Amaya Briner: “Cuando no tomas el control de la economía, otros lo toman”

Amaya Briner, la primera mujer en presidir la Cámara de Comercio de Maracaibo, cree con fervor que “toda crisis bien manejada siempre te lleva a algo mejor”. Es su frase de cabecera.

Los obstáculos que los empresarios deben sortear para subsistir en Venezuela, sobran: “hay más de 70 disposiciones que tienen que cumplir para funcionar. Todas las empresas hoy en día necesitan contratar más personal especializado para que cumpla con todas esas disposiciones, y no caer en que te multen o cierren por incumplir con esos deberes”.

Los proyectos en la Cámara, sin embargo, siguen. Briner espera conformar este año la Unidad de Información Estadística, para ofrecer datos precisos sobre el comportamiento de las inversiones en el Zulia, tasa de empleos, importaciones y exportaciones. Un grupo de economistas ya trabaja para llenar el vacío informativo del que no ha escapado, por ejemplo, el Banco Central de Venezuela (BCV). “Esa unidad también va a servir para el que viene de afuera y quiere invertir en el estado”.

—¿Cree que el cierre temporal del Sambil tendrá un efecto dominó en otros malls?
—Estamos muy preocupados porque estuvieron cinco días cerrados. Lo importante es que se logró hacer el puente entre los empresarios y Corpoelec. Esto asustó muchísimo al comercio del Sambil. Se supone que todos los centros comerciales deben tener autogeneración, y es un poco cuesta arriba porque algunos podrán hacerlo por algunos días. Esa es una solución para una emergencia. Además tienen limitaciones para conseguir el combustible para los generadores. No es un asunto que puedan resolver tan fácilmente. No todos los centros comerciales tienen esas plantas instaladas, y los que las tienen, no las pueden poner a funcionar el tiempo que les están exigiendo. No sabemos qué va a pasar.

—¿Cómo queda la pequeña y mediana empresa en medio de estos apagones?
—La mayoría no tiene para generar su propia energía y han tenido que hacer otro tipo de recortes: reducir turnos de trabajo, si antes tenían varios turnos, y al rebajar tus turnos, rebajas el tiempo de venta y eso afecta al empleo formal. Ha disminuido el número de gente que va a comprar, porque todo el horario ha cambiado. Vas a cualquier tienda que antes estaba abierta hasta las 7:00 de la noche, y ya a las 6:00 de la tarde todo está cerrado. Las pequeñas empresas que no tienen cómo afrontar esta crisis, lo que les viene probablemente es un cierre.

—¿Maneja cifras de cuántas empresas han cerrado en el último año por los cortes eléctricos?
—La Cámara de Comercio no maneja esas cifras, pero según el Instituto Nacional de Estadísticas, citado por Consecomercio, en el 2015 desaparecieron 58 mil empresas en todo el país. El Zulia representa el 11 por ciento de ese total, es decir, alrededor de seis mil empresas se cerraron en el estado el año pasado.

—¿Cuál cree que debe ser la primera medida económica que debe tomar el Ejecutivo para empezar a paliar la crisis?
—A lo mejor es etéreo, pero hay que generar confianza entre los empresarios porque son ellos quienes de manera coordinada con el Gobierno van a desarrollar este país. El Gobierno tiene que estimular una mayor competitividad, ¿cómo?, estimulando el aumento de la productividad, que depende de tener seguridad para poder invertir, desarrollar ideas, comercios. El control de precios es malísimo, tienes que dejar que haya libre oferta y demanda. Empresas compitiendo con muchos productos y marcas. Es la única forma de encontrar mejores precios. Pero debemos tener la confianza de que no vamos a ser expropiados. Debe haber márgenes razonables de ganancia, en eso estamos de acuerdo.

—El Gobierno insiste en que Dólar Today es el culpable de la devaluación y la guerra económica, ¿puede una página web tener tanto poder sobre la economía de un país?
—Definitivamente, no. Cuando tú no tomas el control de la economía, entonces otros lo toman. Salen este tipo de cosas. Aquí lo que hace falta es que se hagan ajustes macroeconómicos que hasta ahora no han sido sufi cientes. Ellos insisten en el control cambiario, en el control de precios, y estos mecanismos no están resolviendo nada. Tenemos 17 años en esto y se ha puesto peor. ¿Habrá la voluntad en el Gobierno para probar otras alternativas? Esa es una pregunta válida.

—¿Por qué los empresarios siguen creyendo en el Zulia?
—Los empresarios se han dado cuenta de que el asunto no es “sálvese quien pueda”. Desde la Cámara de Comercio hemos llevado un mensaje positivo, somos 350 miembros, y de alguna manera la Cámara les da esa cara de grupo. Pasó con el Sambil. El Sambil es agremiado nuestro e hicimos una campaña a través de redes y los apoyamos en las negociaciones, sin buscar manifestaciones violentas, pero sí defendiendo los principios y libertades empresariales.

—Polar también es miembro de la Cámara, ¿qué opina de la orden de Maduro de tomar las plantas paradas?
—Nosotros creemos en la palabra. El Gobierno en todos sus niveles tiene que contribuir con un discurso de altura. Sus discursos tienen que ayudar a crear un clima de paz social. Si la máxima autoridades, y de ahí para abajo, irrespetan con la forma de hablar, ¿qué podemos esperar para un país? Ese no puede ser el ejemplo para construir el país que queremos.

—¿Pensó alguna vez en emigrar de Venezuela?
—Jamás. Este es mi país, yo nací aquí. Aquí está enterrada mi familia; aquí nacieron mis hijos. Aquí nosotros hemos echado raíces. Yo lo que quiero es recobrar a mi país.