El diario plural del Zulia

La transición implica una negociación política

datosversionfinalRevocatorio, enmienda o renuncia: comoquiera que se materialice la salida del presidente Nicolás Maduro, tiene que haber un acuerdo entre la Asamblea Nacional, lo que queda del Poder Ejecutivo y lo que sostiene al Ejecutivo, que no es el pueblo sino los militares”. Esto es necesario para una transición política, dice Carlos Raúl Hernández, doctor en Sociología y magíster en Ciencias Políticas por la Universidad Central de Venezuela (UCV).

Y este acercamiento no se limita a dialogar: “Tiene que haber una negociación y un acuerdo político. Y es bueno que lo entienda todo el país: aquí no hay salida sin acuerdo político, a menos que quieran que se produzca un golpe de Estado”.

¿Pero quién puede o debe tomar las riendas de esa transición, que implica ejecutar medidas económicas impopulares que pueden sepultar la carrera del dirigente que las asuma? Hernández dice no tener un candidato, pero cree que el costo político que acarrearán esas decisiones será más leve que las penurias que ya ha soportado el pueblo.

“Cuando hay programa de ajustes lo que se produce inicialmente es un impulso al alza de los precios, se restringe el ingreso de la gente. Hay que reducir los gastos sociales para equilibrar la economía. Pero el Gobierno acabó con los programas sociales, la inflación de Venezuela es la más alta del planeta, los aumentos de salario son ridículos frente al aumento de la cesta básica. Ya los venezolanos están viviendo una situación mucho más ruda que cualquier ajuste”.

El deterioro de la calidad de vida durante una eventual transición, asegura, puede ser menos traumático de lo que se imagine. “Ya es muy difícil que la condición social de la gente baje más, lo que queda ahora es que suba si hay un cambio de gobierno”.

Acuerdo en marcha

nicmerversionfinalPara Nicmer Evans, politólogo y dirigente de Marea Socialista, ya hay una negociación en marcha, y del lado de la oposición el vocero es Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional (AN) y líder de Acción Democrática (AD).

“Sé que Ramos Allup se sienta con el PSUV. Estoy absolutamente convencido, por las declaraciones que manejo, que aquí de la oposición quienes están empujando el referéndum revocatorio, solamente es Primero Justicia y creo que Un Nuevo Tiempo se le sumó. Todos los demás están jugando a la línea de Acción Democrática”.

Del lado del PSUV, dice, los negociadores son de un grupo que se autodefine “antimilitarista”, y lo que se evalúa es que el referendo revocatorio se celebre en 2017. “Ramos Allup está convencido de que las elecciones tienen que ser el año que viene. ¿Por qué?, porque ellos calculan que quien tiene que tomar las medidas económicas en el país no puede ser la oposición”.

Se trataría de una previsión para que un opositor no vaya en contravía de las promesas hechas a sus electores, ya que las medidas económicas que se tendrán que tomar son neoliberales, y que incluso el Gobierno está consciente de ello.De modo que el líder de la transición tendría que ser un outsider, alguien sin aspiraciones futuras, un nuevo Ramón J. Velásquez.

Evans, sin embargo, asoma algunos de los nombres que se estarían barajando en el chavismo: Aristóbulo Istúriz, quien ya tiene seis meses en el cargo y cuya trayectoria política es amplia para  asumir la primera magistratura; Cilia Flores y Diosdado Cabello. Los dos últimos aspirarían a esa posición por instinto de preservación en el poder.

“La presión de ese sector (del PSUV) es decidir quién va a ser el vicepresidente, para decidir si va a durar tres, seis meses de presidente; es el que va a convocar a unas elecciones generales, es el de transición; es el que no va a lanzarse de nuevo porque no va a ganar nunca, es el que va a tomar las medidas neoliberales, el que va a garantizar que no haya nadie que pague las consecuencias de lo que ha pasado hasta ahora, y que va a hacerle el piso a la oposición para que llegue al gobierno sin el trauma de haber tomado la decisión”.

 

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