El diario plural del Zulia

“Lo de Leopoldo, Ledezma y Rosales es una barbaridad del Gobierno”

A sus 84 años, Douglas Bravo mantiene intacta su alma y espíritu revolucionario. El exlíder guerrillero, considerado el máximo jefe de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) en la década de los 60 y 70,no cree en la guerra económica. “Existe una guerra de este gobierno contra los productores, contra el pensamiento, contra las universidades. Las quiere doblegar. Las ataca. Les quita el presupuesto. Acabó con los laboratorios. Acabó con la ciencia”.

Bravo califica al actual gobierno como una dictadura de la época moderna. Considera que el problema es que estamos en presencia de un régimen que fue apoyado por el pueblo y por un ala de la izquierda. Asegura que la vieja izquierda , la que fue a la guerrilla, se convirtió en la nueva derecha. “Es incapaz de dirigir un país. Vendió la República. Vendió toda la soberanía. Las empresas mixtas, son la expresión más adecuada de esa venta que hizo esa izquierda, que ya no es izquierda. Es un brazo de las potencias. Primero fue de Estados Unidos con la Chevron, Texaco y al EssonMobil y luego pasó a China, Rusia y a Bielorrusia”.

—¿Cuál fue el mayor error y el mayor acierto del presidente Hugo Chávez?

—El mayor error es todo esto que le estoy diciendo y el acierto único es que haya podido unirse en un momento dado  al Partido Revolucionario de Venezuela (PRV), que estuvo con nosotros diez años militando, hasta 1991. Nosotros no lo acompañamos para el 4F. Después él se fue con los sectores conservadores.

—¿Cómo resumiría esos errores?

—-La venta de la soberanía. Le pongo un solo ejemplo. Óigame esto. Las empresas mixtas señalan en su articulado lo siguiente. A partir de la firma del contrato, la empresa mixta: Chevron, Texaco, EssonMobil, Shell, Phillips, ahora las rusas y chinas, pasan a ser propietarias del 40 por ciento del territorio que se entrega. Ponte que sean 4 mil kilómetros cuadrados. Pasan a ser propietario con el 40 por ciento, por 40 años, más el 30 de prórroga. Hemos vendido la nación, casi por un sículo. La vendió Chávez.

—¿Maduro termina su período presidencial?

—En Venezuela se está gestando un proceso que será recordado y oído mundialmente, que significa una transformación total de la sociedad venezolana. Algo así como la Revolución Francesa con la ilustración. Habrá un cambio de civilización.

—¿En qué consiste ese proceso?

—Se requiere una rebelión del pensamiento, una rebelión de la espiritualidad, una rebelión de las palabras, una rebelión de la poesía, una rebelión humana, para que Venezuela ocupe el sitial que le corresponde por sus tareas que viene realizando desde la llegada de Colón, hasta nuestros días. Los indígenas resistiendo, los negros después, luego la Independencia, la Guerra Federal, el 23 de enero. Se requiere ahora, ese impulso tremendo. Usted entenderá si podrá terminar Maduro o no.

—¿Está unida la Fuerza Armada Nacional Bolivariana realmente en torno a la defensa del proyecto revolucionario?

—La Fuerza Armada Nacional siempre ha tenido un sector enteramente reaccionario, pero siempre ha tenido un sector patriótico, revolucionario. Y hoy existe, frente al sector reaccionario y corrompido, un tremendo sector patriótico, que su primera acción fue tomar el barco en Guyana sin orden del Presidente de la República y lo hizo preso, porque estaba en territorio venezolano, que es nuestro, pero que Guyana dice que es de Guayana y detuvieron al barco con 150 personas y los trajeron presos hasta Margarita. Ese gesto patriótico, es como el gesto patriótico de Hugo Trejo, el 1 de enero, antes de caer Marcos Pérez Jiménez.

—Usted apuesta por una Constituyente.  ¿Puede sustentar por qué?

—Yo apuesto por una Constituyente originaria. Originaria, eso viene de la Revolución Francesa. Hay hechos constituyentes del pueblo, decían los reyes, los monarcas, los zares, los que mandaban en el planeta: “Estamos ungidos por Dios”, y un gran teórico de la Revolución Francesa, Emmanuel-Joseph Sieyès, dijo: ‘No, el único que puede ungir a un gobernante es el pueblo y el pueblo va a ungir a los gobernantes’. Hizo la Revolución Francesa y los ungió para que gobernaran.

—¿Cree usted que después de la era Maduro se pueda gobernar al margen de la polarización. O avizora liderazgos sólo desde la MUD y desde el PSUV?

—Viene un gobierno. Viene un Estado. Viene una nueva jefatura, que no está ni en la Mesa de la Unidad Democrática ni en el gobierno, pero que va a atraer a la mejor gente que viene del gobierno, como Víctor Poleo, que fue viceministro del petróleo con Alí Rodríguez y Chávez. Va a tener esa MUD aquí, a hombres como José Guerra, que está en la MUD. Va ese gobierno a tener hombres como Orlando Chirinos, economista, un brillante economista. Va a tener a los militares patriotas, que están marginados por el gobierno y que muchos están presos. De tal manera que será un gobierno de amplitud. Será una alianza de patriotas y revolucionarios.

—¿Eso va a suceder cuando?

—-Nunca las fechas históricas se han puesto. Vienen. Pero están cerca de venir.

—¿Lo de Leopoldo López, Ledezma, Rosales…Cómo lo califica?

—-Esa es una barbaridad del gobierno. Si los del gobierno fueron perdonados por Caldera (Rafael) hubieran hecho un gesto que lo felicitaría el mundo entero, sacando a estos de la cárcel.

—¿En qué se parecen los colectivos sociales, sus líderes, en comparación con la guerrilla que usted representó?

—De los líderes sociales hay alguna gente buena, pero en su mayoría son una dependencia total de Miraflores, del poder ejecutivo. No tienen autonomía. Ahí no hay nada de pueblo. Hay ahí dinero, armas y más nada. Ahí no hay en absoluto lo que puedan llamarse colectivos, que representen a una verdadera comuna. No hay comuna. Esas llamadas comuna, es otra cosa verticalmente dirigida. Dictatorialmente dirigida.

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