El diario plural del Zulia

Aún falta tela que cortar antes de un estallido social

El revocatorio y la enmienda constitucional son para evitar una explosión social o un golpe de estado”. Tal fue la frase que salió de la boca del Gobernador de Miranda, Henrique Capriles, y que activa las alarmas sobre la inminencia de un estallido de masas en contra del Gobierno por la crisis, justo a 27 años de "El Caracazo".

Durante su alocución, Capriles enfatizó que los venezolanos han entendido que la crisis, la escasez y el hambre son producto de la mala gerencia del Gobierno nacional.

Ante este planteamiento, historiadores, sociólogos y diputados coinciden en que, aunque las dificultades actuales están destinadas al empeoramiento, las condiciones sociales y económicas registradas hasta nuestros días, no han llegado al grado de detonar otro estallido social como aquel de hace 27 años.

Similitudes y diferencias
El profesor e historiador Juan Romero detalló que sí hay similitudes entre la Venezuela de hoy y la de 1989, como el aumento de la gasolina, la baja en los ingresos que recibe el país y la conflictividad política y social, pero aún así la sociedad actual no ha alcanzado el grado de descontento que hubo durante “El Caracazo”, ni los indicadores económicos del país están en el mismo grado.

“Si analizamos los dos procesos de 1980 a 1989 la caída en los ingresos del país fue de un 35%, mientras que del 2006 al 2016 aún no toca el 25%. Otro punto resaltante es que la inflación que tuvo el país en la década de los 80 llegó casi al 100%, mientras que en los últimos 10 años, pese a la última cifra del 180% oficializada, no se ha llegado al 50% de tasa inflacionaria”.

Aunado a ello, el historiador refirió que un punto muy resaltante entre el contexto histórico de 1989 y el de 2016 es que no había control sobre las movilizaciones populares en ningún partido político, “pero en la actualidad sí, tanto de un bando como del otro”.

“Entiendo el planteamiento de Capriles con respecto a buscar un revocatorio, pero hay que aclarar que una enmienda constitucional no solo se le aplicaría al Presidente saliente, sino también al nuevo”.

La socióloga Amelia Silva explicó que aún cuando efectivamente ocurra una enmienda o un referendo revocatorio, el civismo en la conducta del venezolano cada vez toma más terreno, ya que la nación ha preferido siempre la salida pacífica y electoral.

“No creo que la gente salga a la calle todavía a causar estragos, porque también hay que resaltar que el sentido de pertenencia en la población joven ha perdido fuerza. Un ejemplo de ello es que el joven prefiere irse y hacer una nueva vida en otro país, en vez de luchar por reivindicaciones en la sociedad y esto ocurre en ambos bandos políticos, incluso anticipo que la gente se manifestará solo mediante elecciones”.

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