Fedenaga informa que organismos latinoamericanos donarán vacunas para fiebre aftosa
El Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (Panaftosa) y la Comisión Suramericana para la Lucha contra la Fiebre Aftosa (Cosalfa), donará las vacunas de fiebre aftosa para todo el rebaño venezolano "para este ciclo y los próximos tres ciclos, por lo menos para año y medio", informó Carlos Odoardo Albornoz, presidente de Fedenaga.
“Panaftosa lo único que exige es que la vacuna que va a entrar a Venezuela no pague aranceles (…) pero tenemos que hacer un catastro de unidades de producción, un trabajo importante. Dos de sus exigencias es que sea manejado por el sector privado y que se responsabilicen por la vacunación y que se cree un fondo, que la vacuna no se regale, para tratar de que en el tercer año tengamos algo en haber para poder comprar la, vacuna", precisó en una entrevista para Unión Radio.
Albornoz agregó que la baja producción y la hiperinflación han producido los altos precios de los productos cárnicos, y que la problemática empeora debido a que las autoridades regionales exigen a los productores al menos un 10 % de la producción. “Hoy los grandes centros de consumo se quedan sin carne, sin leche y sin quesos”.
"Aunque aquí la carne es cuatro veces más barata que en Colombia, y por eso el contrabando de extracción, el venezolano no puede adquirirla aquí en Venezuela”, destacó Albornoz.
De igual modo, indica que Venezuela podría convertirse en el cuarto exportador de carne del mundo, pero que "lamentablemente nos frenan las circunstancias. Si no detenemos una hiperinflación de 13%, y se cumplen las previsiones de que la anualizada se pueda montar en 180% y para 2019 se espera una inflación de un millón 800 mil por ciento, cualquier cosa es ilógica”.
Expuso que las previsiones de siembra para el próximo ciclo entre abril y octubre son sombrías “para que los venezolanos coman hasta octubre de 2019 y lamentablemente no contamos con insumo, maquinarias, repuestos, con ningún tipo de herramientas para la actividad agropecuaria”, concluyó Albornoz.
