El diario plural del Zulia

¿Vinculante o apabullante?, por Jorge Sánchez Meleán

E l domingo 16 de julio de 2017, los venezolanos en mayoría evidente defendimos la soberanía que nos pertenece. Participamos y vivimos el proceso de rebelión civil más importante de la historia contemporánea de Venezuela. La Sociedad Civil con sus propios medios, demostró que los derechos políticos no dependen de la voluntad del poder constituido, ni mucho menos de las Fuerzas Armadas, devenidas en fuerza pretoriana del régimen.

La población se expresó con alegría, satisfacción y valentía. Salió a la calle sin diferencias de edad, clases sociales o credo religioso. No solo rechazó el llamado inconstitucional a una Constituyente fraudulenta, sino a una gestión gubernamental pésima, que está destruyendo al país.

El régimen comprobó que se quedó sin apoyo popular mayoritario. Los venezolanos salieron a la calle el 16-J a solicitar democracia, libertad, justicia, igualdad, respeto a los derechos humanos, pluralismo político e ideológico, y sobre todo un nivel de vida digno.

Solo un régimen ciego y sordo puede ignorar lo que los venezolanos dentro y fuera del país expresaron ese día. Solo un pueblo muy decidido a ser libre puede, en tan pocos días y con tan pocos recursos, hacer una consulta popular de esa envergadura. Después de los 7 millones 300 mil votos aproximadamente emitidos ese día, apenas la punta del iceberg del descontento nacional, solo un régimen irresponsable y fundamentalista puede asegurar que sus caprichos generaran la PAZ que el país requiere. Si este régimen autoritario y sectario irrespeta e ignora lo que piensa la mayoría de los venezolanos, el verdadero Poder Constituyente, le estará declarando la guerra a la sociedad civil venezolana y tendrá que correr con las consecuencias, más temprano que tarde.

El 16-J el país dejó claro que no está dispuesto a dejar de ser una República democrática, como lo soñaron próceres civiles de la talla de Juan Germán Roscio. Que no está dispuesto a permitir que una minoría monopartidista, le arrebate los principios y valores fundamentales de esta República a la mayoría plural de los venezolanos.

El 16-J hará historia. Si el régimen no rectifica, se comportará como un avestruz de la política, que simplemente seguirá excavando el hoyo en que lo enterrará el pueblo venezolano. Ese pueblo no va a retroceder. Seguirá en la calle. Solo en la vanguardia tiene más de siete millones de ciudadanos, que el 16-J demostraron que su opinión no solo es vinculante sino apabullante.

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