El diario plural del Zulia

La vieja “Flor de la Abundancia” retoña en las redes sociales

Expertos atribuyen el resurgimiento de los sistemas piramidales a la falta de educación financiera ante la crisis económica y la baja capacidad de compra del bolívar

“Invierte 100 dólares y gánate 800”, es la frase que, junto a una colorida flor con 15 pétalos, engancha a decenas de personas a través de estados en WhatsApp, Instagram y Facebook.  

Ante la coyuntura económica y la pérdida del poder adquisitivo del bolívar, la oferta luce atractiva para quienes desconocen el origen de esta práctica y desean obtener jugosas ganancias de activos de manera fácil.

La conocida “Flor de la Abundancia” es una nueva denominación que se le da al antiguo sistema piramidal de obtener ganancias tras los aportes de nuevos inversores. Lo que diferencia hoy, a la práctica con casi un siglo de existencia, es la fuerza que toma en la captación de nuevos participantes a través de las redes sociales y la inversión en dólares, en el caso venezolano.

El juego

Quienes defienden el éxito de la Flor explican que, de los 15 participantes, lo ideal es que los que ingresen al negocio empiecen por el cuarto nivel, conformado por ocho pétalos. Su función es aportar la cuota que se impone para entrar en el juego,  puede variar entre los 20, 50, 80 o 100 dólares.

Estos ocho miembros suben de nivel conforme ingresan nuevas personas. El tercer nivel está formado por cuatro pétalos y el segundo por dos, en estos puntos del juego las personas solo se dedican a reclutar más postores.

Cada vez que alguien llega al centro de la flor y recibe ocho veces el dinero de su inversión, esta se divide. Los dos que están en el segundo nivel pasan a liderar su propia flor y los demás niveles se dividen en partes iguales cada una en busca de otros ocho que los hagan subir de nivel a cada uno.

“El reto es conseguir más y más gente, sin importar el nivel donde estés porque eso es lo que garantiza el pago de cada participante. Es imposible que falle si todos los que le entran a esto son conocidos y se hacen responsables del pago”, expresa convencido de los frutos de la flor, Oscar Araujo, quien en tres días alega haber llegado al segundo nivel.

El joven de 28 años de edad colocó sus ahorros en manos de quienes confía y le venden la idea de que el negocio realmente funciona. “Mis amigos ya recibieron su pago y hay muchos que están en varias flores al mismo tiempo para recoger más dinero”, asegura.

Raíces de estafas   

La práctica del sistema piramidal también conocida como “Flor de la Telar” o “Célula de la Gratitud” remonta sus orígenes a la gran estafa hecha por el italiano Carlos Ponzi en Estados Unidos en 1920. El reconocido estafador vendía los cupones de respuesta internacional con beneficios de hasta el 100 % tras utilizar el capital de nuevos inversores que se sumaban a su sistema.

Daylin Márquez participó hace tres años en el mismo sistema, solo que ella lo conoció como “La Rueda” y la cuota a pagar era 2 mil bolívares. “Nunca recibí ningún pago, incluso solo llegué al nivel de los ocho pétalos. Eso no es más que una estafa de la que la gente se debería cuidar y mucho más si es en dólares”.

Para Andrea Cruz, segunda presidenta de la Unión Empresarial del Comercio y los Servicios del Estado Zulia (UCEZ), la gran estafa en Maracaibo llega cuando muchos de los que intentan negociar con este mecanismo en escalas se aprovechan para estar en el primer nivel siempre y salirse enseguida, generar distintas flores solo para cobrar.

“Lo que sucede en Maracaibo es que lo están tomando como un juego, la gente se coloca automáticamente en el medio y arma dos o tres flores en la misma semana. De ninguna forma eso está bien, además es ilógico porque cómo 100 dólares de la noche a la mañana se convierten en 800 dólares, ni trabajando un mes completo con 7 u 8 horas al día puedes lograr eso”, acota Cruz.

La agremiada refiere que en Caracas la práctica se conoce como “El mandala” un sistema que se extiende un poco más y quienes llegan al primer nivel no salen del juego, si no que vuelve a invertir para garantizar que los participantes a quienes incluyó también reciban su parte.

“En El mandala lo profesionales se ayudan unos con otros, hay quienes han cobrado hasta 13 veces, las personas se ayudan entre sí y buscan la manera de que ninguno pierda”, precisa.

Falta de educación financiera   

Pese a que el sistema de ganancias en pirámide no es una actividad nueva, en Venezuela se acrecienta el número de personas que desean ingresar a la vuelta por la crisis económica latente.

Para el analista económico, Orlando Cuicar que la gente prefiera ganar dinero con menor esfuerzo, en lugar de ofrecer servicios tangibles, responde a la falta de educación financiera que persiste en la población.

“Las redes sociales hoy influyen porque la gente non investiga quiénes son los que ofrecen este negocio, de dónde son y cómo es la empresa. Las personas ven este tipo de actividades muy atractivas porque te hablan de una inversión muy baja con una rentabilidad muy alta, por eso la tentación de invertir en lo que al final resulta un fraude se hace viral”, precisa Cuicar.

Pese a que no existe un mercado legal que enmarque esta actividad, el experto resalta que si continúa su proliferación se puede generar una desconfianza en los mercados alternativos relacionados con las finanzas digitales.

“Lo que yo recomiendo a la gente es sentido común. No hay negocios con grandes márgenes de ganancias si no se documenta el origen de estas actividades. Incluso, hay mafias organizadas que usurpan identidades en redes sociales a cuentas con grandes cantidades de seguidores para engañarlos y, con buena reputación hacer que otras personas caigan”, puntualiza.

Prevé que cuando la marea de interesados baje y deje de inyectar dinero a este sistema, muchos serán los estafados que quedaran a la meced de un juego trancado.

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