Marabinos cumplieron su día 50 con protesta
50/50. La cifra es proporcional: cincuenta muertos y día número cincuenta de protestas nacionales. Casi uno por día.
La señora del mapa de Venezuela ennegrecido es del grupo de Paúl Villasmil. El muchacho, estudiante de Contaduría Pública, se mantiene hace dos semanas en la calle. La doña, desde hace cincuenta día, también. Maracaiberos colmaron ayer la plaza José Ramón Yépez y la Plaza de Las Madres. Llegaban en grupo, con pancartas y gorra tricolor.
El joven viste negro de arriba abajo: gorra, camisa, pantalones, botas y bandera. Se aplicaba bicarbonato y Maalox disueltos en 95 % de agua.
—Yo lucho, lucho por mí y por Paúl Moreno. Que su muerte no sea en vano—.
No eran las 10:00 a. m. cuando una de sus compañeras de grupo lo llamó para trancar la vía. Miles de muchachos rondaban la plaza del Día de las Madres. Se confundían con adultos y ancianos. Incluso con una pareja de 80 años que caminaba tomados de la mano. Ambos de zapatos deportivos y gorras.
La señora del mapa ennegrecido se llama Nancy Mercado. Pasó delante de la pareja de abuelos y se mezcló con los muchachos que cerraron la avenida principal. Alzó el mapa y gritó no más sangre.
—¿Qué simboliza el mapa?
—Venezuela, como madre patria, llora a sus hijos. A sus 67 años, no tiene miedo.
Concentración unida
Paúl Villasmil tomó la vía contraria. En vez de pararse junto a Nancy Mercado, donde estaba un señor con un letrero que decía yo solo le temo a Dios, se fue hacia el otro lado.
Iba camino a buscar a una de sus compañeras y entonces tuvo un altercado con una de las manifestantes.
—Deberías quitarte la franela de la cara, hijo.
—Señora, esto me protege de las bombas.
—Pero van a creer otras cosas...
—Lo que tienen que creer es el futuro del país.
La doña se dio la media vuelta. Justo frente a ella daba vueltas en círculos William Paz.
Villasmil es del grupo de la resistencia. Devolvedor de bomba. Si un funcionario de la GNB lanza una lacrimógena, él espera que caiga al suelo, que levante polvo, la toma en sus manos enguantadas y la devuelve.
En la plaza José Ramón Yépez hubo personas con banderas y pancartas. Salieron a las 10:30. Quizá más de uno se habría parado frente a William Paz para preguntarle por qué tenía un colla de cartuchos y bombas. Y él habría respondido de la misma manera que lo hizo en el transcurso de la caminata: “Esos son los alimentos y las medicinas que Maduro nos da a los adultos mayores”.
Ambas caminatas se unieron en la avenida 10 después de recorrer la calle 72. Allá, recordaron los 50 muertos de estos 50 días de protesta y los 13 mil heridos, especialmente a Paúl Moreno, el muchacho a quien atropellaron en la avenida Fuerzas Armadas el miércoles. Paúl, hermano, tu muerte no fue en vano, gritaban.
Dirigentes políticos estuvieron al frente de ambas concentraciones. Todos coincidieron en un punto: La democracia radica en el poder del pueblo. Continuarán en la calle.
