De la democracia protagónica a la democracia controlada

El relato es del fallecido Hugo Chávez. Se lo contó a un grupo de reporteros el 9 de octubre de 2012 en Miraflores, luego de ganarle las elecciones presidenciales a Henrique Capriles.

“Nosotros terminamos este (proceso) y vamos para las de gobernadores ahora, y después las de alcaldes y concejales, ¿te das cuenta? En estos últimos 14 años ha habido creo que 15, 16 con estas últimas elecciones”.

Ese era el vade retro del oficialismo contra quien cayera en la tentación de confundir al comandante con un dictador o un tirano. También fue el argumento de los especialistas, como Michael Shifter, presidente de Diálogo Americano, un centro de análisis regional ubicado en Washington, citado por la BBC en 2013: “llamarlo dictador es exagerado porque él ha tenido muchas elecciones”.

Marcelo Coutinho, profesor de relaciones internacionales la Universidad Federal de Río de Janeiro, expandió ese análisis: “el régimen político en Venezuela sigue siendo una democracia, porque la oposición puede vencer en las elecciones”.

Y en 2015 la oposición venció al chavismo por primera vez en una consulta nacional. Ganó 112 de 167 escaños en el Parlamento. Con ese número de diputados, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), unilateralmente, podía convocar a un referendo o remover a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), los mismos que admitieron un recurso para impugnar  la elección de cuatro diputados del estado Amazonas (tres opositores y un chavista) por un supuesto fraude.

Así la MUD se quedó sin la mayoría de dos tercios para convocar un referendo contra Maduro o remover a los miembros del TSJ que declaran nulas todas sus leyes. Tampoco se ha decidido si las elecciones en Amazonas se repetirán algún día. Nicia Maldonado, la candidata del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que solicitó la impugnación, guarda silencio y parece contentarse con que el caso no progrese.

¿Qué cambió?

“¿Por qué no se quieren medir ahora? Porque 17 mediciones de campo, de enero a septiembre, arrojan que cualquier consulta electoral que haga el Gobierno la va a perder”, comenta Jesús Castillo Molleda, politólogo y docente universitario.

 El Gobierno nacional sabe que su base de apoyo no supera el 20 por ciento, y apelará las instituciones, que sí las tiene, para frenar toda consulta posible. Incluidas las elecciones regionales, advierte el académico. Y esta parálisis continuará mientras el chavismo resuelve sus problemas de gobernabilidad interna: hasta que Maduro rectifique o le ceda el puesto a otro dirigente rojo que pueda rescatar a los seguidores perdidos.

El tiempo que se tome el oficialismo en recuperarse será entonces casi el mismo que los venezolanos tendrán que esperar para votar. “Lo más asombroso es que los 20 gobernadores y 265 alcaldes del PSUV no han logrado llamar a la rectificación a Maduro. Porque el daño colateral que han hecho las malas decisiones en el campo económico, que tiene pulverizado el presupuesto familiar, está castigando al liderazgo regional y local de su partido”.

Pedro Carreño, diputado del PSUV en la Asamblea Nacional, afirmó el miércoles durante una entrevista en Globovisión que los comicios regionales no son prioritarios, tampoco un derecho fundamental. “El derecho humano fundamental es la alimentación, la salud. Los ingresos del petróleo no son útiles para suplir el presupuesto de la República, por lo que las elecciones de gobernadores pasan a un segundo plano. ¿Vamos nosotros a satisfacer las ansias personales de un grupo a costa del sacrificio del pueblo?”.

La nueva realidad

A este Gobierno sin elecciones Castillo Molleda, no lo define aún como dictadura. El término correcto, a su juicio, es el de “democracia controlada”.

 “Porque tenemos indicios de procesos dictatoriales o autoritarios, pero todavía hay aspectos de la democracia: hay alcaldías y gobernaciones que funcionan. Hay 23 consejos legislativos, 335 concejos municipales que están legislando. Hay universidades públicas y privadas. Se puede abrir una empresa”.

Son formalidades, sí, pero las suficientes para que el Estado mantenga un esqueleto democrático mientras controla la mayoría de las instituciones y sus recursos, que dependen del Poder Ejecutivo.

 “La MUD se equivocó en no proponer las elecciones regionales desde enero. Porque a la gente tú le puedes preguntar hoy, ‘¿qué pre eres, las elecciones de gobernadores o que te pague los aguinaldos?’ Son distorsiones de la política”.

¿Dictadura? ¡Sí!

Jorge Sánchez Meleán, economista y analista político,  afirma que este frenazo a las consultas populares es un golpe de Estado, un llano rompimiento del orden constitucional. “Hay recursos para comprar armas, para hacer cumbres como la de los No Alineados, totalmente innecesaria, pero no los hay para asegurar el cumplimiento de las normas constitucionales”.

El artículo 160 de la Constitución Bolivariana establece que los gobernadores se elegirán cada cuatro años, y estos cargos se renovaron por última vez en diciembre de 2012. En tres meses, como máximo, el CNE está obligado a celebrar los comicios. “Es decir, que la elección de gobernadores de este año está pautada desde 1999, cuando se aprobó la nueva Carta Magna”.

El silencio del Poder Electoral sobre las elecciones regionales es unánime. Solo hablan de su inviabilidad, además de Pedro Carreño, sus colegas del Parlamento Eustoquio Contreras y Juan Carlos Alemán.

“Yo no veo a este país dejando una cola para comprar pollo, carne y harina para ir a hacer una cola para votar. No hacer las elecciones de gobernadores, no implica una violación a la Constitución”, dijo el primero; “es ilógico pensar que vamos a un proceso electoral que genera gastos con esta situación”, añadió el segundo un día después en el mismo canal: Globovisión.

¿Cambio de seña?

Pero dichos gastos sí estaban previstos. Vladimir Mora, director de Planificación, Presupuesto y Control de Gestión del CNE, le informó al Poder Legislativo en octubre de 2015 que ese organismo iba a disponer de 13 millones 43 mil 144 bolívares para elegir a los nuevos gobernadores. El portal web de Venezolana de Televisión (VTV) reprodujo la información.

“El evento Elecciones Regionales 2016 es considerado por el organismo (CNE) como el espacio cívico de participación política más importante del año 2016, pues marcará la pauta para el desarrollo de comicios 100 por ciento automatizados, confiables, seguros, accesibles y plurales”.

Henrique Capriles, gobernador de Miranda, advirtió el 23 de julio pasado que el Gobierno nacional no solo ponía trabas para la activación del referendo revocatorio, sino que iba a hacer todo lo posible para que no se eligieran nuevos gobernadores.

“Los gobernadores del PSUV se lo solicitaron a Maduro y ya lo acordaron: hasta el momento este año no habrá elecciones de gobernadores. Eso ya es una decisión tomada. Después de lo que pasó el 6 de diciembre, ellos no quieren que el pueblo se exprese en ningún proceso electoral”.

Vicente Díaz, exrector del CNE, se sumó a la denuncia la semana pasada, refiriéndose a las condiciones impuestas para activar el revocatorio: “el Gobierno está impidiendo cualquier elección. No se hacen elecciones cuando hay condiciones, sino cuando lo dice la Constitución”.