Diego Padrón a VERSIÓN FINAL: “En medio de la ola de represión se pueden fabricar expedientes”

Al cierre de la centésima séptima asamblea plenaria ordinaria del episcopado venezolano, el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Diego Padrón, aclaró algunas dudas sobre el documento de exhortación pastoral en el que la Iglesia se muestra a favor del diálogo, pero con condiciones.

Expresa su preocupación por la cantidad de personas que comen de la basura, además de la falta de alimentos y medicamentos. Padrón se tomó unos minutos y respondió algunas preguntas de Versión Final.

¿Qué avances hubo en la reunión del 13 de enero entre los mediadores, Gobierno y oposición para el diálogo?

—Ninguna. No se dio la reunión prevista tal y como se preveía.

¿Pero hubo presencia de los facilitadores del Vaticano?

—No tengo mayor información. Solo se sabía que el secretario de Unasur vendría. No señaló fecha precisa, estamos a la expectativa. La Nunciatura es la que se hace eco inmediatamente de la información del Vaticano.

¿Por qué el Vaticano, no asume una posición más contundente como lo ha hecho la CEV ante la crisis venezolana e insiste en el diálogo?

—El Vaticano no es parte de la mesa de diálogo. Vino a facilitar los encuentros entre las dos partes. No hay que ponerlo como protagonista sino como acompañante. El rol de un facilitador es ser imparcial; y en el caso de la Iglesia ha ayudado junto con otros facilitadores.

¿Qué avances ve la CEV del diálogo tras la última reunión?

—Ahora es el momento de preguntarnos qué ha sucedido con esos acuerdos. ¿Por qué el Gobierno no ha cumplido todo? Eso está señalado en la carta del Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, que fue precisa y pone las condiciones para que las dos partes lleguen a un acuerdo.

Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello lo han acusado de boicotear el diálogo. ¿Se siente responsable del fracaso de los primeros encuentros?

—Es una opinión respetable, pero no estoy de acuerdo porque no coincide con mi postura. Hemos mantenido una posición clara: El dialogo sí, como mecanismo que lleva a la solución de conflictos. Lo que he objetado es la metodología, la falta de objetivos claros para cumplir los acuerdos.

¿Qué efectos tuvo la comunicación de Pietro Parolin?

—Solo puedo decir que en la carta de Pietro Parolin la Iglesia puntualiza lo que es necesario para el diálogo. Se resume en la solicitud del cumplimiento de los cuatro acuerdos, la carta es valiosa, doctrina fundamental de la Iglesia.

¿Cómo evalúa la Iglesia la actuación del Gobierno ante la detención de varios dirigentes opositores de bajo perfil de la oposición?

—Hay una percepción de que hay una ola de represión y búsqueda de encarcelar a los disidentes. Sabemos cómo es el sistema.

¿A qué se refiere con que conoce el sistema?

—Sabemos que se puede fabricar un expediente y por eso queda duda sobre las aseveraciones, sobre los delitos de tal persona, y aún cuando, por ejemplo, los presos que son presos de conciencia, no se les puede condenar sin un juicio.

Ante este panorama de represión ¿cómo queda el diálogo?

—Lo que pasará en el país es lo que decida la sociedad. Nadie puede quedarse al margen, todos tenemos que sentirnos responsables del futuro de la sociedad. Depende de la actitud de los ciudadanos.

¿Y qué recomienda?

—La invitación es a no quedarse de brazos cruzados, a no resignarse, a emitir acciones que sean favorables para alcanzar la reconciliación, pero también para alcanzar comida, medicinas, etcétera, y el mejoramiento radical en relación con la lucha contra la corrupción y por la honestidad y la valoración de la ética personal, así como la institucional.

Se insiste en elecciones y para este año corresponden las de gobernadores que quedaron rezagadas del 2016, y las de alcaldes que corresponde a este año. ¿Por cuál apuesta la Iglesia para la resolución de la crisis?

—Yo no sabría definirla, eso es un asunto más de carácter político y los políticos tienen su voz y papel importante. No quiero invadir ese campo.