El diario plural del Zulia

Los tormentos de Nicolás Maduro

“Yo duermo tranquilo. Duermo feliz, duermo como un niño”, dijo el primer mandatario a Christiane Amanpour, en el año 2014. Persecución en la Fanb acentúa la crisis política

La Encuesta Nacional sobre Condiciones de Vida (Encovi) de 2017 registró que en los últimos cuatro años, los hogares en condición de pobreza por ingresos pasaron de representar 48,4% a alcanzar un inédito 82%. Los venezolanos dicen haber perdido 11 kilos en promedio.

La estadística al confrontar la realidad le arrebata el sueño al venezolano, quien perdió progresivamente su capacidad de conciliar el sueño. Se ha vuelto noctámbulo, preocupado por la escasez de alimentos, medicamentos y ansioso por la hiperinflación que le descose los bolsillos. Sin embargo, analistas aseguran que el pueblo no se encuentra solo en esa inquietud.

En el mismo desvelo y poca sintonía con la almohada pudiera encontrarse el presidente Nicolás Maduro, pese a que el 8 de marzo de 2014 aseguró a la periodista de CNN, Christiane Amanpour, “Yo duermo tranquilo. Duermo feliz, duermo como un niño”.

“Tengo tranquilidad espiritual y sobre todo la tengo porque sé que he sido leal y que estoy cumpliendo con el legado de ese hombre maravilloso, de ese gigante que es Hugo Chávez”, expresó Maduro en una entrevista a Amanpour, con motivo del primer aniversario de la muerte del expresidente Chávez, divulgada por la cadena estadounidense.

Para Morelba Brito, analista político, directora de la Escuela de Sociología de la Universidad del Zulia, el Presidente en estos momentos “debe tener pesadillas”, ante todos los movimientos de persecución que se ha montado desde el Gobierno a algunos factores militares que fueron claves en el proceso  de las asonadas del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992.

La degradación de militares, con la detención de nueve uniformes verdes, rango medio y del MG. Miguel Rodríguez Torres, marcan una tendencia compleja. “Por supuesto uno puede deducir que el Presidente no debe estar durmiendo como un bebé”, dice.

De acuerdo con la experta, el primer mandatario nacional ha tratado de estructurar la institucionalidad que tiene bajo su control que incluye al sector militar. “Para resguardarse, resguardar su poder  a través de las instituciones, pero parece que hay resquebrajamientos claves en el sector militar”.

Brito sostiene que al malestar castrense nacional lo atiza la comunidad internacional y la administración del presidente de Estados Unidos, Donald  Trump, quien, a través de las sanciones a funcionarios venezolanos, impulsa una propuesta pública de recuperar la institucionalidad democrática en Venezuela.

“Yo  me imagino que eso no puede dejar dormir como un bebé a Maduro y me imagino que las últimas acciones que tienen que ver contra algunos factores del sector militar, tendrán algo que ver”, afirma Brito.

Según la especialista, el macroproblema del Gobierno “es que ha demostrado que no tienen la capacidad, no han podido resolver los problemas públicos, controlar la economía, como ellos creen que podría hacerse. Los servicios públicos, agua, luz, teléfono, gas, están colapsados, al igual que el sistema sanitario, el sector educativo, incluyendo el sistema de educación superior, me imagino, que si son seres humanos, con algo de sensibilidad, eso debe preocuparle”.

“Imagínate a un gobernante que vea que los problemas le crecen en la mano, que los problemas se les escapan de las manos,  pero además está recibiendo constantes presiones  de la comunidad internacional y de factores internos, es para no conciliar nunca el sueño”, insiste.

El presidente, de acuerdo con la socióloga, le tiene más miedo a perder unas elecciones a que lo desplacen  por una vía violenta. “Creo que su juego es, yo aquí estoy blindado con el Consejo Nacional Electoral(CNE), el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la Asamblea Nacional Constituyente(ANC), a mi no me van a sacar por la vía democrática. La única manera que tienen de sacarme a mí, es por la vía de la fuerza y entonces quedo como una víctima”.

Sin poder ir por la calle

Jorge Roig, economista, expresidente de Fedecámaras y miembro de la comisión de apoyo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en las reuniones de negociación con el Gobierno en República Dominicana, considera que el presidente Nicolás Maduro le teme a su sustentación en el poder “Es súper débil”, expresa.

“Sabes lo triste que es para un Presidente que no pueda caminar por las calles, que no puedas dar un discurso que no sea pagado, que no sea  a través de la negociación del hambre de los venezolanos que compres tu voto y su conciencia, que tu tengas tu sustento exclusivamente en un grupo militar que te sostiene en el poder, es una tristeza, es una infelicidad”.

En su opinión, además de ser el Presidente más impopular, es el Presidente más infeliz. “Es un infeliz, ese señor no tiene un día tranquilo, todos los días tiene que estar mirando enemigos por todos lados. Sus cercanos colaboradores no le ofrecen confianza, además se sustenta en un poder militar que es precario también porque evidentemente no se están encargando las fuerzas militares de cumplir con la Constitución”.

Miedo a perder el poder

Ramón José Medina, exsecretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), exdiputado del Congreso Nacional, hoy Asamblea Nacional, afirma que el presidente Maduro no conquista el sueño, “porque tiene miedo a perder el poder. Yo creo que de su propio seno, de ese grupo, hay una conspiración para salir del él”, opina.

“Ya hay  evidencias, a mi juicio, de que a lo que más le teme es a un problema de adentro, desde donde se desarrolle un posible golpe de Estado. Eso de dormir como un bebé me recuerda al famoso chiste, es probable que se despierte cada dos horas y medias orinado y llorando, por no decir otras cosas”, acotó.

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