El diario plural del Zulia

Diálogo más allá de la MUD, MUD más allá del partidismo

El fracaso del diálogo con el Gobierno y la desmovilización popular que este trajo consigo obligó a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a replantear sus objetivos, principalmente electorales: “la mesa debe ser reestructurada y relanzada. Hay que transformarla en un instrumento útil para la lucha política”, dijo en diciembre Jesús “Chúo” Torrealba, secretario ejecutivo de la coalición de partidos.

Miembros y simpatizantes critican que los partidos que conforman el G4 (Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo, Primero Justicia y Voluntad Popular) controlen hegemónicamente la coalición. Y esta semana Torrelba propuso anunciar esa reestructuración el 23 de enero durante la marcha que convocaron para exigir el cronograma electoral.

¿Pero hacia dónde debe mirar la coalición? “Esa plataforma debe ir más allá del partidismo. Necesita urgentemente una recomposición donde esté reflejado el país: los obreros y sindicatos, los empresarios, los intelectuales y los gremios profesionales”, afirma Carlos Alaimo, presidente del Voluntariado “Pasión Por Maracaibo”.

Alaimo levanta la voz por el cambio y destaca que el diálogo debe ser permanente y no coyuntural. Asegura que es urgente un diálogo nacional, con todos los sectores, más allá de la MUD y una MUD que trascienda del partidismo. “El diálogo es un valor, una virtud y debe ser extendido a todos los sectores que tienen que integrarse y sentirse parte de la búsqueda de la solución de los problemas”.

El líder de “Pasión por Maracaibo” insiste en la fórmula de la comunicación e integración de los diferentes factores que construyen la sociedad venezolana. “El diálogo debe romper con el partidismo agudo del G-4 y se deben incorporar intelectuales, obreros, organizaciones no gubernamentales, partidos pequeños y los liderazgos emergentes. Tiene que ser más allá de lo electoral, de los intereses de grupos de poder. Debe romper con esquemas del pasado y ofrecer una propuesta programática que vaya más allá de lo electoral. El diálogo debe ser para construir un proyecto de país”.

Todos los sectores

Énder Arenas, sociólogo coincide con Carlos Alaimo en la urgencia de despartidizar la Mesa de la Unidad. Tiene claro el norte. “Debe ir hacia todo el espectro político y social de la oposición venezolana. La MUD debe ser un gran acuerdo unitario de fuerzas sociales: sindicatos, gremios, estudiantes. Ir más allá del acuerdo formalizado en partidos políticos. La mesa debe apuntar a ampliar su base de sustento”.

Con la ampliación también vendrían dificultades, advierte: no cabe esperar que la MUD se reúna en asambleas donde cada visión se discuta y se vote. “La crisis requiere decisiones rápidas en tiempos cortos, no tiene sentido una discusión de días y meses”.

Cambio oportuno

Ruth Guerrero, docente de la Universidad Rafael Urdaneta (URU), considera necesaria la participación de todos los sectores en el cambio de sistema político y económico que le propone la MUD a Venezuela. La politóloga coincide con Alaimo al referirse a la necesidad de inclusión.

“Se han dado cuenta de que los partidos solos no representan la totalidad de la sociedad venezolana y por lo tanto tienen que bajar a toda la estructura que hay en esa sociedad para explicar qué es lo que se quiere”.

Se pensó, añade Guerrero, que la crisis era un problema de partidos políticos y estos se mantuvieron aislados del resto de la sociedad.

“Ahora podrán escuchar qué es lo que está diciendo una parte de los venezolanos que no pertenece a los partidos, pero que están padeciendo los problemas de todos. Y esos venezolanos tendrán sus posibles soluciones y ópticas y hay que escucharlos”.

Los ciudadanos, señala Arenas, comenzaron a asociar negociación con resignación debido a lo infructuosos que ha sido los acercamientos entre el Gobierno y la oposición. Por lo tanto, recomienda movilizarlos, con organización y propósito. Los opositores se cansaron de que los convoquen a marchas esporádicas, quieren mantenerse movilizados, agrega el sociólogo. Y no se trata de de movimientos putschistas (golpistas) cuya finalidad sea desalojar al presidente, Nicolás Maduro, de Miraflores. “Es necesario cambiar el modelo. Maduro ha carecido de personalidad por estar conectado ideológicamente a un planteamiento que ha fracasado”.

Nuevo perfil

Jesús Castillo Molleda, politólogo y docente universitario, recomienda que la MUD elija un nuevo secretario ejecutivo con base en postulaciones democráticas y amplias, y con un perfil muy minucioso.

“No militar en ningún partido político. Debe tener experiencia en el manejo de resolución de conflictos, negociación y manejo de grupos; conocer de temas electorales, militares, internacionales o, en su defecto, ampliar la postulaciones para elegir los asesores en esas áreas vitales para el actual momento país”.

Si este nuevo vocero se elige “dedocráticamente”, advierte, en poco tiempo correará el mismo destino que a su juicio sufrieron Ramón Guillermo Aveledo y “Chúo” Torrealba: perderá poder y autoridad. “La gura de la mujer sería interesante evaluarla en esta nueva etapa. Una mujer obligaría al Gobierno a ser más precavido al momento de atacar a la figura principal de la MUD”.

¿Pierde la MUD si no se reestructura? Mucho, indica Castillo Molleda: legitimidad, confianza, correrá el riesgo de repetir errores, puede haber más divisiones y, lo más peligroso, “ya el adversario la conoce como es, así que le será más fácil vencerla”.

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