El diario plural del Zulia

Discurso agresivo del Gobierno aleja el diálogo

Especialistas en análisis del discurso debaten sobre los mensajes de voceros políticos en torno de la propuesta de negociación

El mensaje del Gobierno en relación con el diálogo tiene dos caras opuestas: una, optimista, impulsora, entusiasta, al hablar de la posibilidad de una negociación política y la otra, aliada con el insulto, la burla y la deslegitimación.

A pesar que los más altos funcionarios del Ejecutivo nacional se de nen a sí mismos como los mayores impulsores de la conciliación y la paz, sus discursos se alejan del supuesto objetivo que pregonan.

Ejemplos sobran y suelen tener mayor difusión en los días más cercanos a las gestiones de mesa. El miércoles 27 de septiembre el presidente Nicolás Maduro dijo: “Julio Borges es un traidor a la patria, pidiéndole a Trump que invada a Venezuela. ¿Cómo se puede llamar a alguien que pide una invasión para su país?”. Todo lo que toca la oposición “lo convierte en estiércol, en basura, en desastre”, añade el mandatario, al referirse a uno de los principales líderes de la MUD en la negociación.

“Sin vergüenza, basura, tiras la piedra y escondes la mano”, fueron parte de los cali cativos utilizados por el presidente Nicolás Maduro para insultar al destituido alcalde del Municipio Chacao y perseguido político Ramón Muchacho, el 18 de septiembre.

Sin embargo, el pasado jueves 9 de noviembre el presidente Maduro aseveró: “Me he reunido con todos, pero en privado, ellos temen salir en público y hemos llegado a acuerdos”.

Insulta a los representantes de la coalición opositora, mientras asegura llegar a convenios clandestinos con ellos. Hay incongruencias. La coyuntura política deja un sinfín de incógnitas ante la opinión pública difíciles de aclarar.

Las expertas en análisis de discursos: Lorena Espina y Ana María Osorio, coinciden con que anteponer los insultos sobre la invitación a un proceso pacífico de diálogo en las alocuciones políticas, es consecuencia de una “propaganda” impulsada por la tolda chavista, para vender ideas erróneas de la realidad.

Antecedentes

“Todos los días tenemos que salir a predicar la palabra de Hugo Chávez”, expresó el miércoles 4 de octubre el constituyentista y primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello.

Para las analistas, el tipo de alocución que plantea el primer mandatario no es algo propio de su periodo presidencial, sino que se remonta a toda una historia característica en las cadenas nacionales, donde el desaparecido expresidente venezolano acostumbraba ofrecer.

A juicio de los expertos, mantienen un mismo tono. Desde que el presidente Chávez llegó al poder, el incremento de la palabra “patria” ha tomado una fuerza rotunda en el vocabulario de los venezolanos.

“Se trata de una coherencia y una constancia lógica por parte del Ejecutivo para despertar el sentimiento patriótico de los venezolanos”, comenta Osorio, experta en marketing político y análisis discursivo.

Al hablar de patria se suman palabras como “terrorismo” y “guerra” que, según Osorio, se convierten en las más utilizadas por los representantes de la tolda roja.

“Cuando tú hablas de patria todo aquello que la violenta es el terrorismo y la guerra”. “Yo creo que la estrategia del Gobierno, desde Chávez, ha sido esa: decir algo y hacer otra cosa”, señala la consultora organizacional y de marketing político, Lorena Espina. No es posible calificar al Gobierno de violento.

Lo que sí se percibe son sus pretensiones. “Dicen que harán algo por la situación del país, pero en realidad no están haciendo nada”, agrega la doctora Espina. Más allá de traducir las acciones del Gobierno como una completa incoherencia, se trata, para Espina, de una estrategia “hasta bien planificada”, pues las acciones parten de una intención tentada.

“En la actualidad, más que un discurso es propaganda. Ellos están vendiendo la imagen de que están en una comunión con la oposición. Además de hacer ver al país que ellos reconocen la mala situación nacional”.

Estrategia electoral

Al contextualizar los escenarios en los que el Gobierno utiliza palabras como “apátridas”, “basura” o “traidores”, para señalar a las guras más importantes de la oposición venezolana se entrevé una intención “estratégica de ingeniería electoral”, detalla Ana María Osorio.

El Gobierno se aventaja al restar votos, mediante la incertidumbre y la zozobra generada en los electores por la desacreditación y descalificación de los representantes de la MUD.

“Esa estrategia del Gobierno es acertada porque la oposición dejó muchas heridas abiertas en el proceso de regionales entre ellos mismos y ellos se aprovechan de eso”, argumenta.

Opina que es beneficioso demostrar que existe una negociación con la oposición para sustentar la idea de que es el oficialismo quien encamina al país por un rumbo pacífico, mientras que la MUD “oculta” tales negociaciones y en lugar de acceder a sentarse para conversar, se quebrantan internamente como partido.

¿Impulsor del diálogo?

“Una verdad no es absoluta, lo que sí puede ser absoluta son unos fragmentos que componen a la realidad”, opina Espina.

La doctora considera que el Ejecutivo se expone al no sustentar con hechos sus palabras. “El Gobierno ha quedado al descubierto ante la opinión pública y la comunidad internacional por su discurso”.

A su juicio, la línea discursiva que maneja el chavismo lo posiciona a una distancia muy lejana para definirlo como un impulsor del diálogo.

“No están impulsando ningún diálogo”, para que un diálogo se establezca debe estar, en primer lugar, propuesto por ambas partes y “el Gobierno ofrece su discurso solo”.

“El Gobierno no es impulsor de verdad. Ellos generan sofismas dentro de la opinión pública para hacer creer la verdad que imponen y no la del resto”, aclara la experta en análisis del discurso. Pero se debe tener en cuenta que el “único que habla es el Gobierno, la oposición no lo hace”.

Osorio razona y comenta que es el Ejecutivo el que le explica al pueblo lo que hace, mientras que la oposición genera confusión entre sus seguidores por el quebrantamiento interno de su organización. “No refejan las herramientas dentro de los parámetros democráticos para mantenerse en el poder”, refuta la doctora Espina.

Considera, sin embargo, que las estrategias utilizadas por el Presidente venezolano, en cuanto a la línea de alocuciones que mantiene, “no le están dando ningún resultado positivo”. Osorio reafirma su punto de vista y señala que “lo que menos pretende el gobierno de Maduro es sentarse a dialogar. Todo se trata de estrategias que de algún modo los mantengan incidiendo sobre sus seguidores en las próximas elecciones”.

 

 

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