Ángel Rafael Lombardi: Juramentación de Guaidó permitirá medir apoyo de los militares al régimen
“Las consecuencias inmediatas de la juramentación de Juan Guaidó es medir el apoyo del régimen respecto a los militares y exigirles de una vez por todas una toma de partido respecto a cuál lealtad seguir. El riesgo es grande, pero calculado y puede ser un completo éxito como un fracaso”.
A través de twitter Ángel Rafael Lombardi Boscán, director del Centro de Estudios Históricos de La Universidad del Zulia, analiza el impacto de la juramentación de Guaido como presidente interino de Venezuela y advierte que le tocará actuar con sensatez y tino.
“Una sola orden suya, ejecutiva, y que sea desconocida por los militares o cualquier funcionario del madurismo le pondrá en una situación complicada poniendo en duda la majestad del cargo que hoy representa”, asegura el historiador, quien destaca el papel del gobierno de Donald Trump como principal motor de lo que pueda suceder.
Lombardi estima que la “Fuerza Armada" del “nuevo Presidente de Venezuela” está en la Casa Blanca en éste momento. “Si no hay en las próximas horas un pronunciamiento de apoyo de la Fuerza Armada Nacional en Venezuela apoyando a Guaidó el paso dado fue en falso. Y desataría la represión más grande”.
Sin embargo, Lombardi destaca lo ocurrido este miércoles 23 de enero, al que considera un día histórico y decisivo para el futuro inmediato de nuestra nación. “Acostumbrados a los tiempos muertos y a una resignación de las muchas derrotas lo que hizo Guaidó con el acompañamiento del pueblo es el más grande reto para la tiranía”.
Para el Director del Centro de Estudios Históricos de La Universidad del Zulia, quienes asesoran a Guaidó se dejaron de maniobras o tiempos de espera y “juegan” hábilmente con la oportunidad que se le presentó, le juramentan para desatar todos los demonios de una sociedad prisionera y que esperanzada quiere un cambio total.
Capriles en su momento no quiso cobrar. Ramos Allup amenazó con cobrar pero nunca hizo nada. Borges fue al tanteo y tampoco pudo. Ahora, Guaidó, un auténtico batacazo e iluminado por una clarividencia divina se juega el pellejo y hace lo que sus predecesores nunca hicieron
