El diario plural del Zulia

El silencio de la deuda con China

China y Venezuela: una relación con beneficios que cumple ya nueve años. Inició para evitar que el país caribeño entrara en una crisis económica, lo que hoy ya es un hecho tangible que obliga a continuar pidiendo oxígeno al gigante asiático.

Amén y gracias de la bonanza petrolera de Venezuela y el hambre por oro negro de China. A la fecha la deuda asciende a 60 millardos de dólares, financiados por el Banco Desarrollo de China y distribuidos en más de 300 proyectos referidos a industria, petróleo, minería, vivienda, acuático y aéreo, entre otros, según ha declarado el presidente Maduro cada vez que se firma un nuevo préstamo.

Se conoce que como especie de trueque Venezuela da petróleo y China dólares, muchas veces ya vienen invertidos en transporte, alimentos, entre otros servicios, pero los términos del crédito, la forma cómo se va a pagar, cuánto se ha pagado, entre otros aspectos, dejan un vacío en la exactitud de las inversiones y en los resultados o beneficios que estos traerían al país.

Hace una semana, el Vicepresidente de Economía Productiva, Miguel Pérez Abad, anunció que Venezuela acordó contraer nuevos financiamientos con China que rondan los cinco millardos de dólares y estarán destinados a los motores de la Economía Productiva.

Para cumplir con estos compromisos, Pérez Abad informó que recortarán 60 % de las importaciones del corriente año. Sin embargo, vaticinó, que como fruto del nuevo crédito se espera “una ligera recuperación en las vitales compras (importaciones) en la segunda mitad del ejercicio”.

Añeja deuda

El economista Adalberto Zambrano explicaba que cuando un país se endeuda, es dependiendo de la capacidad que tenga para producir y responder a la deuda.

“En Venezuela su capacidad de producción se ha reducido al petróleo, y con los precios en caída, indudablemente la situación es bien difícil. Se está comprometiendo en gran medida el futuro, no solo de la actual generación, sino de la futura”.

Señaló con preocupación que además de petróleo, actualmente se hable de las reservas de oro que hay en el sur de Venezuela como una de las formas de pago.

“China está tranquila porque Venezuela tiene una de las reservas de petróleo y minerales más grande del mundo, ahora el país ya ha contraído deudas con China con producción futura, es decir que parte de lo que produce el país ya está comprometido”.

Presumió que parte de los ingresos del nuevo endeudamiento estén destinados a la coyuntura del país, es decir, importaciones, que si bien son un paliativo a la crisis, no apuntan a la recuperación del aparato productivo.

“No está generando el capital y los recursos a futuros para poder cumplir con ese compromiso”, lo que seguramente arrojará nuevos créditos que engordan la deuda que apunta a ser eterna, pues desde 2007 hasta hoy, se contabilizan 10 créditos dentro del llamado Fondo Chino.

Crédito improductivo

Néstor Castro Barrios, economista y miembro de la Academia de Economía del Zulia, indicó que lo importante es que “el Gobierno venezolano no despilfarre el dinero”. Que los recursos sean para invertir en materia productiva. “Si lo agarran para la GMVV eso no sirve, porque la misión no es productiva, hay que decirlo sinceramente, hay que ponerlo en fábricas para generar empleo, con un correcto uso”.

Al mismo tiempo Castro sugirió que China además de esperar petróleo venezolano, debería invertir en tierra caribeña, “eso es lo que necesita el desarrollo de Venezuela. No que nos presten y exigen que le paguemos con petróleo, esa es una viveza, el Gobierno tiene que sacudirse esa viveza China”.

Por su parte, Enmanuel Borgucci, también economista y director del departamento de investigación de la escuela de Economía de LUZ, llamó a una revisión del convenio Fondo Chino, para conocer con exactitud, “cuál es el pago que le está haciendo Venezuela en compensación con esa cantidad de dinero en efectivo líquido, en qué se paga eso. En qué situación está esa deuda, qué ha hecho Venezuela con ese dinero que le ha prestado China”.

Borguccini, tomando en consideración la caída de las reservas internacionales de Venezuela, que en caso de caer en una crisis más aguda de liquidez, Venezuela tendrá que solicitar una “quita de deuda”, renegociar no seguir repitiendo los préstamos. Sin, embargo, el experto recalcó que la garantía de China para seguir prestando dinero será siempre el petróleo y el oro criollo. 

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