El diario plural del Zulia

Anarquía obstaculiza distribución de alimentos

Más de 50 días de protesta, más de 50 fallecidos. Como en tiempos de guerra, barricadas y encapuchados de enden su territorio. La anarquía impera en las calles.

Empresas, grandes y pequeños comercios y la industria en general reportan pérdidas millonarias tras los innumerables saqueos por parte de delincuentes que acordonan las principales vías del país haciéndose llamar: “defensores de la democracia”. Los canales de distribución se convirtieron en el infierno, zonas de conflicto donde la ley del más fuerte acaba con la vida del venezolano trabajador que cree en la recuperación económica del país.

Eddy Aguirre, director de la Escuela de Economía de la universidad del Zulia (LUZ) precisa que la distribución de productos está siendo afectada en por las protestas. “Desde Trujillo, los productores no quieren poner en peligro sus herramientas de trabajo y la mercancía.

El economista argumenta que el alza de precios de los grandes distribuidores se debe al riesgo que corren en las carreteras del país. “Los distribuidores están cobrando más y los pequeños vendedores también lo hacen, por tal razón, vemos incrementos a diario, hay una anarquía en las calles que están afectando la actividades básicas como lo son la alimentación y las medicinas”.

Estas irregularidades develan una caída en la demanda. Expertos aseguran que el Gobierno nacional debe tomar cartas en el asunto. “El mercado está hablando porque el ajuste que se viene dando por las dificultades en la distribución. El Gobierno debe tomar medidas inmediatas para que se garantice el libre tránsito de los vehículos de transporte de medicinas y alimentos”, espetóAguirre.

Proveedores sin piedad

Alirio Gómez, vendedor de verduras del mercado Las Pulgas, comenta que los distribuidores le aumentan, prácticamente, cada dos o tres días debido a la inseguridad. “El señor que me trae zanahoria me dijo que le han lanzado piedras cuando viene en viaje desde Trujillo, una vez tuvo que pagar para que unos encapuchados no le quitaran la mercancía, me dijo que lo amenazaron con una pistola, por eso es que me están cobrando más, por la zozobra que están pasando”.

Francisco Martínez, presidente de Fedecámaras, alega que el nivel de conflictividad es progresivo y las guarimbas han agravado aún más la deteriorada situación que ya tenían las empresas. “Esto es algo viejo, pero se ha hecho intensivo.

“El problema lo ocasiona con el tema del desabastecimiento, la especulación y el acaparamiento es el modelo económico del Gobierno”.

Según Martínez, el Estado insiste en caminar sobre una ruta equivocada que, afirma, y el plan de la patria ha sido el principal culpable de traer empobrecimiento y la inflación que tiene por el piso el poder adquisitivo de la población.

“Han desestimulado la producción”. “Las guarimbas no son la raíz del problema, no compartimos con que se afecten los productores, pero las barricadas han agravado un tanto más. Hay situaciones anarquizadas, hay gente que toma la ley con sus propias manos y atentan contra las actividades económicas de personas que buscan el sustento diario”, asevera el titular de Fedecámaras.

Gobierno ausente

Distribuidores de productos de charcutería opinan que temen ser saqueados por hordas de violentos los cuales dicen ser manifestantes de la oposición pero no lo son. Gonzalo Arias, dueño de un camión tipo cava, explica que para distribuir primero contacta a los clientes previamente para saber la cantidad de lo que necesitan para así evitar transportar productos que pueden correr el riesgo de caer en las manos de los dueños de lo ajeno.

“He cambiado mi ruta varias veces, dejé de vender a varios comercios grandes y pequeños porque cerraron sus puertas por los saqueos, a mí me han lanzado tubos pesados por un costado, una vez me rompieron el vidrio delantero con una piedra, en otra ocasión le ofrecí al guarimbero un jamón de pierna para que me dejara ir porque me querían incendiar el camión”.

La Superintendencia de Precios Justos (Sundde) brilla por su ausencia. Los operativos para controlar los precios e irregularidades comerciales no se ven en la ciudad. La anarquía manda en las calle. El pueblo sufre lo mismo, paga los platos rotos.

María Carolina Uzcátegui, presidenta de Consecomercio, afirma que la situación de los comercios es grave. Dijo que no solo las guarimbas están encareciendo los productos sino también las alcabalas por donde deben transitar los camiones elevan los precios por semana, afectando a los productores que por obligación deben subir los costos. “El transportista corre el peligro de que cualquier banda lo asalte y lo mate. Aunado a que el parque automotor está deteriorado y que hubo una megadevaluación con el nuevo precio del dólar oficial, el panorama es cada vez más cuesta arriba, más complejo.

La presidenta de Consecomercio responsabiliza al Estado por no garantizar el orden público y descuidar el patrimonio de los comerciantes. “Hacemos un llamado a que el Gobierno tenga la responsabilidad de la seguridad de los distribuidores, los ataques deben parar para que no se encarezcan los costos y que el consumidor siga siendo el afectado”.

Fedecámaras y Consecomercio coinciden en que los problemas que enfrenta el país en materia económica se derivan de la mala gerencia que Nicolás Maduro, presidente de la República, emplea los pocos sectores productivos que, “con las uñas”, continúan trabajando para llevar productos a los hogares de todos los venezolanos.

 

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