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Agustín Blanco Muñoz a Versión Final: “La revolución bolivariana es made in USA”

Hecho en Estados Unidos y no en socialismo. Así cataloga el historiador y docente universitario, doctor en Ciencias Sociales y acucioso investigador Agustín Blanco Muñoz a la revolución bolivariana, algo que parece una locura, pero que en su percepción atiza la leña que eleva la flama del análisis más allá de lo meramente visible.

En este Repiqueteo dominical, Blanco Muñoz echa picante al caldo político y expone elementos a considerar para formarse una orientación sobre la incertidumbre que se cierne sobre Venezuela en esta coyuntura.

- Usted dijo alguna vez que el socialismo del siglo XXI se mantendría porque se trataba de un proceso internacional ¿Sigue siendo así?

- Si, al comienzo de este llamado proceso socialista dije que se mantendría por formar parte de un proyecto internacional en el cual tenía y tiene interés tanto el capitalismo como el exsocialismo chino y ruso. Sostuvimos entonces y sostenemos hoy que esta revolución bolivariana es made in USA y esto por una razón concreta: garantiza la estabilidad política, social y económica que permite mantener el control sobre la riqueza internacional en el campo del petróleo, del oro y ahora de los minerales del arco correspondiente.

— ¿Está el chavismo-pesuvismo casado con la realidad histórica actual, o ellos viven en un mundo virtual?

- Creo que el chavismo-psuvismo ha asumido la bandera del engaño de algo que se llamó socialismo real en el siglo pasado. En la actualidad, forma parte de las escasas experiencias que muestran esa posición. Es asumir el atraso y el fracaso dado que se programa la confrontación al capitalismo que le sirve de base y fundamento para mantener, en términos de populismo una supuesta revolución que ni siquiera insinúa en la práctica el cambio de relaciones y modos de producción. Por ello, mantienen un discurso que sólo tiene nivel publicitario y demagógico.

- ¿El discurso opositor ofrece cosas que luego no se cumplen, cómo lo valora usted?

-Todo discurso enmarcado en los lineamientos del populismo tiene como fundamento ofrecer. De allí, que Chávez y Maduro asumen el campeonato de anuncios demagógicos.

-Hay un claro descontento social, ¿Está la oposición en capacidad de entender, interpretar, asumir y representar ese descontento con base a un planteamiento alternativo concreto?

-Es evidente que la tarifa no tiene capacidad para producir en las mayorías sociales una aceptable calidad de vida. Sólo con altos precios se puede cubrir el gasto social que impone el populismo y la obligada deuda pública que para esta revolución made in USA es algo sagrado.

-¿Se desmorona el poder heredado por Nicolás Maduro?

-Ya en el 2002 se hablaba que se desmoronaba el Gobierno de Chávez y hoy se dice lo mismo de ese “poder heredado” de Maduro. Esto ocurre al no entender el carácter de un gobierno militar-policial-narco-delicuencial-civil y con apoyo internacional encabezado por China y Rusia. Hoy miembros prominentes de la rebatiña de un expaís que se vende tanto al mejor como a otros postores. Mientras no se entienda la inédita situación de un poder militar-civil no es posible saber lo que pasa hoy aquí.

-El carné de la Patria ¿Es sinónimo de control de la patria o es un proyecto efímero?

-Ese carné es la mejor expresión de un proyecto que organiza cada vez más el control social para convertir al ciudadano del común en esclavo del Estado populista-benefactor. En este momento de hambre-escasez se le ofrece la salvación de la caja CLAP a once millones de hambrientos. Por ello, debes permanecer, hacerte socialista o morir de inanición. En esto entonces no hay nada efímero es la manifestación de fondo de un proyecto esclavizante, humillante, socialista, bolivariano, revolucionario.

-¿Cómo interpreta la postura que últimamente ha asumido la fiscal Luis Ortega Díaz?

-Lo concreto es que el 31 de Marzo de 2017, afirma que las sentencias 155- 56 del TSJ del 28 y 29 Marzo de 2017 rompen con el Estado de Derecho al formalizar el desconocimiento a la AN y anunciar que asumen sus poderes. Luego, y con la intervención del Ejecutivo se corrigen las sentencias cuyo propósito nadie ha podido explicar. ¿Por qué formalizar lo que ya se cumplía y se sigue cumpliendo en la práctica? Y a este respecto, ¿Para la Fiscal, a esta fecha ya no hay ruptura del orden constitucional? ¿Por qué mantiene su silencio a este respecto, quien tanto ha aportado a la violación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela? ¿Con que ética-moral puede levantar ahora la voz de la disidencia?

-¿La oposición despertó o es un espejismo lo que vive Venezuela en estos últimos días?

-Todo esto corresponde a una pelea desigual de gritos y piedras contra la maquinaria violenta y legítima para mantener, aún a costa de la vida, el Estado republicano, democrático, independiente y soberano. Una pelea desigual cuyo ganador está establecido de antemano. Y, en todo esto, hay que exaltar la actuación de una juventud que, desesperanzada y sin perspectiva, se lanza a una confrontación que le lleva a exhibir como arma fundamental la desesperación.

-¿Qué tanto se parecen estos tiempos al Caracazo?

-Los tiempos del Caracazo son de escasez, hambre, miseria, saqueos y masacre. Y esto se acaba de ver, palmariamente, en toda su extensión en la noche del 20-A en la parroquia El Valle. El 27F-89 sigue gozando aquí de muy buena salud.

-¿Qué le puede deparar a Venezuela en el último semestre de este año?

En este momento sólo es posible pensar el futuro inmediato en términos de escenarios. El primero tiene que ver con el acuerdo-negociación que lleva a las partes a elecciones regionales a fines de año. Una vez fijado el consabido cronograma electoral seguiría la discusión sobre libertad de presos políticos, canal humanitario y respeto a las funciones de la AN. Pero estos objetivos se postergarían para el momento de los nuevos resultados electorales. Sería, otra vez, la hora de la negociación pacificadora. Un segundo escenario tendría que ver con la convocatoria a elecciones y el rechazo de la oposición oficial a participar en las mismas, hasta tanto no se cumpla con sus otras exigencias. En este caso, la maquinaria estatal podría montar opositores provenientes de la compraventa para cumplir con sus elecciones. La radicalización y la violencia entrarían de nuevo en primer plano.

—¿Hay salida democrática para esta crisis o no la hay?

-En historia no hay nada estático, permanente o eterno. Esto significa que hay salida. El problema es que las minorías que ejercen o aspiran el poder no tienen como meta la solución sino la administración con miras a sacar provecho de la crisis en el momento que le corresponde manejarla.

Un tercer escenario tendría como base la puesta en práctica por parte del Gobierno de las tantas veces mencionada radicalización encabezada por el Estado Comunal para manejar, en lo fundamental, con Asamblea, leyes y economía propias la mayoría social. A este respecto, los CLAP y el universo organizado e identificado a partir del Carné de la Patria, se sumarían a esa magna empresa. No sería de extrañar que la guerra y masacre social adquirieran lugar protagónico.

 

 

 

 

 

 

 

 

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