El diario plural del Zulia

Campanada revolucionaria

La propuesta del exministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, de reavivar el chavismo, realizar cambios dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) e impulsar una campaña por todo el país, por la paz, el orden y el progreso, no sólo ha causado revuelo en las filas del oficialismo sino que suma un elemento más contra la crisis política que consume al heredero de Hugo Chávez en Miraflores.

“Es un mensaje a García, le está diciendo al presidente (Nicolás) Maduro: Necesitamos que el 4 de febrero y su espíritu eviten caer en otro 23 de enero de 1958”, considera Ricardo Lobo Acosta, analista político y presidente de la Fundación Renovando Esperanzas, quien considera que el militar representa a un liderazgo “importante” que viene a dar una “campanada”.

Según el historiador, hay propuestas visibles de Miguel Rodríguez Torres, pero también, “no visibles” de una serie de generales activos y no activos que seguramente están detrás de él. “Le están diciendo al Gobierno: ‘Tienes que asumir rectificaciones o simplemente el 4 de Febrero va a fraguar dentro del proceso histórico venezolano".

Acosta Lobo afirma que cuando se analiza el discurso del Mayor General Miguel Rodríguez Torres, quien se autoproclama chavista y dice que a pesar de las circunstancias históricas, sigue fiel a los ideales del fallecido Presidente, “está denotando que a lo interno del proceso revolucionario chavista, hay una tendencia fuerte que más que no querer gobernar con (Nicolás) Maduro, insiste y le pide que reactive o rectifique en ciertas políticas o ciertas actuaciones que hoy desdicen mucho de lo que es el proceso revolucionario”.

División
Efraín Rincón, profesor universitario y especialista en sondeos, considera que un funcionario de esa categoría que hable como lo hace el exministro de Interior, Justicia y Paz, destituido en 2014 por el presidente Nicolás Maduro, podría advertir: “Mucho cuidado, Presidente, con cometer errores, con hacer tonterías, porque efectivamente, no todas las fuerzas armadas están con usted ni todo el proyecto político del presidente Chávez lo está acompañando”.

Rincón cree que las declaraciones de quien dirigió el asalto a la residencia presidencial La Casona el 4-F de 1992, donde se encontraba esa madrugada la primera dama Blanca Rodríguez de Pérez, su hermana, una hija y dos de sus nietos pequeños, sacude las bases del proceso. “Es una declaración abierta de que el chavismo no es un proyecto monolítico, como nos lo quieren hacer ver, sino que está profundamente dividido”.tuits

El especialista pronostica que en la medida en que la crisis se profundice y la incapacidad del Gobierno para enfrentarla se haga mayor, se seguirán escuchando voces contrarias al proyecto madurista para tratar de heredar algunos dividendos de lo que todavía queda del proyecto liderado por el presidente Chávez.

¿Aval del 4-F?
En opinión de Florencio Porras, exgobernador del estado Mérida y compañero de rebelión del expresidente de la República, Hugo Chávez Frías, dentro del chavismo mucha gente ve con simpatía tanto las críticas como la potencial candidatura de Rodríguez Torres. Por lo que se ve en sus últimas declaraciones está buscando liderar al chavismo, aseguró.

“Si definitivamente en las filas del chavismo no hay ningún liderazgo real, mas allá de los impuestos y las acciones que han llevado a este desastre, cualquiera tiene su legítimo derecho de manifestar su deseo para dirigir allí. Si surgiera un liderazgo avalado por las bases del chavismo, bienvenido sea”,
acotó el militar retirado.

Carlos Carcione, investigador de Marea Socialista, cree que sí hay la necesidad de una referencia nueva, de una alternativa plural, democrática, “por supuesto, recuperando las claves mejores del proceso, haciendo un balance de los errores que se han cometido. Hay posibilidad de solucionar la crisis”.

El estudioso opina que es significativo que Rodríguez Torres haya hablado públicamente. “Es importante porque le quita miedo a la sociedad. Ayuda a que todo el mundo hable. Que no sólo se hable desde las dos cúpulas ya instaladas porque tienen la cobertura institucional, y los ciudadanos miran a los toros desde las barreras. Eso no puede ser, tiene que escucharse la voz de la ciudadanía, la voz del pueblo, que no es la misma y en general no coincide, con lo que plantean los dirigentes”.

transicion

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