El diario plural del Zulia

Déficit de rubros del campo supera el 60%

Los métodos se repiten, los resultados también. Abastecer al país de alimentos es un absurdo. El Estado y los sectores productivos son como el verdugo y la víctima. No hay concilio, no hay negocio, el decapitado es el mismo de siempre.

Las secuelas dejan a su paso desabastecimiento y miles de agricultores abandonando aquel campo donde antes se respiraba la serenidad de la bonanza, la dicha de la prosperidad. Las promesas no se acaban. Érika Farías, ministra de Agricultura Urbana indicó el jueves que el plan de agricultura 2017 producirá 90 millones de kilogramos de alimentos, que acabarán con el enemigo inexistente al que denominan: “guerra económica”. Los compromisos que asume el Estado evaporan incumplimiento, desconfianza.

Werner Gutiérrez, exdecano de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia (LUZ), recuerda que en el año 2016 el Estado prometió una producción en 2.000 hectáreas y hasta la fecha no hay evidencia del rendimiento de esas tierras.

“Noventa millones de kilogramos, aproximadamente, noventa mil toneladas de alimentos, en el país, se consumen treinta mil toneladas de alimentos por día. Las cifras que suministra el Gobierno no alcanzarían ni para una semana de abastecimiento. El Gobierno sobreestima, no calcula en base a la realidad”, afirma Gutiérrez.

Los objetivos del ministerio de Agricultura Urbana tan solo alcanzarían para abastecer menos de una semana de la demanda nacional.

Los versados en materia agrícola explican que para sembrar tomate y cebolla se requiere —por hectárea— al menos tres latas de 454 gramos de semillas, cuyo costo está por encima de los tres millones de bolívares cada una.

En la práctica, un productor necesita casi 10 millones de bolívares para la siembra de hortalizas sobre una hectárea.

Intención sin resultado

No cabe duda de que el Ejecutivo ha tenido intenciones de redoblar la producción. Tampoco cabe duda de que todo queda en meras intenciones. Elvis Portillo, decano de la Facultad de Agronomía de LUZ denuncia la falta de insumos para la actividad agrícola, a su juicio, esto causará un mayor déficit alimentario. “El sector ha manifestado que tiene la capacidad productiva pero hace falta una política agrícola clara y sincera, que proporcione insumos para todos los procesos, no hay semillas, no hay fertilizantes, no hay maquinaria, no hay nada”.

Las semillas se dolarizaron. Fátima Urdaneta, doctora en Economía Agrícola y Desarrollo Rural de la universidad de Córdoba España, dijo que un cuarto de libra de semillas de orégano cuesta $ 100, que se traducen en el mercado paralelo en Bs.490 mil. La catedrática sostiene que los productores perdieron la confianza por la falta de todo lo necesario para mantener sus operaciones. “Comprar una semilla importada es muy costoso, por eso las hortalizas están como están, un kilo de zanahoria cuesta hasta Bs. 5.000. Por ejemplo, medio kilo de semillas para sembrar cebolla cuesta más de BS.600 mil”.

De acuerdo con esta apreciación, Moisés Martínez, Ingeniero Agrónomo y profesor de LUZ, asegura que la carencia de insumos impide los procesos de siembra, que traerían consecuencias graves que merman la producción. “Para ese plan de agricultura urbana no hay un millón de personas que hagan cumplir la meta, estas medidas puede contribuir pero no es la solución para el abastecimiento total de la población porque no cuenta con la capacidad, el Gobierno está tomando medidas de contingencia, paliativas pero no son medidas que solucionarán los problemas a largo plazo, porque la verdad es que la situación que padece el país tiene los campos en situaciones críticas con niveles de operatividad muy bajos”.

Balance negativo

El déficit de los rubros supera el 60%, donde destacan: el café, el azúcar, el arroz, por otro lado, en hortalizas tales como: cebolla, tomate y pimentón el comportamiento es similar, entre 50 y 60 % ha sido la caída de la producción, arrojando un 70% de desabastecimiento en todo el país.

Según Werner Gutiérrez, el Estado ha planteado sembrar sobre 4,6 millones de hectáreas que requieren de 1,9 toneladas de fertilizante y en la actualidad solo se cuenta con 850 toneladas, significando un déficit de 68 % para cumplir la meta. “En Barinas fue entregado para el proceso de siembra entre 30 y 40% de los insumos para la siembra de maíz, estos errores harán que el año 2017 sea peor que el 2016”.

Por su parte, Fátima Urdaneta, también profesora de LUZ, asevera que la mayoría de los rubros están reprimidos a causa de la desatención gubernamental.

No se produjo ni la mitad del maíz y del arroz, el año pasado se cosechó menos del 50%, no hemos tenido mayores resultados por las malas políticas de importación que continúan sin apostar al éxito y la multiplicación de la producción, que de verdad satisfaga al país entero y el eterno problema de las semillas a precio de dólar sigue azotando al sector”, destaca.

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