El diario plural del Zulia

¿La Constituyente es la última puerta para reflotar al Gobierno?

El oficialismo está claramente fracturado y el impulso ciego al proceso dividió aún más a maduristas y chavistas críticos, coinciden analistas

El presidente Nicolás Maduro apuesta todas sus balas, su futuro político y el del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). “Llueva, truene o relampaguee”, llamó a los ciudadanos a votar en la elección de los representantes a la ANC prevista para el 30 de julio próximo.

Pero ¿qué pasaría, cuáles serían las consecuencias para el Gobierno, el Presidente y el chavismo si la Constituyente no se concretara?

Analistas políticos consultados por Versión Final coinciden en que Maduro, como gura política, quedaría más debilitado que ahora, aunque no concuerdan en el porvenir del chavismo. “Ellos por los medios que sean necesarios harán que se haga la Constituyente pero si no fuera posible sería el principio del fin del gobierno del presidente Maduro”, asegura Ricardo Ríos, planificador, analista, presidente de Poder y Estrategia.

Para Ríos la Constituyente puede hacerse viable pero no estable, es decir, puede que se cumpla el 30 de julio, puede darse el acto de la votación, puede incluso que se instale la Asamblea Nacional Constituyente, pero no será estable por el historial alto de rechazo que tiene.

Prevé que diferir la Constituyente “probablemente” lleve a una negociación con la oposición en unos términos de fracaso, disolución, no ventajosos para el Gobierno que significarían, quizá no de una manera abrupta, la salida del gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Las consecuencias serían impredecibles y dependerían de los escenarios en las que ocurra. Aun así cree que podría reafirmarse el grupo del chavismo crítico que se ha desmarcado en los últimos meses del presidente Nicolás Maduro.

Para el experto, es importante hacer una distinción entre el chavismo y el Gobierno. Recuerda que en la medida en que transcurre el gobierno del presidente Maduro, se han acentuado diferencias que han generado un grupo importante de guras del oficialismo que son abiertamente críticas a la gestión del jefe de Estado.

Ese sector acusa al presidente de incumplir con los lineamientos del chavismo “y eso hay que tomarlo en cuenta”. “Sin duda que hay una impopularidad muy alta de la Constituyente a nivel nacional e incluso dentro del mismo Gobierno, según trasciende por ahí, hay resistencia y no hay convencimiento de ella”, indicó.

Desde la óptica del analista, el Gobierno ha tenido una estrategia poco política de largo plazo. Recuerda que a pesar de que viene perdiendo popularidad, fuerza, quizá lo más sano para el mantenimiento del proyecto del chavismo sería un repliegue táctico que le permita luego retomar mayor espacio en lo político.

Regreso a la del 99

Luis Salamanca, doctor en Ciencias Políticas, abogado, profesor universitario, opina que en caso de que la Constituyente no se concrete seguiría vigente la Carta Magna del año 1999 y el primer mandatario “inevitablemente”
tendría que contarse en las elecciones regionales y presidenciales previstas para el año 2018 o en comicios generales.

La Constituyente ha generado dentro del chavismo críticas, deserciones y malestar en la militancia.

También incomodidad y rumores dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), a tal extremo que el Ejecutivo nacional adelantó los ascensos militares programados históricamente para el mes de julio.

“Maduro quedaría muy debilitado. Eso lo obligaría a contarse con las reglas constitucionales, sería una gran derrota para él, quedaría más debilitado que antes”.

El catedrático considera que las protestas se reinivindicarían, la derrota de la ANC se consideraría un éxito del movimiento de protestas y “seguiríamos a la expectativa, a ver si el presidente decide renunciar o contarse por adelantado. Se ve muy lejano el 2018, es muchísimo tiempo y el camino está lleno de tropiezos”, afirmó.

Salamanca aprecia que el chavismo está “claramente” fracturado entre la “tendencia orteguiana” y la “tendencia madurista”, estima que la división se ha dado como coletazo de la reacción de la fiscal contra la ruptura del hilo constitucional y la Constituyente. Los divide entre maduristas y chavistas críticos u originarios.

Estima que en caso de que falle la Constituyente el chavismo crítico, originario, el que de ende la Constitución y no quiere la Constituyente, junto con la oposición, apretará más por un cambio y pedirá cuentas al Madurismo.

“Seguramente Ortega y la gente que los sigue están viendo que el chavismo se está perdiendo con el Gobierno de Maduro, el capital político que dejó Chávez se está dilapidando y lo mejor es buscar sacar a Maduro para conseguir el control”.

Según el especialista, la fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, es la única dirigente que viene del chavismo que tiene legitimidad y se está convirtiendo en una lideresa política. “Más nadie tiene legitimidad en este momento en el chavismo y este es un logro político muy alto.

Maduro quedaría en una posición muy precaria, incierta, debilitada y a merced tanto de los opositores como de los mismos chavistas críticos, aseguró.

Golpe al Gobierno

El politólogo Ricardo Sucre, en sintonía con Salamanca, sostiene que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro echaría un paso atrás y le daría nuevamente poder a la Constitución Nacional del año 1999.

“Pienso que deben tener alguna alternativa de acción en caso de que el plan del oficialismo no se de o si no sale como lo esperaban. Ahora otra alternativa es que sencillamente sigue vigente la Constitución de 1999 y deberían darse las elecciones regionales, presidenciales o municipales”.

Sucre deja claro que significaría un traspiés para el Gobierno en su estrategia política y restaría esperar cómo
reacciona posteriormente. “Sería un golpe muy importante porque tienen todas sus estrategias puestas en la Constituyente. Se abriría una discusión de cómo afrontar el tema de las elecciones de 2018”.

El Gobierno en todo caso debería abrir un proceso de consultas con el país, reflexionar, buscar un canal de comunicación con los distintos sectores del país para evaluar el momento político, refirió.

De acuerdo con los resultados de una encuesta de la firma Meganálisis, cerrada el 14 de junio pasado, después de tres meses de protesta al presidente le quedan ocho puntos.

La Asamblea Nacional Constituyente convocada por el mandatario en mayo podría obtener apenas dos millones y medio de votos a favor.

El presidente de la encuestadora, Rubén Chirinos Madrid, no descarta que al régimen venezolano se le siga volteando gente que ha estado en su Gobierno.

“A Maduro le espera un desbandada de gente de su Gobierno que lo dejará solo”, acotó.

 

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