“La gente piensa que la ayuda humanitaria es un bolsa del Clap que llegará todos los meses”

En las instalaciones de la Universidad Rafael Urdaneta, (URU) de Maracaibo, se realizó el foro informativo Ayuda humanitaria y emergencia compleja desde la óptica de la universidad, en el marco del 171° periodo de secciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Cinco ponencias de personalidades universitarias, religiosas y políticas buscaron aclarar las inquietudes ante las circunstancias que vive Venezuela desde el punto de vista de los derechos internacionales.

Universitarios en el marco de la injerencia humanitaria compleja venezolana, fue el tema que inició las intervenciones por parte de la M.Sc. Karla Velazco, quien desglosó desde la perspectiva legal internacional términos como “ayuda humanitaria” e “injerencia humanitaria”.

Velazco afirma que a nivel internacional se ha reconocido que Venezuela vive una emergencia humanitaria compleja, acorde con lo presentado por la CIDH.

Describe la injerencia humanitaria como “una crisis humana”, término que puede ser usado para desastres naturales, conflictos armados y emergencias humanitarias complejas, como es el caso de Venezuela.

Precisamente el factor detonante de la emergencia es el factor político, y que va a desencadenar otros factores de toda la vida civil, político, social, económica de ese país. Tal como sucede en Venezuela, donde hay una inestabilidad política aunada a un quiebre y a una fragmentación del Estado

Paralelos

La profesional universitaria aseveró que actualmente “es desmembranda la situación del Estado”, pues afirma que hay un sistema paralelo para cada una de las entidades como las universidades, sindicatos e incluso dentro de los poderes gubernamentales.

Tenemos un tribunal supremo en Venezuela y uno en el exilio, una Asamblea Nacional, pero tenemos una Asamblea Nacional Constituyente y recientemente un presidente electo de facto y un presidente interino.

Velazco determinó que esto es un ejemplo de una estructura de una crisis humanitaria compleja, pues refleja una distribución del Estado completamente pérdida. Por lo cual se genera un quiebre de la economía formal, y además se adhieren otras situaciones.

Dentro de intervención de esta magister también se refirió a las cualidades que pueden buscar una dictadura, que comúnmente “buscan acabar con la universidades, para que los ciudadanos no tengan un conocimiento crítico, para que nadie piense distintos a ellos”. Así como atacar de forma deliberada instituciones de credibilidad como la Iglesia, las universidades y otros. Con esto hizo referencia la ponente ante la situación venezolana.

Denunció que Venezuela vive una crisis en el trasporte y lo comedores estudiantiles.  Así como informó que la deserción estudiantil de la Universidad del Zulia, de Oriente, y los Andes es de un 40% y van en asenso desde diciembre de 2018.

Otros enfoques

Como segunda ponencia, se presentó la doctora Innés Faría, para analizar la asistencia a la injerencia humanitaria. Al hablar de los derechos humanos basados en el carácter transnacional.

Desde el marco legar internacional, la ayuda humanitaria es un deber de todos los actores internacionales, como método de pronunciación ante la grave violación de los derechos humanos.

Se debe tener en cuenta que es un derecho del estado afectado a ser asistido, así como un deber de los demás en prestar la ayuda, expresó Faría.

Además, explicó que para acceder legalmente a la ayuda humanitaria se debe tener el consentimiento de la parte afectada, bajo el principio de la imparcialidad y la neutralidad. Bajo las condiciones del protagonismo del Estado y su consentimiento. Razón por la que no se debe rechazar arbitrariamente la asistencia humanitaria.

A estas ideas se unió un tercer conferencista, el abogado Aarón Huerta, quien habló del derecho de obstaculizar el impedimento, al determinar que el Estado venezolano recure a la fuerza y obstaculiza pragmáticamente la ayuda humanitaria. Y vuelve la situación de esa forma hostil”.

Seguidamente el diacono, Fernando Urdaneta, coordinador de la pastoral social Cáritas, desglosó un comunicado emitido por la institución religiosa el pasado 4 de febrero.

El también ingeniero, determinó que dos o tres personas, solo saben lo que pasa en la situación político venezolana. “La gente piensa que la ayuda humanitaria es un bolsa del Clap que llegará todos los meses y solucionará los problemas”, cuestionó Urdaneta.

El representante de la Iglesia Católica, considero que se debe buscar el mayor bien ante la crisis, al referirse en la decisión que se debe tomar al momento de repartir el apoyo que darán los demás países.

Para cerrar la sección, intervino el diputado a la Asamblea Nacional, Juan Carlos Velazco Urdaneta, de AD, que luego de dar un saludo del Presidente de la AN, expresó:

Acá no hay dos gobiernos, no hay dos presidentes, el único presidente es Juan Guaidó.

De esta forma fue aplaudido por los asistentes e inició su ponencia. Velazco Urdaneta expresó que se debe tener claro que “esta crisis tiene un alto contenido político”.

Esto será el punto de lanza para que le Gobierno caiga, épicamente hablando

El diputado paso por varios puntos referentes a la temática estipulada. Por último presentó una tabla de porcentajes para que los asistentes determinaran por cuenta propia si es necesaria la aceptación de la ayuda humanitaria.

94% de los venezolanos no cuenta con ingresos suficientes para pagar una cesta básica.

66% es la caída de la producción nacional.

70% es la caída de las importaciones.

80% de los hogares venezolanos viven en inseguridad.

64% de los habitantes han perdido peso.

33% de los niños entre 0-2 años de edad de sectores pobres tiene retardo de crecimiento.

18, 7 millones presentan condiciones de salud.

30% de muerte infantiles.

Con estos datos se cerró el siclo de ponencias, además se explicó que la ayuda humanitaria pasara por fases, en primera parte una atención temprana de 300 mil personas (dirigido a quienes estén “entre la vida y la muerte”, un segundo momento donde será desplegada a nivel nacional y por último, una fase de implementación político social.

Los cinco conferencistas estuvieron de acuerdo que la ayuda humanitaria no será la solución a los problemas de Venezuela, “solo es parte del comienzo del recate de los derechos humanos”.