El diario plural del Zulia

Crece el éxodo laboral

Amaya Briner, presidenta de la Cámara de Comercio, afirma que el abandono de plazas se disparó en enero. “La gente se está yendo”

Amaya Briner, presidenta de la Cámara de Comercio de Maracaibo, estima que entre el último trimestre de 2017 y el inicio de 2018, disminuyó en 52 % la nómina empresarial en Maracaibo y San Francisco.

Briner explica que hasta septiembre del año pasado la baja laboral era generada por el empresario, quien para reducir costos operativos de la empresa cesaba a parte del personal, “pero ahorita la causante es la diáspora, la migración venezolana”, sostiene. “Ya no solamente las empresas están reduciendo personal por costos, es que la gente se está yendo del país”.

En una rueda de prensa en la sede del organismo empresarial y acompañada de los presidentes de otras cámaras de la región, Briner afirmó que al organismo que representa “nos preocupa” porque en Venezuela la población económicamente activa, entre los 15 y 60 años, se ha venido reduciendo y esa es la población que se va del país a buscar mejor situación económica, detalló.

“Están creciendo esos dos extremos, la población que depende de esa que trabaja, que son los niños y los adolescentes, quienes están viviendo una situación terrible de desnutrición, y los abuelos, quienes duermen a las puertas de los bancos para cobrar su pensión que no les alcanza”.

Elio Rivas, presidente de la Unión Empresarial del Comercio y los Servicios del Estado Zulia (UCEZ) y de la Cámara de Transporte del estado Zulia, enumeró otras causas de la ausencia laboral.

Rivas expresó que no es por voluntad del trabajador, sino porque no puede trasladarse a su sitio de trabajo, por la falta de dinero efectivo, por ineficiencia en el transporte público o por el cobro excesivo de los pasajes.

Opina que ante este escenario hay empresas que todavía no han abierto y otras que están pensando en reducir su tamaño para poder sobrevivir. “La idea no es cerrar, sino seguir aguantando la pela, pero necesitamos un mínimo de garantía para poder funcionar”, aseveró.

Fiscalización

Para la presidenta de la Cámara de Comercio de Maracaibo, las fiscalizaciones realizadas en el mes de enero por la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) ponen en peligro al sector empresarial de la región. “Sobre todo a los supermercados, con ese asunto de volver al precio del mes de diciembre”, refirió.

Señaló que el cambio de los precios de diciembre de 2017 a principio de enero de 2018 “es una cosa bárbara. Se multiplicó por 10 y sobre todo porque los empresarios no tenemos acceso a divisas”. Recordó que desde agosto de 2017 el Estado no otorga divisas a los empresarios “y necesitamos buscar otras alternativas para poder comprar los insumos de los productos que fabrican”.

Briner subrayó que de los productos que se hacen en Venezuela, “todos” tienen un componente que es importado y eso significa divisas que hay que buscarlas en el mercado.

Reducen o cierran

Franco Cafoncelli, presidente de Fedecámaras-Zulia, exigió al Gobierno nacional “que tome las medidas necesarias para frenar la de ciencia en el transporte público, la escasez de dinero en efectivo y la inflación. “A nadie le alcanza lo que gana. ¿A quién le alcanza el dinero para comprar las cosas? En reuniones que hemos tenido con nuestra gente, todas la las empresas están pensando en reducir o en cerrar y eso va a ser peor”.

Cafoncelli considera que “ninguna” de las medidas que tomó el Ejecutivo nacional “ha sido en función de mejorar, de que haya un cambio o que esto realmente se reactive. Todas las medidas que se toman han sido para profundizar la crisis”, apunta.

Propone trabajar y empezar por producir “en nuestros campos” y apoyar al sector primario. Cree que hay que rehacer la industria, “porque prácticamente está trabajando en un 10 por ciento y el sector comercio está en desbandada”.

Reveló que cuando realizan reuniones con los empresarios preguntan cuáles son los principales problemas que tienen en este momento y concluyen: “Que se nos va la gente, que no hay gente que compre, que no hay productos qué vender y se suman los controles, las fiscalizaciones, es un problema tras otro, pareciera que fuera un plan para acabar con el país. No quiero pensar que eso sea así, pero eso es lo que nos indica y es lo que estamos viendo”.

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