El diario plural del Zulia

¿Hipoteca de oro y de diamantes?

“Venezuela puede pasar a ser la segunda reserva de oro más grande del mundo. Ya somos la reserva más grande de oro en Sudamérica, y la sexta reserva de diamante que hay en el mundo”. Las palabras de Eulogio del Pino, ministro de Energía y Pétroleo, el miércoles, durante la ceremonia de activación del Motor Minero por parte del presidente Nicolás Maduro evidencian la potencialidad en materia de recursos minerales que tiene nuestra nación.

El Gobierno anunció la exploración y explotación del Arco Minero del Orinoco, una beta que cuenta con 111.000 kilómetros cuadrados, donde además del oro y diamante, yace coltán, hierro y cobre. Del Pino estimó que hay más de 14 bloques de oro para ser certificados y estiman unas reservas por el orden de 7 mil toneladas que pueden ser inmediatamente monetizadas. “Tiene un carácter muy importante”, acotó.

Estos anuncios abrieron la puerta a la participación de empresas internacionales en el marco de la crisis económica. El modelo rentista, petrolero, apuntaría a convertirse en un espejo retrovisor, pero ¿a qué costo? “Estamos terminando de salir de activos que ni siquiera están explotados a nivel internacional”, expresa Fernando Romero Urdaneta, economista, doctor en ciencias gerenciales y profesor de postgrado de LUZ.

Para el catedrático, la negociación es contraproducente. Romero recuerda que el Gobierno hace menos de un mes negoció con un banco alemán las reservas en oro. “Lo que estamos es terminando de salir de activos que ni siquiera están explotados a nivel internacional y ya Venezuela está empeñando los pocos recursos naturales, dejando en manos de empresas extranjeras el potencial de minerales preciosos que tenemos en este momento”.

A su juicio, se está “empeñando la soberanía nacional”, a través de este tipo de negocios, independientemente que sea a través de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, o que sea a través de otros organismos”. Cree que eso significa que Venezuela está quemando los “últimos cartuchos”. En su opinión, en el país se desmembró el financiamiento internacional. No tiene dónde acudir para obtener recursos provenientes del petróleo, producto de los bajos precios existentes. Pronostica que la tendencia a mediano y largo plazo es que permanezcan a precios muy bajos.

El investigador de LUZ considera que el Gobierno hace estas negociaciones” de forma apresurada, sin ningún tipo de planificación e improvisando, tratando de obtener a como dé lugar recursos, a través del empeño de estos metales preciosos que se está llevando a cabo en estos momentos”.

Se requieren dólares
El aporte del oro, los diamantes y el coltán pudiera ser un tanque de oxígeno ante la caída de los precios del crudo. David Paravisini, especialista en energía y profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela, justifica la iniciativa del Arco Minero del Orinoco. “Estamos enfrentando un dilema nacional sobre cómo abordar ese tema porque las empresas nacionales que tenemos, las industrias básicas, también la empresa Petróleos de Venezuela, no están cumpliendo los cometidos”.

En su opinión, las respuestas están “en ese sentido” y eso no deja ninguna otra actividad económica afuera, ni la minera ni la petrolera ni ninguna otra”. Piensa que “el ejercicio de la Fuerza Armada Nacional en la defensa del territorio, de la soberanía, requiere de dólares, y esos dólares Pdvsa no los está produciendo”.

Las reservas están. Carlos Áñez González, investigador, adscrito al Centro Socioeconómico del Petróleo y Energías Alternativas (Cespe), catedrático de LUZ, estima que en términos técnicos es viable el plan anunciado, pero en términos económicos requiere de inversiones “bastante fuertes y sabemos también que ahí intervienen muchos factores exógenos, como los llamados garimpeiros o mineros informales, muchos de ellos extranjeros”.

Áñez González plantea que si hay la voluntad política de controlar el contrabando de oro y los representantes de empresas y de naciones extranjeras estuvieran dispuestos a invertir, “a final de año conseguiríamos unos 2 mil o 3 mil millones de dólares por oro y diamante, que son necesarios en esta coyuntura de bajos precios del petróleo”.

Caja chica de militares
Rocío Sanmiguel, presidenta de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, alerta que la exploración y explotación de reservas de diamante, oro y coltán en Venezuela estarán bajo la rectoría de la Fuerza Armada Nacional con Camimpeg.

“Se violaron disposiciones de leyes orgánicas, involucrando a la Fanb en calidad de policía administrativa, pero a la vez órgano explotador de recursos. Esto profundizará la corrupción en el país, y se podría condenar el activo ambiental de la República de nuestros hijos”.

Según Sanmiguel, el Presidente de la República “está desesperado por incorporar en las reservas internacionales todo el patrimonio diamantero de la nación y esta premura ante la presión de acreedores internacionales, está llevando a graves errores históricos en la explotación de estos materiales estratégicos para el país”.

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