El diario plural del Zulia

Carlos Hermoso: “La unificación cambiaria derrumbaría la bolsa CLAP”

Efecto político del negocio en el manejo de las divisas impide al Gobierno asumir la transformación necesaria

Directo, claro, enfático y preciso, así explica el doctor en Ciencias Económicas, analista, asesor económico y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Carlos Hermoso, casado hace muchos años con la filosofía socialista dos elementos sobre el tapete actual: La unificación cambiaria y la reestructuración y refinanciamiento de la deuda externa.

—¿A qué responde la unificación cambiaria, que incluso adeptos al Gobierno la están proponiendo?

—Responde a la necesidad de restablecer la relación real del signo monetario venezolano con la divisa, es decir, de ella resultaría que los precios del mercado se ajustarían a esa relación real.

Con la unificación desaparece la divisa protegida (Dipro, Bs. 10,00 por dólar) y los precios se ajustarían automáticamente al valor real del bolívar con el dólar.

—¿Entonces, por qué el Gobierno no termina de aplicar esta unificación?

—Porque tendría un efecto político inmediato, con ella desaparecería la posibilidad que hoy tiene el Gobierno de adquirir bienes al valor del dólar protegido y con ello se derrumbaría la bolsa CLAP, y los canales de comercio que establece el Gobierno para drenar esos bienes adquiridos hacia un mercado sui géneris creado por esa institución chavista. Traería como consecuencia, además, que el dólar fluctuaría en respuesta a la oferta y la demanda de la divisa.

—¿Los tres tipos de cambio son entonces un mal político necesario con lo que juega el Gobierno?

—Los estableció para minimizar los costos políticos y no resuelven nada. Una mercancía tiene un precio en correspondencia con el valor de cambio de ella. Si eso se distorsiona, se crean varios fenómenos, uno de ellos es la especulación; si se establece un tipo de cambio para traer una mercancía y esta tiene un valor determinado y lo vendes en el mercado a un valor mucho menor, estás estimulando la especulación y recordemos que en el capitalismo hay un principio y es que el vendedor compra barato para vender caro y en la medida que pueda vender mucho más caro lo hace y estos tipos de cambios apuntan a esa práctica. El que crea que el mercado se mueve por sentimiento no sabe de lo que habla, el mercado se mueve es por la ganancia, el afán de lucro y son distorsiones que se han venido profundizando en Venezuela de una manera brutal.

—¿Qué hacer entonces, dónde estaría la medida que revierta este escenario?

—En el fortalecimiento de nuestro signo monetario sobre la base del incremento en la producción nacional, no hay otro modo. Tú incrementas la producción y ganas en competitividad y ello supone una política económica que se contrapone a lo que viene desarrollando el Gobierno, se trata de un tema en el que Venezuela pueda sustituir importación con producción nacional.

—¿Qué economía tenemos en Venezuela, capitalista, socialista, comunista, las tres juntas, o una especie de locura sin nombre?

Aquí no hay socialismo, es el capitalismo más brutal y tonto que ha tenido Venezuela en su historia republicana, es un sistema loco, distorsionado. En el artículo 301 de la Constitución se establece el trato igual de capitales, es decir, el principio liberal antonomasiaen el mundo entero, es decir, le estás  dando el mismo trato a los capitales extranjeros que a los capitales nacionales. Eso no lo hace ningún país del mundo, ningún país le da rango constitucional al trato igual de los capitales y en consecuencia tenemos la economía más liberal con rango constitucional que hay en América Latina, liberalismo puro para fortalecer la producción brasilera, china y rusa que luego importamos a Venezuela, se trata de un negoción donde se fortalece la producción de afuera en detrimento de la nuestra.

—¿Allí se fundamenta la destrucción de la economía venezolana?

—Por supuesto, primaste importar productos extranjeros chinos, brasileros, rusos haciendo de esas, producciones más competitivas que la nuestra, no canalizaste el ahorro nacional en función de la inversión productiva, desbaratando así la economía y mantienes esa relación desigual con el capital mundial, principalmente con el más salvaje y competitivo de todos los capitalismos del mundo que es el chino, así se llame comunista, entonces, Venezuela traspasó su dependencia del imperialismo estadounidense a la dependencia del imperialismo chino, más de la mitad de la factura petrolera en pago de deuda y hablamos de una factura que está por encima de los 600.000 barriles diarios, eso no tiene nada que ver con socialismo.

—¿Con qué se come entonces la economía socialista?

—En una oportunidad le preguntaron a Lenin en 1921, ¿qué es el socialismo? Y este respondió ‘electrificación’ y este Gobierno (Chávez-Maduro) lo que ha hecho es deselectrificar la economía. El socialismo es diversificación del aparato productivo, es industria pesada, ligera y liviana, es independencia nacional y este Gobierno lo que ha hecho es afianzar la dependencia, no ahora de los estadounidenses, sino con mayor énfasis de los chinos. Este es un Gobierno revisionista, socialista de palabra y capitalista de hecho, igual que el chino.

—¿Por qué le ha salido tan bien al Gobierno disfrazarse de socialista?

—Porque el término socialismo, unido a una política económica dadivosa tiene eficacia política y esta no ha mermado, al contrario, ha llegado a un grado tal, que con todo y la crisis brutal a la cual nos ha llevado el Gobierno, acaban de ganar unas elecciones haciendo la trampa más grande que se puede hacer pero con todo y eso, al no existir una fuerza alternativa unificada con propuestas de cambio y de desarrollo, con un sentido de orientación claro y transparente, evidentemente, eso termina alimentando esa eficacia política del Gobierno.

—¿Cómo evaluar la reestructuración de la deuda propuesta por el Gobierno?

—Buena parte de la deuda con China y Rusia será reestructurada, es un tema que se viene trabajando desde hace tiempo. Aprovecha el Gobierno la recuperación de los precios del crudo, tanto en Venezuela ($ 43) como en la Opep ($ 56) junto con otras bondades que tiene nuestra economía y negociar a partir de allí.

—¿De cuáles bondades de nuestra economía estamos hablando?

Venezuela es el tercer reservorio de torio del mundo. El torio es un mineral valiosísimo utilizado en China y otros países para sus programas nucleares. Venezuela, en el Arco Minero, cuenta con reservas incontables de coltán que es otro mineral ambicionado por Rusia y China, además del oro. Venezuela no es cualquier país, es un país geoestratégico vital para el mundo y todos los imperios lo saben.

—¿Las sanciones internacionales de EE. UU. y otros países afectarían el refinanciamiento de la deuda?

—No, en absoluto. La reestructuración de la más importante deuda, que es con China, no se verá afectada. Esas sanciones no hacen sino afianzar la dependencia de Venezuela de China y de Rusia, que son hoy en día sus protectores. Son sanciones naturales de un imperialismo que se ve herido, traicionado por un país como Venezuela y es natural que las ejecuten, pero eso favorece aún más la dependencia del Gobierno venezolano del imperialismo chino y ruso, cuyo único resultado es el avance de la destrucción del aparato productivo nacional.

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