El diario plural del Zulia

En peligro 12 millones de reses por fiebre aftosa

El sector productor colombiano está preocupado por un brote de fiebre aftosa detectada en rebaños situados en sus linderos y no descarta que el virus contaminante provenga desde el territorio venezolano.

Tras informar que en un fundo enclavado en el Arauca, frontera con Venezuela, se detectó un brote de fiebre aftosa en media docena de reses, el ministro de Agricultura de Colombia, Aurelio Iragorri, enfatizó que su país está en la lista de naciones libres de fiebre aftosa, por lo cual, el virus podría proceder desde Venezuela.

Al ser consultados, la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga) y el decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia (LUZ), Elvis Portillo, coincidieron con el ministro colombiano.

El directivo de Fedenaga, Jesús Iragorri, manifestó que podría tratarse de un problema sanitario de gran magnitud por cuanto el Gobierno dejó de cumplir regularmente con los protocolos sanitarios de inspección y vacunación del rebaño nacional.

Un rebaño contaminado con fiebre aftosa rápidamente podría contaminar, bajo el efecto dominó, a otros animales y si estos son legalmente o ilegalmente comercializados en esas condiciones a otros países el riesgo es importante y no lo descartamos”.

Iragorri puntualizó que el Ejecutivo nacional tiene poco más de un año que no regulariza las inspecciones ni suministra las vacunas -escasas y costosas por demás- y ello afecta, principalmente al pequeño productor.

Escasez y riesgos

El directivo de Fedenaga aseguró que luego de “zanquear” las vacunas, no hay garantías de que las encontradas sean de calidad. “Esas vacunas deben seguir un protocolo delicado de transporte bajo condiciones de enfriamiento muy específicas y al ser comercializadas por particulares sin experiencia o sin el debido proceso, es muy probable que su composición sea alterada”.

“Las grandes empresas no tienen mucho problema, todavía se cuenta con el recurso para recurrir al mercado negro, donde una vacuna de 45 dosis, cuyo valor, en condiciones normales puede estar en el orden de los 160 mil bolívares, se consiguen hasta por encima de los 200 mil, recurso del cual carecen los pequeños productores y es a ellos que el Gobierno debe asistir y no lo hace”.

El productor enfatizó que con el riesgo de contaminación a gran escala está en peligro la ya golpeada producción de carne, leche y sus derivados.

El ganado se enferma y merma la productividad en tanto el cuadro febril que padece la res la desmejora, la inhabilita por 15 días o hasta más, la res sufre dolorosos síntomas y si bien la mortalidad por ebre aftosa no es tan alta, la movilidad si lo es y eso afecta contundentemente la economía”.

Alertó sobre riesgos en los trabajadores que manipulan ganado con alta contaminación: “Están propensos a infectarse con ampollas, todo por la escasez, carestía e ineficiencia estadal en suministrar una vacuna que en cualquier país del mundo se consigue sin estos traumas”.

¿Y dónde está el Insai?

Iragorri refiere que el Gobierno, a través del Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (INSAI), debe asumir, con mayor responsabilidad y seriedad, la conducción de los protocolos sanitarios de inspección, vacunación, asesoría médica y suministro de vacunas.

Precisó que se requiere la atención integral para todo el rebaño nacional, que son aproximadamente 12 millones de cabezas de ganado: “El Insai debe atender a todo el ganado, vacuno, caprino, porcino y caballar, todos están propensos a contaminarse si no se aplican los protocolos a tiempo”.

Al respecto, el decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia (LUZ), Elvis Portillo, coincide plenamente con el directivo de Fedenaga.

No tenemos indicadores oficiales que lo aseguren, pero existe la alta probabilidad de que se estén llevando animales hacia Colombia que no han sido vacunados ni tratados y pudiera generar contaminación”.

Abigeato

El académico aseguró que “Venezuela no integra la lista de países libres de fiebre aftosa, porque no se cumplen con los protocolos sanitarios pero, además, la situación se agrava con la práctica del abigeato, que en vez de disminuir aumenta”.

Precisó que a través del abigeato es mucho más probable que se esté trasladando reses contaminadas a Colombia, pues bajo esa modalidad no existen controles.

El abigeato es una práctica que tiene tiempo en nuestras fincas, cada vez es más recurrente esta acción ilegal y en medio de ella si es verdad que nadie se va a preocupar por el estado de salud del animal y sencillamente hay una alta probabilidad de que animales que salen a diario, vía robo, estén contaminados”.

Precisó que el abigeato se produce mayormente en fincas situadas en Machiques y La Villa, en la subregión Perijá y cuyo destino final es la República de Colombia, por lo que urge mayor seguridad en la frontera.

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