Luis Almagro lamenta sensible fallecimiento de Bernardo Álvarez [ +Comunicado]
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, publicó condolencias sobre el fallecimiento del Embajador de Venezuela ante la OEA, Bernardo Álvarez.
“Debo expresar mi más profundo pesar por el fallecimiento del Representante Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Embajador Bernardo Álvarez”, dice el comunicado.
Destacó: "El Embajador Álvarez poseía extraordinarias capacidades diplomáticas pero por encima de ello era una persona de bien, quien siempre actuó con la más admirable decencia pública y con el más profundo sentido del deber".
Álvarez era oriundo de Carora, estado Lara, nació el 18 de agosto de 1956. Era licenciado en Ciencias Políticas de la UCV. Estaba casado con Margaret de Álvarez, con quien tuvo dos hijas y un hijo.
El diplomático estaba al frente de los organismos regionales Petrocaribe y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Desempeño funciones como Director de Cooperación en el Rectorado de la Universidad Central de Venezuela, Director General Sectorial de Hidrocarburos en el Ministerio de Energía y Minas y Viceministro de Hidrocarburos en el Ministerio de Energía y Minas, entre otros cargos.
Lea aquí el comunicado completo.
Hoy debo expresar mi más profundo pesar por el fallecimiento del Representante Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Embajador Bernardo Álvarez.
El Embajador Álvarez poseía extraordinarias capacidades diplomáticas pero por encima de ello era una persona de bien, quien siempre actuó con la más admirable decencia pública y con el más profundo sentido del deber.
Todos debemos elogiar su demostrado compromiso con sus convicciones políticas, sin que ellas lo cegaran sino que por el contrario le mostraban el camino de la acción, sin fatiga y sin pausa.
Tenía un profundo sentido de la justicia social y de aquello que la política debe hacer por los pobres y por los más desposeídos. Esa causa suya es la causa de todas las Américas, el continente más desigual de todos.
La fuerza demostrada por el Embajador Álvarez para dialogar, y buscar consensos, actuando con profundo respeto de las investiduras propias y ajenas será siempre considerada por mi, como ejemplar.
Cuanto más difícil era el marco de una negociación o de una situación política, más podíamos contar con su vigor intelectual y su don de gente.
