El diario plural del Zulia

Crisis convierte a la yuca en plato fuerte del zuliano

El consumo de yuca está asociado a parrilla, pollo en brasa o la broaster, hervidos, a las fritangas como las papitas, arepitas, palitos, pero de un tiempo para acá se ofrece no solo en franquicias de comida rápida, sino además en supermercados y abastos y por si fuera poco, en cada esquina o en ventorrillos colocados en los frentes de las casas marabinas donde se vende a distintos precios.

Aquello de que a falta de pan buenas son tortas quedó atrás y apareció este viejo sustituto, pues la yuca está en boga en estos tiempos de crisis, convirtiéndose así en el plato fuerte en la mesa del zuliano. De contorno paso a plato principal.

Hoy en día es uno de los alimentos más consumidos por los venezolanos como fuente de calorías y carbohidrato, y deja atrás al plátano, la arepa de maíz, la papa y otros productos que “la mala situación” ha sacado de la boca del consumidor.

La raíz, cuya domesticación en la región andina se remonta a tiempos prehistóricos como base de la alimentación de distintos grupos indígenas, junto al maíz, ha retomado su posición dentro de nuestra gastronomía cotidiana, y después que su cultivo indujo a los pobladores de la época a establecerse en comunidad y en pequeñas aldeas, hoy regresa como “plato fuerte” o la “salvación” en muchas mesas zulianas.

Los precios de los productos de la dieta diaria se incrementan semanalmente y es cada vez más difícil comprar harina de maíz (paquete de un kilo Bs. 4.000), para realizar las tradicionales arepas, y ante la ausencia del pan en los establecimientos y su elevado precio, así como el alto costo de las verduras y hortalizas como la papa (Bs. 1.500 el kilo) y el elevado precio del plátano (Bs. 400 la unidad), el consumidor zuliano ha recurrido a la yuca, como uno de los pocos rubros que no escasea y tiene un precio accesible que oscila entre los Bs. 500 y Bs. 700 el kilo.

Víctor Palomo Sánchez, comercializador de yuca del Mercado de Mayoristas de Maracaibo (Mercasur) indica que en la actualidad en el mercado existen unos 40 vendedores que ofrecen el rubro al mayor y asegura que, hace dos semanas aproximadamente, entraban al mercado entre 60 y 70 camiones diarios que representan entre 350 y 400 mil kilos de yuca. Nunca antes había observado una demanda del consumidor como la actual, asegura.

Hasta hace una semana el precio de un saco de yuca de 60 o 65 kilos se ofertaba entre 23 y 25 mil bolívares y hace tres días el costo se ubicaba en Bs. 30 mil, estimándose que en unas dos semanas más alcance los 40 mil bolívares. Al subir la demanda, baja poco a poco la oferta y se registra un aumento en el precio, explicó el comercializador del producto.

Este rubro tiene un ciclo de producción en promedio de ocho meses, y depende básicamente de la zona de cultivo que sean más o menos meses, así como de otros factores como suelos arenosos y suministro adecuado de riego que favorecen al rubro a que tenga más rendimiento y ciclos más cortos.

Yuca vs. harina

Héctor Fasano, agrónomo productor y exprofesor de la Facultad de Agronomía de LUZ, re rió que se tiene registro de que existen productores agropecuarios que están desistiendo de la producción de carne para poner a producir sus tierras con la siembra de yuca al considerarla más rentable en los actuales momentos, viéndolo a futuro como un mejor negocio, con menos inconvenientes como actividad productiva.

Lo referente a la permisología, movilización en sitios de producción, transporte en cavas para la venta que amerita la carne, se hace cada vez más engorroso y difícil para los productores, sin contar el tema de la inseguridad que existe en el campo.

En la actualidad los agricultores están aumentando la superficie de siembra de este rubro de 100 a 150 por ciento. Se puede registrar en los cuatro meses venideros un punto de estabilidad en lo que se re ere a la demanda de este producto, y existe la posibilidad de que en el segundo semestre del año esa demanda siga subiendo o pueda disminuir, tomando en cuenta algunos factores que influyan en ello como, por ejemplo, condiciones ambientales o climáticas, asegura el agroindustrial productor de dicho rubro.

Dice que existe una relación directa entre el precio de la yuca y el de la harina de maíz. Cuando por cualquier razón sube el precio de la harina, los consumidores emigran y compran yuca como el sustituto del carbohidrato diario, como su fuente más importante y el más asequible. En muchos hogares zulianos hay una mesa con venta de yuca, es de muy fácil acceso.

Una alternativa

Para el agrónomo Édgar Martínez, exsecretario de Desarrollo Económico de la Gobernación del Zulia y productor agrícola, se trata de una alternativa en la mesa del zuliano que aporta energía a través del carbohidrato.

Es un cultivo perenne con alta producción de raíces reservantes, como fuente de carbohidratos y follajes para la elaboración de harinas con alto porcentaje de proteínas. Las características de este cultivo permiten su total utilización, el tallo (estacón) para su propagación vegetativa, sus hojas para producir harinas y las raíces reservantes para el consumo en fresco o la exportación.

Los avances logrados en los últimos años en el desarrollo de variedades con alto potencial de rendimiento ayudan a mejorar la productividad y la competitividad del cultivo y le permiten entrar en diferentes mercados, especialmente en los servidos por las industrias de alimentación animal y usos industriales (almidón y pegantes).

Explica el profesor Martínez que la yuca (manihot esculenta, Crantz), es producida en su mayor parte por pequeños agricultores que no dependen de insumos ni tecnologías asociadas con la agricultura moderna. Cultivada tradicionalmente en suelos de baja fertilidad, se propaga vegetativamente y a bajo costo por unidad de super cie, con rendimientos de 1 a 3 kg y hasta 7 kg de raíces por planta. Es tolerante a la sequía, plagas y enfermedades, se cosecha en varias épocas del año.

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