El diario plural del Zulia

Iglesia: “Pretensión de iniciar un nuevo período presidencial es ilegítima"

En un comunicado, la CEV fija posición de cara al 10E:  “Es un pecado que clama al cielo querer mantener a toda costa el poder”

En el marco de la 111ª Asamblea Ordinaria, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), arzobispos y obispos de Venezuela, enviaron un mensaje a la población, conscientes de su responsabilidad espiritual y moral como ciudadanos y pastores.

“Recibimos el año 2019, con la confianza puesta en Dios, como una buena oportunidad para el cambio que el país pide a gritos: la recuperación del Estado de Derecho, según la Constitución y la reconstrucción de la sociedad venezolana, en dignidad, libertad y justicia para todos. Queremos alentar la verdadera esperanza del pueblo (…)”, se lee en el comunicado.

Baltazar Porras, Freddy Fuenmayor y Raúl Biord, directivos de la CEV, se refirieron a la crisis socioeconómica en Venezuela:  “Tenemos la obligación de preguntarnos por el sentido ético de la gravísima situación que estamos viviendo. Nuestras apreciaciones nacen de una valoración moral sobre la dignidad humana violentada, el bien común irrespetado y la verdad manipulada”.

Citaron en la carta a San Oscar Arnulfo Romero, profeta y mártir de América, quien dijo: “si hay un conflicto entre el gobierno y la Iglesia, no es porque la Iglesia sea opositora sino porque el conflicto ya está establecido entre el gobierno y el pueblo, y la Iglesia defiende al pueblo” (Homilía del 21-10-1979)”.

Los representantes del clero recalcaron: “Todo poder humano es transitorio y se legitima si en su ejercicio produce un bienestar colectivo con especial atención a los pobres y excluidos, logrando así una sana convivencia en la pluralidad y la diferencia”.

Advirtieron que el pueblo venezolano vive una situación dramática y de extrema gravedad por el deterioro del respeto a sus derechos y de su calidad de vida, sumido en una creciente pobreza y sin tener a quien acudir. “Es un pecado que clama al cielo querer mantener a toda costa el poder y pretender prolongar el fracaso e ineficiencia de estas últimas décadas: ¡es moralmente inaceptable! Dios no quiere que por el sometimiento a injusticias sufra el pueblo”.

Los obispos insistieron en que urge asumir el clamor popular de un cambio, de una concertación para una transición esperada y buscada por la inmensa mayoría.

Presidencia ilegítima

Los representantes de la CEV insisten en que la asunción de Nicolás Maduro para un próximo periodo es ilegítima, como señalaron en la exhortación del 11 de julio de 2018. “Reiteramos que la convocatoria del 20 de mayo (para elegir el Presidente de la República) fue ilegítima, como lo es la Asamblea Nacional Constituyente impuesta por el poder ejecutivo. Vivimos un régimen de facto, sin respeto a las garantías previstas en la Constitución y en los más altos principios de dignidad del pueblo”.

Por tanto, la pretensión de iniciar un nuevo período presidencial el 10 de enero de 2019 es ilegítima por su origen, y abre una puerta al desconocimiento del Gobierno porque carece de sustento democrático en la justicia y en el derecho

La CEV insiste en afirmar que en esta crisis política, social y económica, la Asamblea Nacional, electa con el voto libre y democrático de los venezolanos, actualmente es el único órgano del poder público con legitimidad para ejercer soberanamente sus competencias.

En efecto hace tres años (1-12-2016) el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, pidió que se restituyera cuanto antes a la Asamblea Nacional el rol previsto en la Constitución. El voto de confianza que el pueblo venezolano le ha conferido debe ser retribuido con el cumplimiento de los deberes de los diputados, diseñando y redactando las leyes que necesita el país para el restablecimiento de la democracia y la vuelta a la decencia y honestidad en la administración de los fondos públicos

Aseguran que los venezolanos “no podemos ser simples espectadores de lo que sucede en el país, pues somos ciudadanos y, como tales, actores de primer orden. La defensa de la libertad ha costado mucha sangre y muchos sufrimientos, para ver de lejos lo que la mayoría rechaza: políticas de hambre, persecución política, represión militar y policial, presos políticos, torturas, corrupción, ineficiencia e ineficacia en la gestión pública”.

Hicieron un llamado a la población: "Como ciudadanos y como instituciones nos toca asumir las responsabilidades que nos competen para mejorar la actual situación y recuperar el país con sus valores y potencialidades. Esto exige la articulación de todos los sectores sociales, promoviendo la creatividad y proactividad de muchas personas en la búsqueda de soluciones".

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