El diario plural del Zulia

El dólar negro se come a los comerciantes

“¿Que cómo está la cosa? ¡Arrecha! ¿Qué queréis que te diga?”, comenta el encargado de una de las tantas ventas de autorrepuestos de la avenida Delicias. La volatilidad del dólar paralelo —que en noviembre pasó de 1.567,35 a 4.538,46 bolívares— obligó a muchos comerciantes a cerrar sus locales.

Cerrado por inventario”, “Por motivos de vacaciones colectivas trabajamos hasta el 30-11-2016, volvemos el 09-01-2017”. Los carteles dan diversas razones a los cierres. Al menos seis tenían las santamarías abajo solo en Delicias en pleno inicio de diciembre, la Navidad, una época tradicionalmente buena para las ventas.

Los proveedores nuestros tienen un mes parados. Nos empezaron a aumentar todos los meses”, prosigue el encargado —que pre rió no revelar su nombre— del local que sí abrió.

“Nosotros vamos a cerrar el 24 de diciembre al mediodía. Volvemos el 26 y cerramos otra vez el 31. En enero vamos a abrir, tenemos que vender la mercancía como sea. Ya veremos cómo reponemos el inventario. Ojalá que en enero el dólar baje”.

Incertidumbre

Amaya Briner, presidenta de la Cámara de Comercio de Maracaibo, confirmó que muchas empresas de la ciudad adelantaron sus vacaciones colectivas ante el alza descontrolada del dólar paralelo para proteger sus inventarios y los puestos de trabajo.

“Las empresas no saben en qué momento van a reponer el inventario que tienen hoy. No pueden remarcar precios, entonces tienen que vender la mercancía al precio que la trajeron, pero ya están perdiendo. Muchos empresarios cierran para ver hasta dónde llega esto, si va a haber una intervención del Estado, si van a lograr controlar este movimiento del dólar”.

Los comerciantes venezolanos no tienen acceso al dólar Dicom, la tasa oficial, que el jueves cerró en 661 bolívares, de modo que si quieren reponer su inventario tiene que buscar divisas en el mercado negro cuyo precio se dispara en cuestión de horas.

“Hoy me llegó un presupuesto que dice ‘válido por ocho horas’. ¿Cómo presupuestas así, cómo vendes así, cómo repones inventarios así? Y el hecho de hacer unas vacaciones colectivas ahora es un golpe psicológico para los trabajadores. Porque cuando te envían a tu casa por una razón como está, sin saber si el negocio va a volver a abrir o no, es muy fuerte”.

No solo repuestos

Gilberto Gudiño Millán, presidente la Unión Empresarial del Comercio y los Servicios del estado Zulia (UCEZ), recuerda que esta crisis va más allá de los autorrepuestos porque la mayoría de los productos que ingresan a Venezuela son importados y reciben impacto directo de la fluctuación de la divisa paralela.

Las empresas, por lo general, toman vacaciones colectivas en diciembre pero este año —también lo con firma Gudiño— muchas las adelantaron. ¿Cuántas?, no es fácil saberlo. “Esa cuenta es difícil de llevar porque es una decisión personal de los dueños de los comercios y este tipo de cosas no se informan a las distintas cámaras. Se puede hacer sin la necesidad de hacer la notificación”.

Son los carteles de “cerrado por inventario” los que dan pistas, porque este año también se adelantaron esos trámites.

“Esta fluctuación del dólar está generando una descapitalización del comercio, porque un producto que compraste en 100 bolívares, mañana te puede costar 300, 400 y 500. Y si vendiste ese producto en 150 bolívares, la venta no solo no te generó ganancias, sino que no te permite volver a comprarlo para ponerlo en el anaquel”.

¿Viajar?, bueno…

Hay aerolíneas venezolanas que venden los pasajes en bolívares con la sombra del dólar negro detrás. Un boleto aéreo Caracas-Miami oscila entre 880 mil bolívares y un millón.

También está la opción de comprar el pasaje en dólares por Internet, en sitios web extranjeros. Un pasaje Caracas-Miami-Caracas vale 816 dólares, que al cambio del dólar Dicom (663 bolívares) costaría 541.008 bolívares, pero calculado a la tasa paralela su valor sería de 3.760.944 bolívares.

El boleto Maracaibo-Miami-Maracaibo, sin escalas, se podía obtener ayer vía Internet en 1.442 dólares.

Las agencias de viaje, entonces, son las otras víctimas de la distorsión cambiaria. “No estamos vendiendo (vuelos internacionales) porque solo vendemos lo que se pueda vender en bolívares”, comenta Eveling de Meléndez, encargada de Viajes Harrisons. “Además, desde hace tres años a la agencia no le está permitido vender en dólares”.

Los vuelos nacionales también van en aumento. Un boleto MaracaiboPorlamar-Maracaibo vale 52 mil bolívares. “Solo estamos vendiendo vuelos nacionales que han subido una barbaridad. Lo que se pueda vender en bolívares, lo vendemos. Muy poco, pero se está vendiendo”.

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