El diario plural del Zulia

Hasta el 100 % piden por la venta de efectivo

En el Centro y en la Curva de Molina los vendedores de billetes se escudan detrás de negocios informales de comida

Sacar dinero en efectivo del cajero automático no es opción para los venezolanos. 10.000 bolívares es el monto máximo a retirar de una misma entidad bancaria, cantidad que se esfuma con solo pagar por el servicio de transporte público.

La escasez de billetes se agudiza a diario en el país. Acciones básicas como pagar por el pasaje de un bus, el estacionamiento dentro de un centro comercial o un kilo de arroz en los mercados populares requieren de transacciones con liquidez de bolívares.

Rafael Beltrán, estudiante foráneo de La Universidad del Zulia, debe trasladarse quincenalmente desde el municipio Valmore Rodríguez hasta Maracaibo. Necesita al menos 100 mil bolívares solo para pasajes.

Rafael admite que debe acudir a las entrañas del casco central y asumir el riesgo de comprar dinero en efectivo. “No tengo de otra, pero cada día me cuesta más. A veces debo cancelar hasta el doble del monto que necesito”.

60 por ciento de comisión extra es el monto mínimo que debe cancelarse para acceder a los 60 bolívares en efectivo.

Precios
Los puestos de comida ubicados en el Centro de la ciudad y en la Curva de Molina, que solo aceptan dinero en efectivo por el intercambio de sus productos, revenden sus ganancias en papel moneda al 80 % y 100 %, para así duplicar sus ganancias.

Los billetes de baja denominación —hasta el de 100 bolívares— son más económicos: se consiguen entre el 60% y 80% de su costo. Mientras que los billetes nuevos y de mayor denominación —1.000 bolívares en adelante— se encuentran en 90 % y 100 %.

Por supuesto, Rafael, para lograr comprar dinero, debe tener sus conocidos en la compra y venta de billetes. Cada comerciante se escuda tras su puesto de comida, para no ser penalizado por su negocio ilícito.

“Si necesito 100 mil bolívares debo transferir 200 mil a la cuenta banesco de mi contacto. Él solo nos vende a los de confianza y a quienes somos sus clientes fijos”, comenta Rafael.

En bolsas negras entran y salen los billetes en los mercados, donde la actividad se maneja a cuadros cerrados, por protección de los comerciantes.

“No cualquiera sabe a dónde y cómo llegarle a quien te venda. Por eso, muchos caen en manos de los malintencionados”, dijo Rafael.

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