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Expectativas económicas: Sepa por qué el dólar baja, pero los precios suben

Aunque el valor de la divisa no oficial disminuye su precio, los productos y servicios continúan en alza. Economistas evalúan el porqué y razonan en un factor de incertidumbre movido por las expectativas y la sobreprotección de bienes

En hiperinflación los precios de productos y servicios no tienen frenos al alza. En menos de dos semanas, el precio de un paquete de toallas sanitarias de diez unidades pasó de  Bs. S 450 a Bs. S 6.000 en una tienda de cosméticos y productos de higiene personal ubicada en La Curva de Molina. El dueño del pequeño comercio intenta justificarse y argumenta como escudo el aumento del dólar no oficial para cambiar de precios constantemente.

“Mi jefe tiene un grupo de amigos comerciantes que entre ellos mismos deciden aumentar. Dijo que como ellos calcularon sus precios con el dólar a más de 3.000 bolívares, él también lo haría. Un día aumentó y a la media hora de hacerlo se molestó porque el precio del dólar con el que había hecho su inventario ya había subido otra vez”, expresó la cajera del local donde más de 10 productos subieron casi el 700 % de su valor.

Durante los últimos quince días la tasa cambiaria de la divisa no oficial disminuyó un aproximado de 30 %, para muchos, sin explicación alguna. Después de alcanzar los Bs. S 3.000 y pronosticar un roce de los Bs. S 3.500 a finales del primer mes del año, la moneda norteamericana se desplomó a menos de los Bs. S 2.500. Sin embargo, los precios continúan calculados a un mercado negro mucho más alto.

El jueves 24 de enero el presidente Nicolás Maduro dijo que en su constante esfuerzo de acabar con el “dólar criminal”, la medida de subir el encaje legal bancario a 60 % funcionó para bajar la cotización del paralelo por unos días, aunque fue derogada el 22 de enero.

“Una vez más lo ratifico y lo digo. Vamos a apretar la mano y los precios los tienen que bajar. Tiene que imponerse la Ley de Precios Acordados, respetados, equilibrados y justos. Tenemos que lograrlo y vencer la guerra económica”, expresó Maduro y ratificó que con las medidas económicas que anunciará  la próxima semana le van a “torcer el cuello” a la divisa estadounidense.

Un rumbo volátil

El director de Econometrica, Henkel García, analizó la semana pasada el rumbo de la tasa cambiaria no oficial cuando parecía ubicarse por debajo de los Bs. S 2.000 en siete días. Explicó que la volatilidad del precio de la divisa paralela impide predecir su comportamiento, por ello calificó la tarea como “compleja por no decir imposible” al momento de atribuir la eliminación del encaje especial a su disminución en bolívares.

Me parece que su movimiento depende de otras muchas variables adicionales a lo monetario. Diría que en la dinámica actual, las expectativas tendrían una mayor influencia”, dijo García en su cuenta de Twitter.

Agregó que en hiperinflación, y principalmente en el caso Venezolano con una tasa diaria del 3 %, es fácil identificar la tendencia de mediano y largo plazo al alza de la tasa paralela. “Lo difícil es determinar el ritmo de corto plazo y los períodos de mayor incremento”, explicó.

En el mismo establecimiento, ubicado en La Curva de Molina, un desodorante femenino pasó de Bs. S 4.000 a Bs. S 20.000 en quince días, superó incluso el salario mínimo mensual. “Ellos suben y suben supuestamente por el dólar, pero cuando baja ellos siguen aumentado por si el dólar se dispara. No tiene sentido”, comentó una cliente que había comprado el mismo producto hace un mes en Bs. S 1.800.

“Dolarización” incoherente

Para el economista, Miguel Díaz, existen varios factores que inciden en la baja del paralelo, no solo la reducción de liquidez monetaria por  fijar de las reservas bancarias al 60 %. Añade también la amplia oferta que supera la demanda de moneda extranjera y la tensión política por los hechos de confrontación entre oposición y Gobierno de la última semana.

Si bien se observa una sobreprotección por parte de los comerciantes hacia sus bienes, continúa el experto, también prevalece una incoherencia al pretender “dolarizar” los productos. Sostiene que  el comportamiento responde al fuerte proceso hiperinflacionario que costará recuperar por la conciencia del comerciante.

Si ya ellos decidieron dolarizar sus productos para resguardarse sobre la inflación, lo que no pueden hacer también es devaluar el dólar, que es lo que están haciendo. Si hoy un vaso cuesta un dólar, eran 3.500 bolívares. Hoy ese mismo vaso cuesta 2 dólares porque ahora cuesta 5 mil bolívares. Entonces, no mantienen la coherencia de que “dolaricé los precios” cuando los multiplican en bolívares.

A juicio de Díaz, los precios suben sin un techo límite por la falta de cultura y d el patriotismo latente en Venezuela, producto de la espiral inflacionaria, de los desajustes económicos y de la supervivencia comercial. “Vivimos en un proceso de hiperinflación, de falta de medidas económicas  y de especulación grave que hace que afecte más aún el bolsillo de los venezolanos”, añade.

¿Especulan o no?

“La especulación nace… o más bien la expectativa no totalmente clara, nace de la incertidumbre política y económica”, considera el analista económico, Fernando Serrano, quien no niega que exista un factor especulativo en el aumento descontrolado de precios y servicios pero opina que el comportamiento responde más a medidas económicas como la reducción de liquidez, la falta de divisas de forma oficial y la escasez de materia prima o productos.

Serrano argumenta: “El empresario debe proyectar y no puede vivir al precio del día. Él sabe y conoce por experiencia que aunque esté bajando la tasa de cambio, mañana necesariamente va a estar más cara. Simplemente el empresario tiene que proyectar a esa realidad que le va a venir y que ya tiene experiencia“.

Una economía dolarizada donde un fenómeno cada vez más crudo toca fondo es lo que prevé Serrano: el aumento de precios incluso en dólares de servicios y productos. Refiere que hasta hace un año el incremento de la tasa paralela era paulatino y proyectado; el empresario usaba la divisa norteamericana como medio de cobertura ante la devaluación, pero ahora lo hace como medio de pago.

Mientras exista escasez y restricciones más de índole seudologal en acceso a las divisas y siga habiendo temor de acceder a las divisas -factores macroeconómicos- Mientras no exista una política monetaria correcta, mientras sigamos dependiendo netamente del ingreso petrolero, mientras no se fomente la competencia comercial de manera legal y transparente… vamos a seguir viendo estos escenarios. No te niego que pueda existir especulación en algún sector pero no es el común denominador, lo que predomina es el sentido de sobrevivir, subsistir y mantener su negocio abierto con su personal lo más contento posible

 La psicología hiperinflacionaria

La psicología hiperinflacionaria responde a la privacidad del mercado volátil del dólar, según el profesor de la Universidad Central de Venezuela, José Miguel Uzcategui. No existe una lógica entre los variables comportamientos del valor de servicios y productos, la tasa inflacionaria y la paridad de la tasa cambiaria.

Cuando hay fenómenos hiperinflacionarios, y sobre todo en las dimensiones venezolanas, no hay expectativas ciertas. A partir de los aumentos salariales  la gente espera que se refleje en los precios de los bienes y se observan,  lo que pasa es que en una coyuntura -como la del primer trimestre del año- donde se ralentizan los procesos productivos  y se suman las expectativas de disturbios e intranquilidad… el que tiene dólares -producto escaso- prefiere jugar a la especulación “, señala el exparlamentario.

Uzcategui sostiene que no existen explicaciones monetarias para las complejidades de la hiperinflación, solo algunas explicaciones mixtas relacionadas con las expectativas. “Algunos enfocan la psicología de la economía desde el punto de vista micro, relacionado con las elasticidades de demanda y oferta cuando los precios cambian”, razona.

No obstante, el economista reconoce que no se espera que el dólar baje, sino que los precios suban. “No hay forma de tener ingresos, dolarizar o suplir las necesidades de divisas para pagar los compromisos del Estado y para pagar los compromisos de los particulares. Lo que sí es seguro es que no hay inversión y de que no vamos a ver ningún repunte de producción. No hay razones para que el precio del dólar baje, tendría que haber una oferta que la alimente y esa oferta ¿dónde está? Es necesario que esa oferta se alimente y supla la demanda creciente.

La tasa no oficial parece tomar impulso nuevamente. Para hoy se cotiza alrededor de los Bs. S 2.800, aunque no supera aún la barrera de los Bs. S 3.000. En la tienda de cosméticos los precios cambian casi que en cuestión de minutos: justo al momento de facturar un paquete de jabón de tres unidades a Bs. S 2.000 este aumentó su valor y el cliente terminó pagando Bs. S 6.000 sin razón alguna.

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