El diario plural del Zulia

El Frente Amplio Venezuela Libre no despega

"Se buscó el refrescamiento de una marca desgastada y rechazada, pero no cambiaron la esencia y el elector percibe que el producto es el mismo”, dice Gabriel Reyes, analista político. "No termina de cuajar", señala el historiador Elías Pino Iturrieta

El Frente Amplio Venezuela Libre (FAVL), creado el pasado 8 de marzo como una alternativa transformadora a la plataforma opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), no despega a tres semanas de su creación, según lo consideran analistas políticos del país.

 “Aun cuando se llame diferente a la MUD, la percepción de los opositores es que el discurso se agotó y no hay liderazgo”, dice el analista político Gabriel Reyes y explica que como un paso evolutivo y para deslastrarse de las derrotas de las elecciones de alcaldes y gobernadores de 2017, la MUD convocó a los sectores  de la sociedad civil, cambió el nombre, “en busca de una especie de refrescamiento de
una marca desgastada, con rechazo, pero al no cambiar la esencia, el consumidor que es el  elector, percibe que el producto es el mismo, tal vez edulcorado, pero el rechazo por la falta de interés sigue
siendo el mismo”.

El experto anota como otro desacierto del FAVL las decisiones “ambiguas” adoptadas en las últimas tres semanas en el marco de la agenda política, dice, que si bien la recién creada tribuna opositora
no apoya la candidatura de Henry Falcón y la rechaza, “no hay una propuesta sólida de ese concepto de abstención activa que en algún momento se asomó. Si no están de acuerdo con las elecciones, con los
candidatos a votar, debe haber otra propuesta y esa propuesta no ha sido aterrizada”.

“No debe ser fácil para quienes están al frente de esta plataforma mantener vigencia en una Venezuela muy decepcionada, con altísimos niveles de desesperanza y que encuentra que a este grupo de personas,seguramente con buenas intenciones, se les acabó el discurso”.

Considera que a pesar de que muchos rechazan esta gestión gubernamental “sienten el vacío” que pudiera significar el día después de un cambio en la presidencia. “Eso debilita la motivación, la fuerza
de cualquier oposición, que es el no contar con un proyecto determinado, que no se ha dibujado porque tendría que tocar intereses muy sensibles que no quieren ser tocados”.

“No podemos salir del hueco donde estamos con ofertas engañosas como los bonos y misiones del Gobierno y la promesa de Henri Falcón de dolarizar el salario. Venezuela está cansada de buhoneros de ilusiones y por eso ese rechazo, porque no termina de convertirse en una verdadera oposición que lleve a Venezuela a una verdadera causa nacional que logre el cambio deseado”.

El peso del fracaso en las negociaciones

Para Luis Angarita, politólogo, profesor de la Universidad Central de Venezuela, a los antichavistas les resulta cuesta arriba tratar de renovarse ante el fracaso opositor en las negociaciones en República
Dominicana. Considera que en el Frente Amplio Venezuela Libre debe venir un proceso de renovación en su liderazgo, en la  toma de decisiones, “pero una cosa es anunciarlo, como se desea, y otra cosa
es construirlo,  como espacio de consenso”.

“A eso se suma el rol de la sociedad civil que se ha sentido desplazada en los últimos tres años de  la política nacional y que demanda un espacio en este proceso de construcción de la política
opositora”.

El catedrático, sin embargo, cree en la nueva palestra de la derecha y la invita a adaptarse y a reaccionar sin titubeo. “Uno no podría decir que porque no haya avanzado hasta el momento, ya implica su rotundo
fracaso, es una organización que tiene el reto de adaptarse a los tiempos que está viviendo la realidad venezolana con hiperinflación, elecciones; y resulta quizá odioso para la opinión pública que entre
tantos conflictos haya tanto tiempo entre las tomas de decisiones por parte de la oposición y de los partidos políticos”.

Opina que la meta y el mayor reflejo de voluntad de este Frente es reagruparse y convertirse en una verdadera fuerza opositora. Propone que cada cual “ceda un poco de sus intereses” y  entiendan que tienen una amenaza real, “que es que si no toman decisiones a tiempo probablemente pierdan la oportunidad de encontrar un cambio político para el país”.

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