El diario plural del Zulia

Crisis eléctrica es un monstruo que se tragó $ 80.000 millones

La crisis eléctrica nacional se ha convertido en un monstruo hambriento. El Ministerio de Energía Eléctrica de Venezuela creado en el año 2009 se ha devorado presupuestos y ministro tras ministro. En la silla eléctrica se han sentado Ángel Rodríguez (2009- 2010), Alí Rodríguez Araque (2010- 2012), Héctor Navarro (2012-2013), Jesse Chacón (2013 -2015) y Luis Motta Domínguez (2015). Y, mientras que los cortes eléctricos van en aumento, hasta 80 mil millones de dólares de supuesta inversión se fueron al foso.

Siete años cumple la peor crisis eléctrica vivida por Venezuela y aún no hay respuesta. Enrique Márquez, primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, en abril de 2015, denunció que el dinero destinado al sector eléctrico “no fue invertido y se lo tomaron para ellos”. Culpó directamente de corrupción al Gobierno nacional.

Según Márquez, el 81 % de las plantas eléctricas instaladas en Venezuela fueron vendidas y pagadas como nuevas y eran usadas. Asoma como ejemplo la planta eléctrica Termozulia 4. “Tuvo nueve años de uso en una planta gringa y la trajeron para venderla como nueva. La corrupción aparte de ser una de las causas del problema es un hecho imperdonable y los venezolanos tienen que exigir justicia en los múltiples casos que existen en el país”, sentenció.

Recordó que esto ocurre desde el año 2008 hasta la actualidad y el resultado ha sido un sobreprecio “grosero y gigantesco” en todas las obras. “En La planta El Picure se instaló un equipo que costó 185 millones de dólares, dijeron que era nuevo pero existe la evidencia que tenía doce años de utilización y debido a su condición costaba 60 millones de dólares”.

Destacó que este fue el primer contrato que hicieron las empresas ProEnergy y Derwick. Tiempo después, “las empresas ejecutaron la venta de 42 turbinas más de las cuales 81 por ciento tenían más de ocho años de uso y los cobraron como nuevas”.

Saqueo al sector

El presidente de Un Nuevo Tiempo igualmente acusó que la empresa Corporación Venezolana de Guyana (CVG) le compró cinco turbinas a las mismas empresas “porque estaban conectadas con la presidencia de Petró- leos de Venezuela S. A. (Pdvsa), con el ministro de Energía Eléctrica y Corpoelec y en la operación Derwick obtuvo 28 millones de dólares de comisión. En cuatro años no se ha podido prender ni un solo equipo, porque no hay gas combustible”.

El dirigente de la oposición venezolana indicó que “es un saqueo al sector eléctrico. El Ministro actual dice que falta por invertir más y tiene previsto hasta el 2019 siete mil 500 megavatios a un costo de 25 mil millones de dólares, que ya tienen un sobreprecio anunciado del 100 por ciento”.

Para Jorge Millán, miembro de la Comisión Permanente de Energía y Petróleo de la Asamblea Nacional, “los exministros y actuales autoridades en materia de electricidad dilapidaron más de 80 mil millones de dólares, para mejorar el sistema eléctrico y actualmente no hay capacidad de generación”.

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Millán saca cuentas. Cada kilovatio vale alrededor, en términos mundiales, de mil dólares y “si partimos de la premisa de que se han invertido entre 60 y 80 mil millones de dólares, digamos que la mitad se dedicó a mantenimiento y a las redes de transmisión de la electricidad, estaríamos hablando de entre 30 y 40 mil millones de dólares. Eso significaría hoy 30 o 40 mil megavatios que estarían generándose”.

En su opinión si la demanda eléctrica nacional alcanza 18 mil megavatios, quedaría un remanente de electricidad para exportar y generar ingresos a la República. “Si los exministros y el ministro actual no hubiesen despilfarrado el dinero y presuntamente se lo hubiesen robado”, indicó.

Lamentó que “la corrupción logró que se dilapidaran miles de millones de dólares que deberían estar invertidos en plantas termoeléctricas y que serían la alternativa a los momentos donde no existiese lluvia. Con esta inversión el país debería estar generando millones de kilovatios para cubrir la demanda nacional y sobraría electricidad para exportar y generar divisas”, advirtió.

Bombillos contra la crisis

Mientras los cortes eléctricos o el Plan de administración de carga subieron a cuatro horas diarias en gran parte del país, para contrarrestar los efectos de sequía del fenómeno El Niño, el Gobierno anunció un plan de atención eléctrica por 60 días y se inclina por la compra de bombillos ahorradores y aires acondicionados de bajo consumo.

Según el presidente de la República, Nicolás Maduro, con la sustitución de bombillos ahorradores y aires acondicionados se han ahorrado 4.600 megavatios. Ha asegurado que en los últimos tres años lograron sustituir 55 millones 786 mil bombillos ahorradores en todo el país, han cambiado 50 mil aires y la meta es cambiar 500 mil aparatos de este tipo.

Iñaki Rouse, ingeniero electricista y expresidente de La Electricidad de Caracas, opina que la crisis no se ha superado porque las medidas que tomó el gobierno no fueron las más efectivas. “Ni los bombillos ahorradores que se repartieron ni las plantas de generación distribuida, que trajeron de Cuba, contribuyeron a solucionar el problema y muestra de ello es que se siguió sobreexplotando el Guri”.

Rouse manifiesta que el sistema eléctrico nacional está diseñado para soportar épocas de sequía, porque no solo se alimenta de generación hidrológica. “Hay plantas de generación termoeléctrica que funcionan cuando no hay lluvias. En este momento esas plantas deberían estar operativas para evitar el racionamiento. Pero desde 2009 se ha hecho una inversión de más de 60 millardos de dólares en compra de maquinarias para esas plantas. Se instaló más capacidad, pero no está disponible”, agregó.

 

 

 

 

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