El diario plural del Zulia

¿Bloqueo asesino? Gobierno devuelve medicinas enviadas de tres países

La denominada crisis humanitaria de salud cada día ahoga más a los venezolanos. Rutber Vílchez, de 24 años, espera la llegada de Duopres de 5 o 10 mg desde hace más de un año a causa de un problema de tensión que afecta su rutina diaria, aquejándolo con intensos dolores de cabeza, náuseas e incluso pérdidas de conocimiento.

El medicamento es importado y solo lo conseguía en Farmacia SAAS o Farmapunto, pero la escasez golpeó directamente su tratamiento y ahora debe lidiar con el intenso malestar día a día. ‘‘No puedo decir que sufro de hipertensión porque también se me baja algunas veces. He tenido que faltar al trabajo y a la universidad porque no puedo mantenerme en pie. Necesito al menos una pastilla a la semana’’.

El mismo calvario lo vive José David Guadama, de 26 años, en la eterna búsqueda del Tegretol LP de 400 mg y Valcote ER o Valpron de 500 mg para evitar las convulsiones que tiene desde los 8 años. Su reserva solo alcanza para una o dos semanas más y, de no encontrarlos en ese tiempo, recaerá nuevamente pudiendo presentar hasta cinco convulsiones diarias.

Son incalculables la cantidad de personas con diversas patologías que esperan la llegada de un medicamento para tratar las condiciones con las que viven. La oposición venezolana, a través de la Asamblea Nacional, ha buscado por todos los medios la aprobación de la crisis humanitaria que se vive en cada rincón del país. El presidente de la AN, Henry Ramos Allup, ha catalogado de inhumana la actitud del primer mandatario de la nación, Nicolás Maduro, al rechazar la ayuda enviado  por otros países.

Colombia, España y Estados Unidos se han pronunciado acerca de la crisis alimentaria y médica que atraviesa Venezuela enviando barcos con cargamentos que han sido rechazados por el Ejecutivo, provocando así la respuesta negativa de la población opositora al considerarlo un ‘‘bien necesario’’ debido a las fallas que presentan ambos sistemas.

Lilian Tintori, esposa del preso político Leopoldo López, se ha dedicado incansablemente a la defensa de los Derechos Humanos, severamente violentados por los que hoy ocupan el Palacio de Mirafl ores. Además de eso, actualmente realiza jornadas en distintas ciudades de Estados Unidos para recabar la mayor cantidad de insumos posibles, destinados a los principales centros públicos de salud venezolanos.

El presidente de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y a la Vida (Codevida), Francisco Valencia, expresó su preocupación al considerar ‘‘extremadamente necesaria’’ la apertura del llamado Canal Humanitario para la entrada de medicamentos extranjeros al país. ‘‘No existe otra alternativa. No hay capacidad financiera y el sector farmacéutico requiere de demasiada’’.

El activista señaló al Gobierno nacional como el principal responsable de las fallas en cuanto a insumos que presenta el gremio. Destacó la violación de derechos fundamentales como el de la vida y el de la salud. ‘‘Hubo un momento, cuando comenzó esta precaria situación, en la que a los trasplantados les recetaban Prednisona de animales porque no se encontraba la de humanos. Este medicamento era esencial para evitar un posible rechazo del órgano. Era muy económico, pero desapareció de los anaqueles y, en medio de la necesidad, tuvieron que tomar ése’’, dijo.

Agregó que, a través de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se ha logrado la divulgación de los problemas que presenta la sociedad venezolana, trabajo que han realizado incansablemente las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) del país.

preocupación

Cifras alarmantes
Luis Francisco Cabezas, politólogo y especialista en gerencia de programas sociales, afirma que ésta es una crisis sin precedentes en la historia. ‘‘Hemos vivido epidemias e inclusive una Guerra Federal, pero siempre habíamos tenido comida y medicamentos aun en los momentos más difíciles’’.

Acerca del rechazo por parte de Maduro a la ayuda humanitaria, Cabezas asegura que todo lo que se traiga del exterior debe pasar por diversos controles para poder acceder al país y, posteriormente, ser distribuido. Se debe validar y certificar la procedencia de los insumos y el Estado ‘‘tiene la potestad de negar la ayuda si comprueba que vienen con alguna falla’’.

Valencia y Cabezas coinciden en que la presión social para su obtención es importante, pero la presión ejercida por entes internacionales es fundamental para su autorización. ‘‘Estamos a las puertas de un inminente colapso generalizado. En un estudio que se hizo en Caracas se evidenció la escasez del 85% en medicamentos para la hipertensión y del 75% en los de la diabetes’’, expresó Cabezas.

El politólogo denunció las muertes de pacientes a la espera de medicamentos. Indicó que no solo los pacientes oncológicos sufren, sino también los ancianos que ameritan la ingesta diaria de fármacos. Criticó que líderes oficialistas se refugiaran en la idea de que eran las

‘‘marcas comerciales’’ las que desaparecían. Delito de omisión También reprochó el denominado ‘‘crimen de lesa humanidad’’ ya que la mayoría de las muertes presentadas en el último mes fueron muertes prevenibles puesto que su solución ‘‘era con algo tan sencillo como un antibiótico o una medicina cualquiera’’.

Cabezas informó además que la población se ha visto en la obligación de ‘‘picar’’ pastillas para poder continuar con el tratamiento prescrito, lo que supone un riesgo para la salud ya que deben ingerir la dosis necesaria, ‘‘pero tienen razón en hacerlo ya que, si es por dos meses, prefieren asegurar el otro mes aunque sea reduciendo la dosis’’.

‘‘Este mal afecta directamente a los habitantes de estados como bolívar, Amazonas y Delta Amacuro por la explotación minera y demás afines, pero en los últimos años se ha visto una propagación por más de diez estados.

Según cifras manejadas por organizaciones, el 2015 cerró con 136 mil casos de malaria confirmados. Este 15 de mayo se confirmaron 72 mil, lo que podría triplicar la cifra para el cierre del 2016’’, dijo acerca del inesperado incremento de casos de malaria en el país.

La sociedad venezolana clama al Presidente por una respuesta pertinente a los pacientes crónicos y con récipe permanente, aunque, en palabras de sociólogos, politólogos y médicos, cualquier enfermedad ahora es crónica porque no hay con qué tratarla. En las redes sociales se utiliza la etiqueta #AceptenLaAyuda para exigir la entrada al país de medicamentos.

 

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