La eurodiputada que cruje al chavismo y alerta a Europa de la tendencia dictatorial
Beatriz Becerra (Madrid, 1966), toma su micrófono y con una rudeza elegante hace crujir a toda la extrema izquierda que en el Parlamento Europeo cree apostar por las libertades y la democracia aún cuando apoyan a Maduro y al gobierno chavista.
“La autodenominada izquierda europea no quiere que le recordemos su vinculación de convivencia con el chavismo, vayan y denuncien la narcocorrupción del régimen venezolano, exijan el fin de la brutal represión política, reconozcan la grave crisis humanitaria, o no se atrevan a volver a darnos una sola lección de democracia”.
Becerra toma el argumento para fustigar a los parlamentarios de Podemos e Izquierda Unida, pero enfila las denuncias para el amplio espectro de Europa e insta al bloque a apoyar a la Organización de Estados Americanos en sus exigencias urgentes para restituir el orden democrático, hoy aún fracturado, y también pujar porque se den rápidamente elecciones con todas las garantías.
La diputada del Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa (ALDE), antes de la UPyD, una psicóloga industrial de la Universidad Complutense de Madrid, experta en marketing y comunicación que no pensó hasta 2008 entrar en arenas políticas de tal calibre, ha tomado el tema venezolano como una de las tareas principales en su agenda de debates y propuestas, y también de acompañamiento. Cuando coinciden manifestaciones o protestas de venezolanos con su estancia en Madrid (Sus actividades diarias transcurren más en Bruselas por su labor como eurodiputada), no es extraño verla apoyando a la comunidad.
Y desde su despacho, donde también asume responsabilidades como vicepresidenta de la Subcomisión de Derechos Humanos de la Unión Europea, Becerra escribe sobre Venezuela, y otras regiones donde también saltan las alarmas.
Es una de esas políticas que reconoce el poder de las redes y las usa con dosificación para soltar material. En su timeline de Twitter no es raro encontrar menciones al caos venezolano, la exigencia de la liberación de los presos políticos o incluso un mensaje irónico por los hechos de San Félix (Venezuela), donde una multitud lanzó objetos, entre ellos huevos, a Maduro, durante una celebración militar.
“¿Si los huevos, tomates y pelotas que le lanzaron ayer era ‘mensajes de puro amor’ de #Venezuela… por qué los arrestos presidente Maduro?”.
Esta mujer sabe vender imagen y mensaje, en su carrera profesional de mercadeo y comunicación por más de 20 años lideró equipos en multinacionales como la CBS, Paramount, Universal, Sony y The History Channel, y ahora diseña sus estrategias para parlamentar con discursos combativos y nutridos con buenos datos. Se mantiene informada. Usa términos para referirse al país que cualquier chavista odiaría, pero que consiguen amplios apoyos al terminar sus discursos: “Almas cándidas caen ante la vieja trampa del diálogo”, “Venezuela es una cárcel en lo político y una catástrofe en lo social”, “masacran las libertades y los derechos básicos de los ciudadanos” y también: “la democracia venezolana ha saltado, definitivamente, por los aires”.
Esta madrileña es una espina en la costilla del chavismo en Europa, una que va entrando, filosa, contra Miraflores.