El diario plural del Zulia

“Es necesario que los países que ayudamos, nos ayuden”

En la jubilación de Clíver Alcalá Cordones no se han colado todavía ni el activismo político ni las aspiraciones a un cargo público. Tras su retiro, con el grado de mayor general del Ejército, ha dedicado más tiempo a su lucha contra la explotación mineral del Arco Minero por parte del Estado.

“La explotación del Arco Minero representa la muerte de la población. Pero ellos ven la posibilidad de obtener rápidamente una gran cantidad de dinero para resolver, tardíamente, el problema humanitario del país. Creo que es más expedito empezar a revisar hacia dónde se fueron esas grandes masas de dinero, por ejemplo, las de Cadivi”.

Advierte que si el oficialismo quiere sobrevivir tras la inminente derrota que, a su juicio, le espera en las urnas electorales, tendrá que deslastrarse de quienes se alejaron del espíritu del fallecido presidente Hugo Chávez, de quienes asaltaron el erario y de quienes se enriquecieron con la venta de alimentos y medicinas destinados al pueblo.

 

—En septiembre se cumple un año del cierre de la frontera en el Zulia. El bachaqueo y la escasez continúan, ¿cuál es su balance?

—Es un cierre formal, informalmente se está generando un trá co de artículos de primera necesidad donde se justi can con la referencia de los precios de los bachaqueros, y no con la referencia legal que es el precio justo, y vemos inundados en el Zulia importantes supermercados, y pareciera que para ellos no existe esa Ley de Precios Justos. No tiene sentido traer una harina Pan hecha por la Polar de Colombia en mil 300 bolívares, cuando aquí la puedes producir no ahogando al empresario. Y no me vean como el defensor de la Polar, sino como el defensor del que está produciendo comida para el pueblo.

—¿No está justi cado entonces el cierre?

—Hay una mala política, creo que el Gobierno se volcó en la frontera a buscar la solución al contrabando en los países vecinos. Creo que la solución está a lo interno, basta del negocio de la importación, vamos a fortalecer las empresas a lo interno. Tú consigues un desodorante producido en Venezuela en 30 bolívares, pero lo traen de Colombia en mil 500. Ni el envase sale por 30 bolívares. Hay un divorcio con la empresa privada porque se ve como un enemigo y estos momentos exigen una verdadera relación entre el Estado y la empresa privada.

—¿Cómo debería ser esa relación?

—Con reglas claras, con un estado de Derecho que no se perturbe, con una seguridad jurídica que tú no puedas cambiar de la noche a la mañana. Las soluciones que hemos venido dando nosotros en los últimos años, totalmente erradas, han fracasado.

—Freddy Bernal dijo que la política de expropiaciones fue un error, ¿está de acuerdo?

—Creo que todo el mundo está de acuerdo. Si tú expropiabas al ineficiente, era para hacerlo e ciente, pero todo lo dejaste ineficiente. Venezuela se mantuvo con la estructura privada en armonía con el Estado, cuando estaba el comandante Chávez, cuando no era tan galopante el proceso de corrupción que se generó en los últimos tres años, en los que a la fuerza de trabajo le diste una actividad extrema dentro de las empresas donde el trabajador decía ‘voy a trabajar si quiero, y no me puedes botar’. Independientemente que nosotros, por formación, estamos de la mano de la fuerza de trabajo, pero una fuerza de trabajo que produzca también.

—¿Estamos emergencia humanitaria?, hay grupos –especialmente de oposición– quieren hacer llegar al país donaciones de alimento y medicinas y el Gobierno nacional lo impide.

—Sí, y hay mucha gente a la que el Gobierno debería exigirle apoyo monetario, como aquellos países que a través de Petrocaribe les dimos de todo. Ahora viene la correspondencia. No tiene que hacerlo la oposición, tiene que hacerlo el Gobierno. Pero para hacerlo el Gobierno tiene que asumir que hay una casi emergencia humanitaria. Claro, al asumirla, está diciendo ‘la generé yo’.

—¿Los países de la Alba ya han debido manifestar su voluntad de enviar ayuda entonces?

—Claro, y es decirle a Maduro: ‘tú tienes una situación de emergencia, acéptalo’. El paso primordial debe darlo el Gobierno, de reconocer que hay un problema, y creo que es responsabilidad de todos los revolucionarios el instar al presidente Maduro a que acepte la situación y que se busque una solución. Es necesario que aquellos países que nosotros ayudamos en sus momentos críticos, nos ayuden ahora a nosotros. Cuba salió del período especial, prácticamente por Venezuela. ¿Dónde está la solidaridad con el país que te ayudó?

—¿Estaban preparados los militares para las funciones administrativas que cumplen?

—Si tú tenías las condiciones… Pero para eso tienes que tener una formación académica, para emprender un área que es netamente económica. La cartera de Finanzas del Estado estuvo manejada por un oficial blindado, igual que yo. Yo creo que no tengo capacidad, aunque tenga la voluntad, para manejar un Ministerio de Finanzas, porque hay elementos que yo no manejo. Ni siquiera si yo hubiera estudiado Economía durante mi carrera militar, porque no la ejercí.

—¿Algún militar lo puede culpar de la crisis económica?

—La Fuerza Armada siempre ha pagado los platos rotos cuando se genera la mea culpa. Después de un golpe, los responsables son los militares. Incluso, en el golpe de 2002, porque nadie quiso asumir la responsabilidad. No tengo

—Maduro quiere dialogar con la oposición, pero sin condiciones, ¿se puede dialogar así?

—Todo diálogo tiene sus condiciones. La primera condición que debe aceptar el presidente es que hay un pueblo que está ávido de comida, de cambio. En el Gobierno se enquistó una derecha más radical que la derecha de la oposición. —¿Qué pasaría en Venezuela si no se celebra el referendo revocatorio?

—En la Constitución está la posibilidad de revocar, pero si la violentas y te alejas de ella, llegas al caos donde estás. Si tú estableces como norma jurídica la anarquía sobre la Constitución, por supuesto que va a haber un corto circuito entre la población y líder, que lo hay. El líder se alejó.

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