Activación del Consejo de Defensa sería un “trapo rojo”
El presidente Nicolás Maduro activó, por segunda vez, el Consejo de Defensa de la Nación. Ambas invocaciones ocurrieron en el marco de su peor crisis política.
El 1 de abril lo convocó para resolver “lo más pronto posible” el impasse entre el Ministerio Público y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Fue cuando la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, denunció “una ruptura del hilo constitucional”.
Y antenoche lo activó “para responder integralmente la amenaza imperial”, en referencia a advertencias de los gobiernos de Estados Unidos, Colombia y la Unión Europea sobre su Asamblea Nacional Constituyente. El concierto internacional lo insta a desconvocar su iniciativa, so pena de la aplicación de medidas sancionatorias contra su Gobierno.
Medidas coercitivas
José Alberto Olivar, historiador y profesor de la Universidad Simón Bolívar, estima que el Consejo de Defensa es “un trapo rojo” en el marco de la coyuntura actual. “Es una gura en la cual se pretende dar la idea de que el gobierno de Nicolás Maduro está dispuesto a tomar medidas, pero para aplicar esas medidas coercitivas, que de hecho ya las está aplicando, lo puede hacer en el marco del Estado de Excepción que ha decretado en abierta violación a la ley”.
Particularmente, le impresiona que desde hace dos años ha habido una amenaza contundente y reiterada por parte del Gobierno de Guyana, “que prácticamente nos arrebata y desconoce nuestros derechos sobre el territorio Esequibo. Esa sí es una competencia del Consejo de Defensa de la Nación y este organismo no se ha reunido para tratar ese tema, esa sí es una clara traición a la patria”.
Según Luis Alberto Buttó, especialista en seguridad y defensa, el Gobierno normalmente genera opiniones “altisonantes” con respecto a la intervención extranjera, “pero por debajo de la mesa siempre busca acuerdos con estos países dada la situación económica del país”, asegura.
El analista pronostica que lo que podría esperar Venezuela es que se arrecien los procesos de represión hacia la protesta popular.
Recuerda que esa ha sido la tónica en los últimos días del Gobierno. “No tendríamos porqué esperar una política diferente, porque esa ha sido la respuestas del Gobierno nacional ante las manifestaciones populares”.
