El diario plural del Zulia

Incursiones, golpizas, detenciones y muerte

Protestas con trancazos del paro cívico fueron brutalmente reprimidas por el Estado

En el terreno adyacente a un centro de detención militar, la madre y la tía de un menor de edad se les caen de los brazos a dos defensores de derechos humanos. Se deshacen en desespero por saber si su hijo, de 17 años, está recluido ahí.

A la par, un contingente con una ballena, una tanqueta, un camión y unas 20 motocicletas entran a las instalaciones. Cada unidad lleva dentro tantos oficiales que sobresalen como “banderitas”.

La última de las motos se acerca hasta las mujeres y los defensores. El parrillero se baja y se identifica como el capitán del pelotón. Se seca el sudor, tras quitarse el casco y se pone a la orden de los presentes.

La madre solloza preguntas sobre su hijo y lo deja ver en su documento de identidad. Mientras tanto, explica que él solo estaba jugando futbolito, aprovechando una de las vías trancadas en el sector San Jacinto, al norte de Maracaibo. El efectivo la repele. “Madre es madre, por eso yo le voy a decir la verdad. Ese flaco me lanzó una botella en la pierna. A mí. Yo mismo lo agarré. Su delito es por ataque al centinela”.

Promete dejárselo ver, pero se hacen las 8:20 p.m. y a estas mujeres, junto con los familiares de otros 120 aprehendidos —solo el 20 de julio, día del paro cívico— no les cumplen esa promesa. En aquella explanada no hay donde guarecerse de la lluvia, por esa razón, y por la realidad de que en el lugar no iban a conseguir nada, los familiares comienzan a andar hacia sus casas.

Amparo, Ciudad Lossada, 18 de Octubre y San Jacinto son algunos de sus destinos. A pie, todos son inmensamente lejanos. Solo quedan en el lugar unas personas en su vehículo. Como otros tantos llegaron con luz de día, pero se les ha vuelto de noche y el conductor no puede ver en la oscuridad. Esperan allí, pues el único modo de que duerman en sus camas es que a quien los guardias nacionales tienen detenido, salga y conduzca el carro de vuelta a casa.

Violaciones durante el paro

A la Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia —Codhez— llamaron familiares de 120 detenidos, incluidos 17 menores y 5 mujeres, procurando su atención legal y gratuita. Ese número agrupa la historia individual de cada caso.

Por ejemplo, en el sector 18 de Octubre con la intersección de la prolongación de la Circunvalación 2, los vecinos trancaron la vía seis horas antes del inicio del paro cívico convocado por la MUD. Desde temprano, la policía regional, según testimonios de familiares, se trasladó al sitio. Según el relato de otra de las madres, los efectivos entraron a las casas y de ellas se llevaron a tres jóvenes. Los trasladaron hasta el centro de reclusión en un camión de basura. Uno de los muchachos tiene hepatitis.

Sin haber sido confirmado todavía por algún organismo gubernamental, este hecho se asocia a la incursión de funcionarios vestidos de civil en la urbanización Los Olivos, donde apuntaron hacia los vecinos asomados por las ventanas. Allí, los gases lacrimógenos tuvieron que ser combatidos con toallitas húmedas.

En Ciudad Ojeda fue detenido el profesor del núcleo COL de la Universidad del Zulia y secretario ejecutivo de la MUD, Edilson Bohórquez. El dirigente estaba en la vía pública junto con más manifestantes. Bohórquez hablaba por teléfono con un defensor de la ONG Foro Penal, tratando de lograr la liberación de unos detenidos de La Plata cuando fue apresado.

Para el abogado y director de la ONG Aula Abierta, David Gómez Gamboa, esta detención violó normativas internacionales como el derecho del debido proceso. Junto con este caso, en la Costa Oriental del Lago se registraron 59 detenciones arbitrarias más puestas a la orden de tribunales militares, menoscabando el principio de estos detenidos a ser juzgados por sus jueces naturales: los civiles.

La hija de Bohórquez, relató que la fiscal 19 del Ministerio Público asignada a estos casos en la COL tuvo que retirarse porque ni efectivos ni jueces militares la dejaron actuar.

Heridos de guerra

El grupo de paramédicos de la Cruz Azul tuvo una jornada crítica. Los profesionales atendieron 26 casos por impacto de lacrimógenas, perdigones y abrasiones ocasionadas por la ballena en Los Olivos, Amparo, La Limpia, La Victoria y sectores aledaños, así como a 6 GNB heridos por pedradas.

En El Naranjal, El Cují, Plaza de Toros, La Trinidad y La Pícola hubo 29 heridos más, mayormente por perdigones. Se incluye un niño de 7 años por el impacto de una lacrimógena.

En Veritas, Primero de Mayo y la Circunvalación 1 hubo 9 heridos por perdigones, 1 por impacto de lacrimógena y 1 por arma de fuego. Entre Milagro Norte, el casco central y San Lucía, el horario crítico fue desde las 2.00 p.m. hasta las 8.00 p.m., por 39 casos de impacto de perdigones, lacrimógenas, abrasiones por el chorro de la ballena y heridas abiertas por contusiones. Este mismo grupo refrescó a niños y ancianos asfixiados por gases.

El secretario de Seguridad y Orden Público del Zulia, Biagio Parisi, oficializó el saldo de tres víctimas fatales asociadas a las protestas contra el Gobierno y la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente. Sin embargo, para las ONG locales queda sin definir el caso de un joven que murió por el impacto de una bala proveniente de grupos armados en la avenida Guajira.

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