la de renuncia de la soberanía sobre los recursos minerales del país, sino, precisamente de cómo afrontar las realidades contemporáneas en esta materia y, sobre todo, cómo construir las bases de una Venezuela post-petrolera y no extractivista.

Apostar por otro recurso

Para Mendoza Potellá  es urgente deslastrar a la propia planificación petrolera de la mitología expansiva y centrarla en proyectos viables y rentables en el corto y mediano plazo, que se constituyan en los puentes indispensables hacia una economía más diversificada.

 

“Es vital la consideración como prioridad nacional el desarrollo de los yacimientos de gas natural, asociado y no asociado. Su extracción es urgente, paradójicamente, para ayudar a la producción petrolera en los envejecidos campos convencionales, enfrentados ya a su fase de declinación y que plantean requerimientos de estímulo energético para extender su vida productiva”, sostiene el experto.

Según su artículo, el destino prioritario del gas natural deberá ser el mercado interno, para los proyectos de gasificación directa de los hogares, para la alimentación de plantas de generación eléctrica que todavía consumen costosos hidrocarburos líquidos, sustitución de gasolina en vehículos y, desde luego para usos petroquímicos. En segundo lugar, para el suministro hacia nuestro entorno caribeño.

 

“Es importante lo que se ha hecho, hasta ahora y a un altísimo costo, en la Faja Petrolífera del Orinoco, pero en las condiciones actuales son inviables nuevos proyectos de ‘mejoramiento’ en los bloques asignados, cuya actividad ha quedado estancada sine die en la ‘producción temprana’. Mientras tanto y desde ya, es primordial mantener e incrementar la producción de crudos livianos y medianos en las regiones tradicionales, entre otras cosas, para hacer comercializable, vía mezclas, a la mencionada ‘producción temprana’ extrapesada, que hoy obtiene sus diluentes de la importación, lo cual, como es obvio, reduce significativamente su rendimiento económico”, detalla.

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