El diario plural del Zulia

La leche se consigue, pero bachaqueada a Bs. 2.000 el kilo

El mercado de Los Plataneros está movido, a pesar de que es Día de Reyes. Hay bolsas de té instantáneo y sacos de alimento para perros. Pero al igual que en los supermercados, no hay leche en polvo completa. Nada. Cero.

—¿Amigo, tienen leche en polvo?

—No, vete más arriba, allá debe haber, contesta el joven que atiende uno de los locales.

Pero más arriba tampoco hay. “Aquí vendíamos de todo eso. Huevos, leche en polvo, pero el Gobierno desapareció toda esa vaina”, comenta un vendedor de queso.

En el mercado Las Pulgas, en el centro de Maracaibo, sí hay, pero hallarla supone un secretismo comparable solamente con la adquisición de estupefacientes.

La búsqueda

—¿Hay leche en polvo, completa?

—Sí hay, pero está guardada. Tiene que darme el dinero y yo se la voy a buscar, explica la joven wayúu que atiende la mesa de productos.

En la búsqueda entre pasillos uno puede toparse con tarantines donde se exhiben champú, toallas sanitarias, harina de trigo, pasta (larga y corta), arroz y fórmulas lácteas para niños. El precio: 10 veces por encima del costo real; otros, mucho más.

—Pero no puedo comprar una mercancía que no he visto. ¿Está empaquetada?

—Si no es así, no se la puedo vender, replica la vendedora.

Dos soldados caminan como dos compradores más en medio del mercado, ajenos a las transacciones vociferadas que se producen a su alrededor. Eso que el Gobierno también llama guerra económica. Ambos llevan la gorra en la mano. Hablan y ríen entre sus supuestos adversarios.

La siguiente negociación es un tanto más compleja:

—Maestro, ¿de casualidad tiene leche en polvo?

—¿Y esa leche para qué es?, responde el anciano, un mulato de unos 60 años.

—Para mi hijo.

—Hay un señor aquí que la vende por saco. Trae como 25 kilos.

—Qué bien, ¿y dónde puedo ubicarlo?

—A ese señor no lo vas encontrar así. Si estás interesado, me dices cuántos kilos quieres y yo lo llamo para que te los traiga

—Está bien, ¿cuánto costará cada kilo?

—1.500 bolívares.

La sensación que le deja al consumidor es que “el señor” que le consigue la leche, es él mismo.

La compra

“A veces nos llega, pero ahorita no hay”, se lamenta otro comerciante informal, que por los momentos solo vende productos de limpieza y pasta.

Justo antes de partir de Las Pulgas, aparece. “Leche Casa”, un producto revolucionario, creado para que la mayoría del pueblo pueda adquirirlo. Viene en bolsas de un kilo que en Mercal cuestan 49 bolívares cada una. En el empaque están impresas todas las buenas intenciones que motivan su venta, incluidos los derechos de la mujer.

“Cada kilo te sale en dos mil bolívares”, suelta el vendedor. Buen lector de las expresiones faciales, añade: “yo sé que está cara, pero yo compré un bulto y cada kilo me costó mil 700 bolívares. Algo le tengo que ganar”.

En la llamada guerra económica todo el mundo es soldado, lo quiera o no. Y nadie sale ileso de ella.

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