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Clíver Alcalá: “Tarek William Saab está buscando una embajada para huir”

El exjefe de la Zona Estratégica del Estado Bolívar y cercano colaborador del fallecido presidente Hugo Chávez aseguró que Nicolás Maduro desconfía de que su circulo más cercano trate de matarlo

En entrevista con El Tiempo, Clíver Alcalá, uno de los militares de la era Chávez más cercanos con el padre de la revolución venezolana y critico feroz del gobierno de Nicolás Maduro, habló sobre el descontento en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), el supuesto atentado contra el Jefe de Estado y los enfrentamientos internos en el marco de la actual crisis.

Sobre el presunto atentado, Alcalá refiere que todo apunta que el atentado fue real y ha sido aprovechado por el Gobierno para ir contra militares que considera desleales, entre quienes nombró al general Alejandro Pérez Gámez y al coronel Pedro Javier Zambrano, y personas que,a su juicio, el Gobierno quiere eliminar políticamente, como los diputados Juan Requesens y Julio Borges. Asegura que se inventan cargos en contra de ellos.

“En la Fuerza Armada se expresa el mismo descontento que hay en las familias venezolanas. Ahorita Maduro está desconfiando de esos grupos anárquicos que lo apoyaron, con cierto poder económico, y de la estructura militar. Está cercado por sus mismos colaboradores y no puede reclamarles porque eso no es un gobierno, sino un grupo de delincuencia organizada”, afirma.

El exjefe de Casa Militar explica que la desconfianza llega incluso a la Guardia Presidencial. “Maduro tiene ya una desconfianza total. Se sabe que incluso el fiscal que reemplazó a Luisa Ortega (Tarek William Saab) está buscando una embajada porque nadie quiere montarse en una tarima con Maduro. Les perdieron el respeto a él y su gente”.

“Causa sospecha y extrañeza que también gente cercana a Maduro no estuviera en la tribuna el día del atentado”, añade al referirse a lo ocurrido el 4 de agosto.

Alcalá destaca que Diosdado Cabello, quien normalmente acompaña a Maduro en todos los actos, no estuvo en la tarima ese día. “Sé que hay una pugna de poder entre ellos, porque están señalados internacionalmente y han perdido recursos que en el pasado no les costó mucho robar. Por ese dinero han entrado en disputa”.

Denuncia que los embajadores del país, funcionarios de las embajadas y los agregados militares llevan más de seis meses sin cobrar. “Tú no le puedes pedir lealtad a quien no le estás cumpliendo. Tengo información de que más del 70 por ciento de los diputados de la Asamblea Constituyente no están contentos porque ya van a cumplir un año, en octubre, y no han hecho nada. Hay diferencias tremendas entre ellos”.

¿Las dificultades internas del Gobierno podrían llevar a la caída del régimen?

Con la situación tan precaria, sí. En los últimos días el poder adquisitivo, que ya había bajado mucho, se perdió en otro 25 por ciento. Por la inflación (que según el FMI será de un millón por ciento este año) es que Maduro ha hecho quitar cinco ceros a la moneda, pero eso no resolverá nada. La gasolina va a subir de precio, hay apagones todos los días en muchas ciudades, una gran delincuencia, y la escasez de alimentos y medicinas es cada vez peor.

Usted ha dicho que este malestar se expresa dentro de la Fuerza Armada. ¿Los militares pueden acabar propiciando una salida de Maduro del poder en el marco de la Constitución?

Todas las instituciones en el país están destruidas, y de esa destrucción no se escapa la Fuerza Armada, gracias a Maduro y a Vladimir Padrino López (el ministro de Defensa). En Venezuela hay casi 2.000 generales, más generales que coroneles. La pirámide está invertida y todo mundo desconfía de todo mundo. Nosotros vivimos en Venezuela en un constante estallido social que no acaba de estallar porque la gente está más pendiente de resolver las cuestiones de la vida diaria.

¿Pero en algún momento ese inconformismo se puede traducir en una demanda de cambio desde la propia institucionalidad militar?

Es que la cúpula militar es parte del grupo de malhechores que han montado una estructura de crimen organizado para controlar al Estado. Por eso la solución en Venezuela no pasa por un hombre sino por una junta restauradora, con un plazo para la reconstrucción. La magnitud del daño en Venezuela no es para que lo resuelva un hombre o una mujer, sino un grupo de venezolanos que represente a la sociedad y en el que converjan todos los sectores, incluyendo la Fuerza Armada.

Una reciente encuesta de Analitic muestra a los políticos de la oposición con muy baja imagen. Si a esto sumamos la división entre las fuerzas opositoras, ¿cómo entonces pueden enfrentar a Maduro?

La gran ventaja de Maduro es la división de los venezolanos que lo repudian por dictador. Estas divisiones las ha fomentado el mismo Gobierno y las ha manejado muy bien. Este es un Gobierno que lo malo lo hace muy bien.

¿Usted cree que Maduro seguirá fomentando las tensiones con Colombia como un elemento para distraer la atención de los problemas internos?

Maduro es tan irresponsable que es capaz de eso. A pesar de que estamos en el momento más crítico de la Fuerza Armada, por todo el deterioro de su apresto operacional, Maduro es capaz de motivar un enfrentamiento con Colombia, aunque este le resulte negativo al Estado venezolano. Maduro es tan irresponsable que no le interesan el país ni su soberanía. Solo le interesa la riqueza que él pueda saquear.

¿La Fuerza Armada de Venezuela tiene capacidad para emprender una acción militar contra Colombia?

La Fuerza Armada está tan deteriorada que no tiene capacidad operativa para emprender ninguna misión. Maduro les tiene tanta desconfianza a los soldados, a los oficiales, a los capitanes, que no les da ni cartuchos. En el desfile del 4 de agosto (en el que ocurrió el atentado con drones explosivos contra el Presidente) nadie iba con cartuchos. Los soldados llevaban el fusil de adorno. Por eso se dispersaron, porque no tienen capacidad de reaccionar ante un hecho como el que pasó. No se les permite tener munición.

¿No llevaban balas en sus fusiles?

Había tres mil soldados con un fusil en el desfile, pero ninguno tenía cartuchos. Por desconfianza.

¿Por eso, en lugar de proteger al Presidente, salieron corriendo?

¿Cómo lo van a proteger si no tienen cartuchos? Por eso es que la estampida se da. Si hay un supuesto ataque, tienen que correr…

¿Maduro tiene miedo de que lo mate su propia gente?

Sí. Tiene miedo de que su propia gente lo mate. Maduro convocó una reunión con los generales (el viernes 10 de agosto) para decirles que el atentado era de Colombia y de (Juan Manuel) Santos, y al entrar, a los generales les vaciaban los bolsillos, les hacían tacto al cuerpo para ver si tenían armas, les quitaban los teléfonos. A los generales y almirantes...

¿Usted cómo supo eso?

Por generales que me llamaron y me contaron. Uno me dijo: “he pasado el momento más ruin de mi vida, funcionarios policiales me revisaron para entrar a un acto con el Presidente”. Ese es el nivel de desconfianza de Maduro.

¿Qué papel juega Diosdado Cabello en estos momentos en Venezuela?

Hay una pugna muy fuerte entre cuatro grupos. Los dos principales son el de Maduro, que controla las mayores fuentes de ingresos del Gobierno; y el de Diosdado, que controla gran parte de la cúpula militar. Los otros grupos tienen menos poder. Son el de Tareck El Aissami (ministro de Industrias y vicepresidente del Área Económica) y el de los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez (ella es la vicepresidenta y él, ministro de Comunicación). Todos tienen mucho poder económico. En los últimos cinco años han saqueado 150.000 millones de dólares.

¿De qué Manera se manifiesta la pugna entre estos grupos?

Ellos solo se unen cuando son atacados desde fuera o tienen que enfrentar situaciones internas. Pero la pugna es muy dura. Por ejemplo, hace unos días se divulgó un video del diputado Juan Requesens (acusado de participar en el atentado contra Maduro), en el que aparece detenido en condiciones deplorables (aparentemente drogado). La información que tengo es que ese video lo filtró un general muy cercano a Diosdado. Maduro pidió una investigación, pero el general Gustavo González López (director del Servicio Bolivariano de Inteligencia) le dijo que no. Maduro está muy débil.

¿Qué salida anticipa usted para Venezuela?

Tenemos que converger los diferentes sectores venezolanos en un proyecto de transición y cambio, tanto los que creemos en los modelos sociales como los que creen en los modelos capitalistas. La convergencia es la única manera de evitar que se siga destruyendo la nación y su soberanía.

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