El diario plural del Zulia

Maduro rehúye del debate pese a prometer participar

El mandatario nacional se comprometió, en febrero, a estar en un debate público, con quienes inscribieran sus candidaturas

Tras 19 años en el poder, a partir del primer período de Hugo Chávez Frías, luego de su victoria ante Henrique Salas Römer, en 1998, y desde 2013, cuando Nicolás Maduro derrotó -con un polémico resultado- a Henrique Capriles Radonski, los candidatos que encarnan el socialismo del siglo XX siempre se negaron a participar en un debate electoral televisado por la silla de Miraflores.

“Me comprometo ante la opinión pública a participar de cualquier debate presidencial que se convoque con los candidatos y candidatas que se inscriban. Desde ya me comprometo a debatir, de cara a las televisoras, redes sociales, debate público nacional”.

Las palabras pertenecen al jefe de Estado y actual aspirante a la reelección, quien el jueves 22 de febrero pasado, en vísperas del inicio de una campaña marcada por el mensaje abstencionista de un amplio sector opositor y con los comicios bajo la lupa en su legitimidad, juró en transmisión por Facebook Live, debatir con sus adversarios políticos. Fue una promesa para todos los candidatos que se inscribieran para las elecciones del 20 de mayo.

Quince días después, el mandatario nacional se mostró ajeno a su compromiso, cuando el 9 de marzo descartó participar en un debate público, al asegurar que “ya el debate empezó” en la calle, entre los modelos de país que ambos proponen. Este martes, Henri Falcón, candidato de Avanzada Progresista y otras organizaciones al margen de los partidos que integran la Mesa de la Unidad (MUD), llamó a Maduro a honrar su palabra y darle la cara al pueblo venezolano.

“Estoy esperando el debate dónde diga, cuándo diga y el tiempo que quiera, porque además el país lo reclama. Eche pa’lante, hermano”, retó públicamente Falcón a Maduro. En la misma línea se mostró el pastor evangélico Javier Bertucci, candidato por el Movimiento Es Por el Cambio, quien dijo estar dispuesto a confrontar sus propuestas públicamente.

Demasiadas costuras

Maduro es demasiado vulnerable para ir a un debate, es demasiado débil para defender sus obras”, explica Leoncio Pinto, profesor jubilado de la Escuela de Sociología de la Universidad del Zulia (LUZ), donde impartió la cátedra de Teoría Política. ¿La razón? La figura de Falcón, a juicio de Pinto, no termina de despegar, víctima de las descalificaciones del ala opositora que conforma la MUD, con el Frente Amplio como paraguas de hierro. “Le daría a Falcón relevancia, mayor presencia. Maduro tiene más que perder que ganar”, afirma.

Pinto cree que Maduro no debatirá públicamente bajo ningún contexto. Reconoce que como maquinaria política el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) resulta muy eficaz en su labor de marketing y en la estrategia electoral, pero el Gobierno tiene un amplio rechazo por su incapacidad para resolver los problemas básicos como la hiperinflación, inseguridad y carestía de medicamentos. Lamenta que en Venezuela no se debata democráticamente. “Aquí se descalifica al opositor. No existe posibilidad de diálogo o confrontación democrática. Eso ha empobrecido el funcionamiento democrático”.

Ritual democrático

Para Carlos Raúl Hernández, Ph.D y magíster en Ciencias Políticas, el debate es una especie de ritual democrático. “Al autoritarismo no le gusta debatir”, re ere sobre el fenómeno que se cierne en los 19 años de vigencia del actual proceso revolucionario. “Todo el país estaría atento a las ideas y propuestas. Sería interesantísimo saber, por ejemplo, cómo es que se come esa reforma en materia monetaria que quieren vender como la panacea”, suelta.

Hernández recuerda que Hugo Chávez en la víspera de las elecciones de 1998 se negó a debatir con Salas Römer, con todo y que ya habría dado su palabra en Venevisión, donde llegó a promocionarse el encuentro y la discusión entre los entonces candidatos a la presidencia. Antes, ese mismo año, Globovisión emitió un debate entre Chávez y Claudio Fermín.

Antes de ellos, en 1963, Arturo Uslar Pietri estuvo cara a cara con Rafael Caldera y en 1983, Caldera se enfrentó a Jaime Lusinchi. “Henri Falcón debe insistir en que den ambos la cara frente al país como Maduro se comprometió”.

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