El diario plural del Zulia

Votemos: El juego aún no ha terminado, por Manuel Ocando

Las expectativas son manejadas en los movimientos políticos como instrumento de motivación para el logro de las metas. La definición de expectativa hace referencia a la esperanza que tienen los electores, resultado de una acción o de un suceso realizada por ellos. En una forma más operativa, la expectativa es ideal para ayudar a motivar, con la finalidad de que se pueda poner todo el empeño y dedicación en la obtención de un objetivo, con la esperanza de recibir algo a cambio.

Uno de los temas en donde la oposición ha logrado tener grandes fallas de acuerdo a la opinión de muchos expertos y analistas políticos, ha sido precisamente en el tema de poner grandes expectativas que luego no se cumplen. Y una de estas fallas ha sido plantear algunas iniciativas en contra del régimen como “la batalla final” o el planteamiento del “todo o nada”.

La consecuencia ha sido muchas veces, la generación de un sentimiento de insatisfacción y decepción, que ha surgido cuando no se han cumplido con las expectativas prometidas.

Al haberse interpretado como una derrota total, la malograda elección de la Asamblea Nacional Constituyente, la oposición ha debido implementar una clara campaña de comunicación con el pueblo opositor, a objeto de establecer un proceso de recuperación con miras a lograr superar la frustración y la decepción que sintió el pueblo que estaba esperanzado en que esto no ocurriera y explicar con claridad meridiana que el juego aún no se había terminado, y que aún quedaban algunas cartas por jugar. Estas cartas son batallas que se deben ir librando y victorias que se pueden obtener para así construir el objetivo primario anhelado por la mayor parte del pueblo venezolano.

Se eligió la Asamblea Nacional Constituyente, es verdad, pero la Asamblea Nacional elegida en diciembre del 2015 sigue siendo legítima y reconocida internacionalmente en la mayoría de los parlamentos de Europa, Norteamérica, Suramérica así como también en países asiáticos, y en el plano internacional se han tomado muchas acciones por parte de la oposición que han logrado objetivos importantes que han puesto en una situación muy difícil al Gobierno.

La coalición opositora debe volver a visualizar el objetivo principal, el cual es posiblemente alcanzable y convencer al electorado que aún hay un camino que tiene que recorrerse para lograr el objetivo fundamental, que es salir del gobierno de Maduro y cambiar la dura realidad que atraviesa el país.

Si el mapa de Venezuela, una vez que se realicen las elecciones regionales del próximo 15 de octubre, el gobierno lograra teñir de rojo la mitad de la geografía nacional, la apreciación que tendrá la gente, tanto dentro como fuera del país es que las fuerzas políticas están equilibradas y la oposición no tendría argumentos para seguir denunciando a un gobierno minoritario, que cercena diariamente los derechos constitucionales de los venezolanos.

Los venezolanos debemos con mucha disposición seguir la lucha, teniendo como antecedente y acicate las palabras del histórico discurso de Winston Churchill, en 1940, cuando le pidió al pueblo inglés: “Sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”, para vencer a los nazis.

Hoy día, la tarea del pueblo opositor debe estar concentrada en disponerse para activar el voto y de esta manera derrotar las diferentes estrategias concebidas y puestas en marcha por el régimen para desactivar el voto opositor y lograr así su objetivo. No caigamos en la trampa cazabobos de no ir a votar, puesto que de hacerlo le estamos haciendo un fiaco servicio al país y estamos permitiendo la perpetuación de este régimen hambreador y perverso. Votemos puesto que el juego aún no ha terminado.

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